Una vez por año, la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, ubicada en Malvín Norte, traslada a un contingente de docentes y estudiantes al atrio de la Intendencia de Montevideo para que muestren de forma didáctica y divertida algunas de las investigaciones en curso en ese centro universitario. Latitud Ciencias es un paseo que brinda la oportunidad de acercarse a una de las instituciones fundamentales del país tanto de la enseñanza como de la generación de conocimiento científico. Si bien la exposición puede ser disfrutada sin importar la edad, son las niñas, niños y adolescentes quienes seguro se llevarán las impresiones más fuertes sobre lo maravilloso que resulta conocer más sobre el mundo que nos rodea. También es un espectáculo en sí ver cómo tanto docentes como estudiantes de la facultad tienen la oportunidad de salir de sus institutos y laboratorios para lidiar con la curiosidad y el entusiasmo del público, en un juego cautivante en el que todas las partes ganan. A modo de guía caprichosa y parcial, aquí van diez de los múltiples atractivos que no pueden perderse de esta edición de Latitud Ciencias.
1) Mirando al quiste
Quien más, quien menos, todos hemos escuchado alguna vez que es preciso no darles achuras crudas a los perros para evitar la hidatidosis, una enfermedad que puede afectar a los humanos. Más que ver para creer, en ciencia la cuestión sería ver para conocer. En el stand de Química Biológica podremos ver, microscopio mediante, al gusano que causa esta enfermedad parasitaria, el Echinococcus granulosus, vivito y coleando. También podremos ver, una vez más con ayuda del microscopio, cómo el sistema inmunológico ataca al quiste para evitar que se fije en nuestro organismo. Todo lo se ve es acompañado de un detallado relato a cargo de estudiantes entusiastas que contagian las ganas de acercarse al mundo microscópico.
2) Ejercitar las neuronas
Los que se acerquen al stand del Centro de Matemáticas tienen que saber que las matemáticas no sólo no muerden, sino que pueden resultar profundamente divertidas. Para que esto último se cumpla, hay varios juegos de mesa, desafíos en tableros similares a los del ajedrez y de cartas que son, por un lado, sencillos de jugar, pero que a su vez permiten entender y pensar conceptos matemáticos.
3) Tornados en miniatura
Nuestro país es atravesado por un corredor de ciclones y tornados. En el espacio del Instituto de Física puede verse una especie de tornado en miniatura que se forma con humo y ventiladores. Uno podría contemplarlo durante horas y, por las dudas, quienes guían al público advierten que, si bien se ve como un tornado, las razones por las que se forma en la caja son muy distintas de las que los forman en la naturaleza. Seguramente, los visitantes más traviesos se tentarán también a disparar la pistola de aros de humo.
4) El meteorito que cayó en Rocha
¿Alguna vez pensaron que un meteorito podría atravesar el techo de su casa y romperles la cama y el televisor? Eso es lo que pasó en setiembre de 2015 en San Carlos: un meteorito de 712 gramos descendió a unos 250 km/h y cayó dentro de una vivienda. Pese a que aún no hemos encontrado vida en el espacio, en Latitud Ciencias al menos podemos ver un (objeto) extraterrestre.
5) La invasión sutil
Uno de los mayores problemas que afronta nuestro planeta es el de la pérdida de la biodiversidad. La extinción de especies animales y vegetales se produce a un ritmo acelerado, y parte de esa pérdida es ocasionada por la acción de otros organismos que colonizan ambientes en los que no deberían estar ayudados, muchas veces, por la torpeza o la negligencia humana. En el sector dedicado al agua, podremos ver a dos de estas especies invasoras que afectan a los animales acuáticos nativos de Uruguay: el mejillón dorado (Limnoperna fortunei) y el caracol Rapana venosa. Con la ayuda del microscopio y los estudiantes de la Facultad de Ciencias podemos identificarlos, conocer detalles y profundizar sobre el problema de las especies invasoras.
6) Cara a cara con una cianobacteria
Cuando llega el verano, son sinónimo de peligro. Cuando uno se adentra en la historia de la vida en el planeta Tierra, son sinónimo de pioneras (gracias a ellas, nuestra atmósfera aumentó la cantidad de oxígeno). Cuando hablamos de la salud de nuestros ríos, son sinónimo de macana productiva. Sin embargo, hablamos de las cianobacterias sin haberles visto jamás la cara. En el sector dedicado al agua, microscopio mediante, podemos finalmente ver a esas criaturas verdosas de las que, lamentablemente, vamos a tener que seguir hablando por muchos años más.
7) Hechos piedra
Los restos fósiles de animales que ya no existen son imanes de curiosidad. En el sector de Ciencias Geológicas hay una gran variedad, desde placas de gliptodontes y nidos de avispas de millones de años hasta cráneos de tigres diente de sable, dientes de megalodón y la réplica de un tarsometatarso que alguna vez formó parte de la pata de un ave del terror de casi tres metros. Algunos de estos fósiles se han ido mineralizando con el paso de los años en condiciones que permitieron su conservación. Sobre eso, y sobre las rocas y otros minerales que hay en nuestro país, se puede hablar también con los guías del stand.
8) Verde diverso
Vemos un campo verde y tendemos a pensar que el pasto es una aburrida monotonía. Sin embargo, en el sector de Ecología nuestra intuición se verá desafiada. En un cajón de feria hay un pastizal natural. Los guías nos invitan a observarlo con atención y contestar luego cuántas especies de pasto vemos.
9) Repulsión injustificada
Son pocos los humanos que desarrollan una gran simpatía por los insectos. Menos aun son los que se fascinan con los arácnidos. Sin embargo, viendo cómo las niñas y niños se fascinan tomando en sus manos la muda de piel de una araña pollito, o cómo escuchan fascinados sobre arañas lobos, patudas y escorpiones, uno se da cuenta de que muchas veces la educación, en lugar de estimular la curiosidad, lo que hace es aplacarla. Ver, tocar, preguntar, sentir, maravillarse. Eso es parte de lo que se puede hacer en Latitud Ciencias.
10) Llevate tu ADN
Hoy la genética está en todas partes. El ADN es probablemente la molécula biológica más popular. Así y todo, uno puede pasar por la escuela y el liceo sin haberla visto. En el espacio de Ciencias Biológicas, partiendo de la saliva de nuestras bocas, podemos aislar y ver nuestro ADN siguiendo un conjunto de pasos sencillos. Como para que, por un ratito, uno se sienta como James Watson, Francis Crick, Maurice Wilkins o Rosalind Franklin.
Latitud Ciencias | Hasta el sábado 1° de setiembre, de 9.30 a 17.00. Atrio de la Intendencia de Montevideo. La entrada es gratuita.