El martes 24 a las 21.00, en el Centro Cultural Rosario, el profesor e historiador Daniel López Batista presentará el libro Rosario, el Partido y la Villa (1760-1810). En este trabajo López aborda el proceso de consolidación de esa localidad coloniense, cuya fecha de fundación se remonta al 24 de enero de 1775.
Para esta investigación el autor rosarino acudió a los archivos generales de Colonia del Sacramento, Montevideo y Buenos Aires, y a los archivos eclesiásticos de la Diócesis de Mercedes, entre otros reservorios documentales. Como punto de partida, el historiador se ubicó en 1760, “con el asentamiento de los primeros vecinos en la jurisdicción del Partido”, y se proyecta hasta el 15 de diciembre de 1810, cuando “se realiza el reparto de solares y chacras a los vecinos en el marco del proceso revolucionario que había comenzado en mayo de ese año en Buenos Aires”, según comentó López en diálogo con la diaria.
Al comienzo de esta historia, “la primera jurisdicción es del Partido de Rosario y posteriormente se construye la villa”, como consecuencia de que la corona española necesitaba “un eje administrativo para esa vasta jurisdicción”, comentó.
La fundación de Rosario está ligada a la existencia de la antigua Colonia del Sacramento, también en el actual territorio que comprende el departamento de Colonia, que había sido fundado en 1680 por los portugueses. “En ese contexto tan particular, el Partido de Rosario, con la instalación de vecinos en torno a una capilla, tenía importancia dentro del camino Real, que unía el Real de San Carlos, en las afueras de Colonia del Sacramento, y Montevideo, porque la monarquía española necesitaba focos para poder frenar la expansión portuguesa”. No obstante esa fundación promovida por los españoles, uno de los aportes que realiza esta investigación “es desmitificar” el origen hispánico de la población de esa localidad.
“Un aspecto importante de ese libro es la deconstrucción del relato que afirma que Rosario fue una ciudad fundada por los españoles”, valoró el autor. Y aclaró que esa localidad “fue fundada por el marco legal de España, pero los protagonistas, el elemento humano, da cuenta de una diversidad étnica, de nacionalidades y lingüística muy importante, donde el peso de quienes vinieron desde España fue muy relativo”. “Hay mucho más peso de los lusocolonienses, que ya estaban instalados en Colonia, que se desplegaron a lo largo y ancho del actual departamento de Colonia. Hubo muchos aportes y cruzamientos entre españoles y portugueses, y eso estaba marcado en el diario vivir, donde hubo una cantidad de matrimonios entre ellos”, afirmó, recordando los aportes al respecto del recordado intelectual coloniense Omar Moreira.
López también hace tambalear otro mito pichonero al preguntar cuál fue el rol que cumplió Benito Herosa, quien ha pasado a la historia como el fundador oficial de esa localidad coloniense. “Herosa era un representante de los vecinos, pero detrás de él había un conjunto de vecinos que se juntaban para una causa común. La pregunta que deberíamos hacernos es por qué Herosa fue elegido como representante”, disparó López. Y en relación a este punto, el historiador comentó que su investigación aporta “elementos que han estado invisibles hasta el momento”, como el casamiento de Herosa con una mujer perteneciente a círculos aristocráticos de Buenos Aires.
Más allá de estos dos temas apuntados, el libro presenta nueve capítulos “que pueden ser leídos en un orden diferente” al que propuso el autor, que abordan desde la heterogénea economía de esa “microrregión” hasta el rol que cumplían las mujeres y los religiosos, entre otros agentes, en un universo en el que pueden verse “algunas cosas que nos resultan muy lejanas y otras que nos siguen siendo muy cercanas”, destacó López.