En octubre del año pasado, el periodista Sebastián Cáceres, director de Periódico Centenario, de Florencio Sánchez, presentó una demanda judicial contra la Intendencia de Colonia, con el respaldo del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo). Su intención era que el organismo aportara los resultados de la investigación administrativa y auditoría que el intendente Carlos Moreira había anunciado que realizaría en el municipio de Florencio Sánchez para conocer el alcance de los perjuicios causados por las maniobras de corrupción lideradas por el exalcalde Alfredo Sánchez, que fue condenado con prisión en setiembre de 2021.
Cáceres apeló a la Justicia tras no haber recibido respuesta a la solicitud de información pública que en abril del año pasado presentó ante la comuna coloniense. Hace un par de semanas se llevó a cabo una audiencia en el Juzgado Letrado de Colonia del Sacramento. En esa instancia la comuna coloniense presentó un escrito en el que señala que, “respecto a la afectación al erario público” que tuvieron las maniobras de corrupción lideradas por Sánchez, “la misma no se ha podido evaluar puesto que la Intendencia de Colonia no ha tenido acceso a la carpeta investigativa del caso en el cual resultó la condena por disposición de fiscalía [de Rosario]” y porque “la intendencia enfrenta una serie de procesos civiles iniciados por los monotributistas” cuyas boletas fueron utilizadas por Sánchez para justificar gastos del municipio, “aduciendo la existencia de una relación laboral, lo cual es controvertido por nosotros”. La documentación presentada por la comuna en la que reconoce las maniobras de corrupción encabezadas por Sánchez lleva la firma del secretario general y candidato a intendente por el moreirismo, Guillermo Rodríguez, quien apoya tácitamente la candidatura de la hija del “hombre de las mil gauchadas”, Luján Sánchez –también condenada por corrupción–, a alcaldesa de esa localidad para las elecciones municipales que se celebrarán el 11 de mayo.
En diálogo con la diaria, Cáceres, además de ofrecer detalles sobre la documentación aportada por la comuna tras el reclamo judicial, analiza la figura del exalcalde de Florencio Sánchez y ofrece su mirada sobre la relación entre el periodismo y los gobiernos departamentales.
¿Quién es Alfredo Sánchez, “el hombre de las mil gauchadas”? ¿Qué significa Sánchez para los habitantes de Florencio Sánchez?
En el pueblo es una persona que ha sabido moverse políticamente, que siempre encontró en el Partido Nacional a las personas indicadas con quienes vincularse y desarrollar su forma de gestionar, primero en la Junta Local, donde él fue presidente cuando no había municipios, y después en el Concejo Municipal. En todos esos períodos pasó por las gestiones departamentales de Carlos Moreira y de Walter Zimmer, más allá de que en algún momento siempre estuvo criticando a uno a otro: cuando estaba al lado de Zimmer criticaba a Moreira y cuando estuvo al lado de Moreira criticó a Zimmer. Siempre terminó teniendo una buena relación con los dos. Creo que esa buena relación se ve trasladada hoy cuando vemos que, si bien él no puede postularse a la elección del Concejo Municipal de Florencio Sánchez, acompaña a su hija, que va como candidata a alcaldesa, y las figuras a las que apoya desde Florencio Sánchez son Guillermo Rodríguez, el ladero de Carlos Moreira, y Walter Zimmer, que va como candidato a la Junta Departamental. Entonces, Sánchez ha sido una persona que se ha sabido mover en las esferas de poder en el departamento de Colonia.
Además, tiene un vínculo muy cercano a todo un sector de la población de Florencio Sánchez que generalmente ha sido la más carenciada, a la que él le ha otorgado una serie de beneficios y que forma su caudal electoral de 600-700 personas; es decir, 600-700 votos que son los que en este momento Rodríguez está necesitando. En una aparente disputa bastante competitiva dentro del PN, puede terminar siendo una diferencia a su favor.
¿Creés que existen posibilidades de que Luján Sánchez sea electa alcaldesa en esa localidad?
Yo diría que sí. Si bien no hay ninguna encuesta local que permita tener una certeza bastante cercana sobre lo que pueda acontecer el 11 de mayo, lo que sucedió en octubre del año pasado, en la primera vuelta electoral, puede ser una especie de termómetro de lo que pueda acontecer el 11 de mayo. Él mantiene, me parece, un electorado cautivo; si bien podríamos decir que la gestión de Angie Figueredo [candidata a alcaldesa por el sector de María de Lima, que sustituyó a Sánchez en el Concejo Municipal luego de que fuera condenado con prisión] acomodó la casa, creo que no llegó a ese sector de la población donde él tiene un caudal de votos muy interesante. Pero veremos qué pasa el 11 de mayo.
¿No hubo una condena social hacia Sánchez tras la condena de la Justicia por corrupción?
No en ese sector de la población que acompaña a Sánchez. Creo que sí lo hubo en el sector de la población más crítica, que no es apasionada de la política, que no está embanderada precisamente por un partido político y que observó en esas prácticas un proceder totalmente equivocado que, como pudimos comprobar, se alejó de lo que debe ser una buena gestión pública. Pero están aquellos fanáticos de la política que van detrás de una persona, y esa persona puede cometer delitos, como cometió Sánchez, y sin embargo mantener determinada adhesión popular. Vamos a ver si realmente, con el paso del tiempo, con toda la información que ha surgido desde 2021 hasta ahora, esas conciencias que van a votar el 11 de mayo están de acuerdo con el proceder que tuvo Sánchez o lo rechazan plenamente y se da paso a otra gestión totalmente diferente, que esté más cerca o más apegada a la transparencia, la cristalinidad y el buen uso de los medios públicos.
¿Cómo se ha comportado Sánchez con quienes han sido críticos con él? En tu caso, por ejemplo, que has marcado el nivel de corrupción que ha habido en el municipio, ¿qué tipo actitudes tiene o ha tenido contigo?
Yo hablé con él solamente una vez después de que dejó la cárcel. Lo llamamos por teléfono para concretar una entrevista y dijo que en ese momento no estaba interesado en hablar, y de hecho con Centenario no ha hablado. Y su vocero, podríamos decir, es la radio Centro de Cardona, donde se instala seguido y está transmitiendo sus inquietudes a través de ese medio de comunicación. Yo creo que no pretende una entrevista con nosotros porque sabe que manejamos de primera mano los datos que lo llevaron a la cárcel primero y a la destitución a través del juicio político después.
Pero ¿ha ejercido algún tipo de presión hacia la tarea periodística?
No, no, para nada. No hace llamados, no te pesetea con nadie, no ha lanzado algo como criticando lo que se viene publicando. De todas maneras, es muy difícil cuestionar lo que se viene publicando porque toda documentación que estamos publicando no son opiniones, son datos, y datos como los que hemos publicado en estos días, que tienen que ver con la investigación administrativa de la propia intendencia.
Definías la existencia los fanáticos que apoyaban a Sánchez, pero, por otro lado, también ya no del fanatismo, sino de la conveniencia. Marcás bien en las notas que has publicado en Centenario que Guillermo Rodríguez firmó ese documento que sostiene que Sánchez delinquió, que robó a la intendencia y, no obstante, hay un apoyo tácito del moreirismo a la candidatura de su hija.
De todos modos, Rodríguez se ha cuidado, ha evitado mostrarse con Sánchez y, hasta el momento, no ha realizado ningún acto en la localidad.
Sin embargo, de acuerdo con la documentación que nos presentó la Intendencia de Colonia, Guillermo Rodríguez está al tanto de todos los delitos cometidos por Sánchez. Y, a pesar de eso, Rodríguez, Zimmer y Sánchez forman parte del mismo grupo político.
En esa documentación presentada por la intendencia aparecen algunos elementos que son realmente interesantes, como el hecho de que se encontraron en las oficinas del municipio boletas de monotributistas que eran contratados por Sánchez a cambio de votos. Sánchez se quedaba con las libretas de los monotributistas y facturaba. Y él le pagaba a cada uno de los monotributistas. Hay declaraciones de varios de ellos que hablan de que los contrató directamente Sánchez. Además, se comprobó también que figuraba una determinada cantidad de dinero en la factura y no era la que luego llegaba a las manos del monotributista. Se habla también del tema de la aparición de recibos comerciales y libretas de cuentas corrientes donde se asentaban, fuera de cualquier control del municipio y de la Intendencia de Colonia, donaciones para actividades en el pueblo. También se asentaban pagos y nada de eso estaba controlado por el gobierno departamental. Eso está plenamente certificado por abogadas y escribanas de la intendencia. Eso está en el informe administrativo y lo sabe Guillermo Rodríguez. Entonces, nosotros decimos que el vínculo político entre Rodríguez y Sánchez trasciende los delitos comprobados por la intendencia y se asienta en la necesidad de votos que tiene el moreirismo, evidentemente.
¿Las maniobras de Sánchez y parte su familia derivaron en un crecimiento de sus estados patrimoniales de una forma que se haya vuelto ostensible en la localidad?
No, no creo, por lo menos no se ve. En la sanción que les aplicó la Justicia él, la hija, la nuera tuvieron que pagar una multa considerable en unidades reajustables. Recuerdo que para la campaña de elecciones municipales de 2020 Sánchez hizo unas declaraciones llamativas diciendo que no precisaba de nadie, que le sobraba la plata y la tenía amontonada en el banco. “Pongo carteles de primer nivel y no esas porquerías de nylon. No soy un pobre loco”. Eso les decía Sánchez a sus competidores. Decía tener plata amontonada en el banco habiendo ejercido ya un período al frente del Municipio de Florencio Sánchez. Queda la duda ahí. Claro, tampoco sabemos lo que robó, porque eso todavía no está valuado. De todos modos, él lleva una vida normal, no tiene auto de alta gama, no es un hombre de exhibir una potencia económica.
Tras este pedido de acceso a la información pública planteado en la Justicia, ¿la Intendencia de Colonia ha ejercido alguna represalia con Periódico Centenario? Por ejemplo, ¿ha habido un corte de la pauta publicitaria que tenía con ese medio?
Creo que no digo nada novedoso cuando establezco que la publicidad que pagan las intendencias a los medios de comunicación en muchos casos significan su sustento económico. Eso no acontece en Centenario. Nosotros recibimos muy poca publicidad de la Intendencia de Colonia. Son aportes ínfimos. Eso también nos permite llevar adelante investigaciones sin tener el miedo de que se caiga la pauta publicitaria y eso pueda poner en riesgo la viabilidad del medio de comunicación. Nosotros venimos transitando por un camino que apunta a la fidelidad del suscriptor y de empresas privadas, no tanto de organismos públicos. En ese sentido, la Intendencia de Colonia no ha retirado algún banner o imagen que tenía en nuestra web, no ha ejercido ese tipo de represalias.
Creo que a los políticos departamentales y nacionales les cuesta una enormidad responder preguntas y repreguntas. Por eso a veces evitan aquellos medios o aquellos periodistas que están dispuestos a preguntar en serio, que no les levantan el centro para que cabeceen. Creo que tenemos que tener en cuenta nuestro papel ante la sociedad, que es el de preguntar y repreguntar, es el principal papel que tenemos nosotros. Es nuestro papel en la sociedad y, si no lo hacemos, no estamos cumpliendo una buena labor.
Y agrego, además, que esta práctica de pedirle datos a la intendencia no solamente busca poner en la consideración pública asuntos que no lo están, sino que también pretende –por lo menos esa es mi mirada personal– que los gobiernos departamentales entiendan la necesidad de que transparenten sus gestiones y que la documentación que tienen, los datos que tienen, la información que manejan no son propiedad de ellos, son propiedad de la sociedad toda. Es decir, ellos son meros administradores de esa información cuyos propietarios somos nosotros, los ciudadanos de Colonia.