“Formato de Documento Portable (PDF)”. Ese término, que en la actualidad se menciona al pasar porque se encuentra en la vida cotidiana de casi cualquier persona que trabaje con una computadora (e incluso con un celular), era algo inimaginable hasta 1993, y durante algunos años posteriores también.
Charles Geshcke había creado Adobe en 1982 junto a John Warnock. Comenzaron trabajando en la creación de PostScript, un lenguaje que permitía a las impresoras reconocer el contenido de una página, tanto texto como imagen, para poder imprimirlo en alta resolución en una LaserWriter de Apple. Esto inició el fenómeno de la autoedición, es decir, la posibilidad de generar contenido gráfico desde el hogar, con una computadora, una impresora y un software capaz de hacerlo, y en todo caso poder transportar el archivo luego a un taller para llegar a imprimir de forma más industrial.
A principios de los años 1990, con la llegada de Windows, Geshcke y Warnock comenzaron a trabajar en un programa de autoedición que pudiera funcionar también en computadoras con este sistema operativo. Crearon Acrobat y decidieron usar como base PostScript para crear un formato de archivo más liviano, con la ventaja de ser muy fácil de transportar de un dispositivo a otro. Fue así que con Acrobat, en junio de 1993, salió el PDF.
La principal característica de PDF (de nuevo, hoy es algo normal, pero era toda una novedad en esa época) es que es multiplataforma. Los archivos guardados con ese formato pueden ser enviados por internet y reproducidos en diferentes sistemas operativos sin que los documentos sufran modificaciones, incluso aunque se trate de un trabajo compuesto en el que el contenido puede contar con texto, imágenes vectoriales (conformadas por objetos geométricos y curvas de Bézier) o en mapa de bits (compuestas por píxeles). Además permite incorporar una firma digital, encriptación y metadatos.
Popularidad
Durante la primera parte de la década, el formato PDF no logró ser adoptado por el público general porque para utilizarlo había que comprarle la licencia a Adobe. Con el paso de los años se fue flexibilizando el acceso, hasta que en la actualidad no sólo se pueden crear gratuitamente archivos en formato PDF, sino que también es posible crear aplicaciones capaces de reproducirlos sin tener que pagar regalías a Adobe, siempre y cuando cumplan con sus especificaciones.
Esto se debe a que en 2008, la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), estandarizó el PDF como formato abierto. Esto permitió un uso universal en diferentes aplicaciones, al punto que generar un archivo en PDF hoy en día es tan simple como ir a “Archivo” en Google Docs y seleccionar el formato en la opción “Descargar”.
También influyeron los cambios que Adobe le fue haciendo al formato. La especificación de PDF tuvo su última actualización en diciembre de 2020 y siempre viene con algo nuevo. Por ejemplo, las primeras versiones no estaban hechas para que el documento se reprodujera normalmente en una pantalla y quizás nunca fuera impreso, eso cambió cuando se incorporaron los hipervínculos.
El legado
Chuck Geshcke murió el 16 de abril pasado a los 81 años. Fue jefe de operaciones de Adobe hasta 1994 y presidente hasta el año 2000. Su empresa tiene presencia global y además del formato PDF es reconocida por haber sido fundamental en la revolución de las artes gráficas y el contenido audiovisual a través del software con la creación de Flash, Photoshop, Illustrator, Premiere o After Effects. Dos décadas después de la jubilación de Geshcke, la compañía sigue trabajando en las actualizaciones de muchos de los programas que ayudó a desarrollar a principios de la década de 1990.
Shantanu Narayen, director ejecutivo de Adobe desde 2007, publicó una carta en el blog de la empresa despidiéndose de su colega, calificándolo de “guía y héroe”. Warnock, que fundó la empresa junto a él, dijo que Geshcke fue su “modelo a seguir, mentor y amigo”.