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Una versión libre del maravilloso Tío Vania, de Anton Chéjov, llegó a la sala La Gringa: El amor es un bien, del dramaturgo argentino Francisco Lumerman (fundador de la escuela Moscú Teatro, y el actor que interpreta a El triste en la serie El Marginal), estará a cargo de la directora Virginia Marchetti y de los actores Carmen Laguzzi, Álvaro Pozzolo, Javier Chávez, Álvaro Correa y Victoria Novick. En la obra, Sonia y su tío Iván atienden un hostel en un pueblo del interior y tienen como único huésped a un médico joven que no sabe por cuánto extenderá su estadía. Con la llegada del padre de Sonia y su nueva pareja la convivencia se vuelve compleja, y la vida de estos cinco personajes comienza a perderse en un viaje de canciones, dulces caseros y fracking.

Cuando en 2016 Lumerman estrenó esta puesta –y, casualmente, en paralelo también dirigió No daré hijos, daré versos, de Marianella Morena– dijo a Página 12 que se sentía muy identificado con Chéjov: “Cuando lo leo, siento que entiendo algo que va más allá de lo intelectual. Me reconozco, me hace espejo. Da en la tecla de la contradicción de existir. Los personajes de sus obras saben que podrían hacer otra cosa y no la hacen, eso me parece muy poderoso”, cuenta el dramaturgo, a la vez que subraya la capacidad del autor para crear personajes que reflexionan sobre su inacción, desde una mirada “piadosa sobre la humanidad”.

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