“Primero pensamos: ‘Vamos a ver qué nos dice, porque capaz que nos manda a cagar, y la verdad fue que no, se re copó y fue mágico”. Gonzalo Zipitría, de Boomerang, está hablando de Fernando Cabrera, que aportó su voz en “Vigilia”, tema de El encanto (2018), el más reciente disco de la banda. “En cierto punto, al ser invitado por una banda más joven que hace una cosa totalmente distinta, se sintió resignificado”, opina el cantante, guitarrista y líder de Boomerang.
El videoclip de “Vigilia” se acaba de estrenar en Youtube. La canción fue compuesta por Luis Angelero –el otro guitarrista de la banda–, y dicen que cuando la terminó le repetía a sus compañeros: “Acá me imagino a Cabrera”, aunque ellos no entendían dónde podía encajar la voz del cantautor. “Lo llamé y se copó. Cayó al estudio el mismo día que lo llamamos, incluso trajo cosas grabadas en el celular, y estuvo buenísimo”, cuenta Zipitría.
“Se vuelve a ir el tiempo solo. / Vuelve a mentir tu cara pidiendo perdón. / Estoy ahí donde ya no quieres pararte, / me siguen confundiendo con vos”, dice el arranque de la canción, que Ignacio Benedetti, director y guionista del video, interpretó que ostenta un mensaje de “redención”, para la que imaginó un mundo posapocalíptico “raro”, cuenta el cantante. Eso se confirma en el volado video, con un padre, una hija, un bosque, cadenas y transformaciones extrañas, dignas de un mal viaje onírico.
El encanto es un viaje distinto respecto del anterior álbum de Boomerang, Engañamundos (2014), que tenía un marcado pulso bailable. La mayoría de las canciones del nuevo disco son mid tempo, porque al componerlas partieron más que nada de patrones rítmicos de batería y de loops, que los llevó a una música más densa. “Los temas son un poco mas oscurotes, por decirlo de alguna manera, pero todos conviven muy bien formando en el disco. Buscamos que no tuvieran tanta dinámica como en álbumes anteriores, en los que había un tema más pop, otro más rock, etcétera. Estos tienen todos una atmósfera similar”, explica el cantante.
Zipitría comenta que a Premiere, el debut discográfico de la banda, allá por 2005, lo hicieron “súper matemático”, con muchas capas de sonido y “superproducción”; en cambio, el segundo, Complicado (2009), que abría con “Días de gloria”, lo grabaron en vivo, todos juntos en el estudio al mismo tiempo, “totalmente despojado”. “Engañamundos es como una mezcla de eso, y en El encanto tratamos de jugar más con el silencio, nunca nos habíamos dado esa chance. En muchas canciones hay un piano y el bajo, y no se necesita más nada. Esa es la gran diferencia con los otros discos. También hay mucho juego de producción y mezcla en las voces, que nunca habíamos hecho”, cuenta.
En cuanto a las influencias, en los primeros dos discos se notaba que Boomerang había bebido a grandes sorbos de la fuente del britpop. El gusto de Zipitría por esa movida noventera inglesa iba más allá de Blur y Oasis, ya que también escuchaba bandas como Pulp y The Stones Roses. De todos modos, acota que se colgaba con “toda la música en inglés desde muy pendejo”. “Desde los 15 hasta los 20 estuve en bandas punk y hardcore. Me fui de gira con Hablan por la Espalda cuando éramos chicos. Soy fanático de los Stones y los Beatles a morir. Eso en realidad siempre me ganó”, admite. Por eso, para Zipitría significó “tocar el cielo con las putas manos” cuando su banda fue la elegida para telonear el recital de The Rolling Stones el 16 de febrero de 2016 en el estadio Centenario. “Eso fue cumplir el sueño de cualquier persona viva a la que le gusta la música; además, haber estado con ellos... De tanto leerlos, verlos y todo, son como los imaginaba, como que ya los conocía. Cuando apareció Ron Wood fue como me lo imaginaba. Fue mágico. Estuvimos 15 minutos con ellos. Yo tenía cosas preparadas para decir pero todo se esfumó en un segundo”, rememora.
Recuerdos aparte, Boomerang dará hoy su primer show del año a las 22.00 en Bluzz Live (Daniel Muñoz y Defensa), con entradas por RedTickets a $ 345 y 2x1 para Comunidad la diaria. Sonarán los temas de El encanto y también habrá un repaso de los anteriores discos, por lo que por momentos la movida será de bailongo. Habrá de todo, pero Cabrera no estará de invitado, porque ya estuvo en la presentación oficial del disco el año pasado. “A Fernando no le puedo pedir más favores”, confiesa Gonzalo.