A fines de marzo del año pasado estaba prevista la exhibición de esta obra durante la Semana de Turismo, pero se suspendió por un paro de los trabajadores de la Intendencia de Montevideo. Este año el Solís vuelve a incluir la puesta de la obra del escocés James Matthew Barrie, ahora en el feriado de Carnaval, el martes 5 de marzo a las 18.00 en la sala principal.
El teatro cuenta con el equipamiento necesario a estos efectos, que en principio se destinó a proyectar en directo producciones del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y cuyo uso posteriormente se extendió a proyecciones diferidas de otras compañías de similares características, como el Bolshói de Moscú y, en este caso, el National Theatre de Londres, en coproducción con el Bristol Old Vic Theatre. En todos los casos se trata de grandes montajes, en alta definición, subtitulados, que manejan estéticas contemporáneas.
El legendario personaje de Barrie, creado para una obra de teatro que se estrenó en 1904, es un niño que nunca crece y tiene la capacidad de volar, gracias a la magia de su compañera inseparable Campanita. Eternizado en sus diez años de edad, odia el mundo adulto y vive en el país de Nunca Jamás, una isla fantástica en la que habitan piratas, indios, hadas y sirenas. Historia versionada y reversionada infinidad de veces y en los más diversos estilos y lenguajes escénicos, sus personajes han acompañado con sus aventuras a los niños de numerosas generaciones, siempre vigentes en la medida en que la historia encarna la irreverencia de la niñez y la maravilla de la inmersión en un mundo donde reina la imaginación.
Cuando Peter Pan, el líder de los Niños Perdidos, pierde su sombra, Wendy lo ayuda a recuperarla y se gana, como manifestación de agradecimiento, la invitación a Nunca Jamás, donde esperan Campanita, Tiger Lily y el vengativo Capitán Garfio. Allí, como es de esperar, se produce un aluvión de magia, música y fantasía en esta ingeniosa puesta dirigida por Sally Cookson. “Todos los niños crecen, excepto uno”; con esa premisa, casi consigna, el espectáculo pone en escena una obra en la que el vuelo es protagonista y que aborda la intensidad de los temas relacionados con el crecimiento. Cautivador y divertido, con elementos que deleitan y entretienen a chicos y grandes, el espectáculo es fiel al original, sin que falte ninguno de sus personajes emblemáticos, aunque tiene algunos giros sorpresivos que la vuelven una versión fresca y renovada.
Las entradas están a la venta, a un costo de $ 400; los suscriptores de la diaria tienen beneficio de 2x1; los estudiantes pagan $ 300 y los miembros de la fundación Amigos del Teatro Solís, $ 280.