Cultura Ingresá
Cultura

Sergio Blanco, durante un ensayo de Cuando pases sobre mi tumba.

Foto: Nairí Aharonián

Cuando pases sobre mi tumba, de Sergio Blanco, fue seleccionada para el próximo Festival de Avignon

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Teatro uruguayo a Francia.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Cuarenta años después de que Pablo Picasso pintara Las señoritas de Avignon y cambiara las referencias de la pintura, en esta ciudad francesa se creaba el Festival de Avignon, uno de los esperados encuentros internacionales que reúne decenas de espectáculos de artes escénicas, música y artes plásticas, transformando a su patrimonio arquitectónico en distintos lugares de representación.

Para esta edición, que se espera poder realizar entre el 3 y el 23 de julio, se seleccionó Cuando pases sobre mi tumba (https://ladiaria.com.uy/articulo/2019/8/heroes-del-exceso-con-el-director-y-dramaturgo-sergio-blanco/), de Sergio Blanco, como parte de la programación oficial. Esta obra, interpretada por Alfonso Tort, Gustavo Saffores y Enzo Vogrincic, se estrenó en 2019 en el teatro Solís, y se convirtió en una nueva puesta de Blanco que explora el cruce de relatos reales y ficcionales, luego de Tebas Land (2013), Ostia (2015), La ira de Narciso (2015) y El bramido de Düsseldorf (2017).

Esta vez, el dramaturgo homenajea al Frankenstein, de Mary Shelley, y celebra al héroe romántico, cruzando eutanasia y necrofilia en una clínica de lujo y un hospital psiquiátrico. Como parte de la apuesta, decidió escribir el texto en manuscrito, ya que para él la escritura también es un trabajo físico y corporal, además de intelectual. Como le decía a la diaria en su momento, “quería escribir como se escribía la gran literatura, y por me gustaba imaginar cómo escribirían Shakespeare, Marlowe, Lope de Vega, Milton, Sor Juana Inés de la Cruz. Quería ir a esa escritura nocturna, al trabajo en papeles. La cosa más orgánica y primaria de la escritura”.

Para Blanco, el proceso de escritura se acerca a un suicidio permanente, siempre validado por seres atormentados, por personajes que “salvan de la vida aburrida y tediosa”. Que “rompen las reglas”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la cultura?
None
Suscribite
¿Te interesa la cultura?
Recibí la newsletter de Cultura en tu email todos los viernes
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura