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Willy Crook (archivo, noviembre de 2011).

Foto: Ministerio de Cultura argentino

El músico argentino Willy Crook murió el domingo, a los 55 años

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Entre otras bandas, integró Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

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Leído por Andrés Alba.
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El domingo falleció el músico argentino Willy Crook, luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular el 8 de junio. Tenía 55 años. La noticia fue confirmada en Twitter por su jefa de prensa, Paula Alberti: “Es de una inmensa tristeza hacerles saber que Willy Crook ha fallecido el día de hoy. Les haremos llegar su lugar de descanso y despedida en cuanto su señora madre supere en parte este tristísimo momento. Gracias a todos por el apoyo incondicional de tantos días. Un gran abrazo”.

Eduardo Guillermo Pantano Crook nació en Villa Gesell y pasó la adolescencia en Europa. “La música no figuraba en mí; para mí los discos los grababan los astronautas, qué se yo, seres míticos”, contó a Télam en 2015. “Felizmente, ella gustó de mí y es una dama que supo manejarme hasta el día de hoy, y corregirme bastantes caprichos e imperfecciones. Es lo que justifica mi presencia en este planeta y veo que por una suma de dinero que a mí me permite vivir, puedo poner feliz a la gente”.

Su primera aparición reconocida fue como saxofonista en Gulp!, primer disco de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, editado en 1985. Un año más tarde formaría parte de Oktubre, segundo disco de la mítica banda. “Quienquiera que sea Patricio Rey decidió, según Skay [Beilinson] y [la Negra] Poli, que yo tenía que tocar. Y mi única habilidad era manejarme con las bebidas alcohólicas”.

“El Indio [Solari] era consciente de todo esto y no estaba de acuerdo con Patricio Rey. Decía: '¿Qué hace este energúmeno acá?'. Pero después aprendí, porque entendí que iba a pasar una sola vez ese trencito, y que está bueno pertenecer a algo”. Más tarde dejaría la banda. “Una de las razones que me hicieron abrirme de los Redondos es que yo no escucharía a un grupo que tenga saxo en todos los temas”, aseguró en la entrevista con la agencia argentina.

Su regreso se dio en algunas presentaciones multitudinarias, y allí tomó conciencia de la dimensión de la banda, que él consideró “exagerada”. “Exagerada desde mi punto de gusto, no de vista”, aclaró. “En el tiempo que estuve fuera, 'Patricio Rey...' se transformó, más que en un grupo groso, en un movimiento social con tintes de fanatismo que no comparto en lo más mínimo. Pero que yo no lo comparta es irrelevante”, agregó en su momento.

Formó parte de bandas como Riff, Los Abuelos de la Nada y el Fontova Trío, que, en sus palabras, “aportaron a consolidar una robusta promiscuidad de estilo”. Colaboró con Sumo, Charly García, Los Fabulosos Cadillacs, Andrés Calamaro y la Mona Jiménez, entre otros. Y desarrolló una carrera solista en la que editó 11 discos. Varios de ellos con la banda que formó en 1997, Willy Crook & Funky Torinos.

Fue considerado un referente del funk de la vecina orilla, etiqueta que no le resultaba cómoda. “Me encanta, tengo momentos muy buenos y figura entre la música excelente a la que le falto el respeto”. Agregó: “Mucha gente se da cuenta de que es canchero, está relacionado con todo, porque en sí es una especie de rythm & blues urbano. Y precisa, como el blues, de un ingrediente puntual: tenés que tener onda”.

Se tomó más de una década de silencio artístico y en los últimos años interpretaba clásicos y versiones con su banda. Como a tantos, la pandemia lo obligó a reinventarse. “Es muy frustrante, porque impide la verdad de la situación que es algo tan sencillo como juntarse y tocar para gente que se junta a escuchar. Es muy frustrante, por el espectáculo y, segundo y principal, porque nos tenemos mucho cariño en la banda, respeto, admiración. Hay una buena onda repugnante. Es espantoso no poder juntarnos”, dijo en 2020.

“El ser humano, a lo largo de su historia, se ha tropezado con la verdad más de una vez, pero siempre se ha levantado y ha seguido camino, así que no sé si quedará alguna enseñanza de esto. Lo que sí me enorgullece es que sí tenemos algo en común con los animales. No es la nobleza, desde luego, sino el peligro de extinción”.

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