El Centro Cultural Miguel Ángel Pareja de Las Piedras inaugura el viernes la exposición Hoy es siempre todavía, en homenaje al centenario del nacimiento del pintor, muralista y pedagogo Dumas Oroño. La muestra estará abierta durante el Día del Patrimonio y continuará, con visitas agendadas, hasta el 30 de noviembre.
Oroño fue uno de los primeros integrantes del Taller de Joaquín Torres García. “Pero es mucho más que eso”, cuenta a la diaria el profesor Marcel Suárez, especialista en historia del arte. “En la exposición van a encontrar obras que tienen un carácter mucho más personal, y también se van a encontrar con la aplicación, con un lenguaje muy personal, de lo que aprendió en ese taller. Para nosotros es un privilegio, una emoción muy grande, un deber que sentimos con Dumas, porque él es un pedrense más, de adopción”.
Suárez define al artista como “un referente muy importante en la cultura nacional. Si bien no era nativo de Las Piedras (nació en Tacuarembó), trabajó en un período muy importante y dejó una huella con su obra individual y también como gestor cultural. Además de su trabajo como profesor de dibujo, participó en una movida cultural muy intensa que se desarrolló de 1963 a 1965, cuando, junto a otros colegas, promovían actividades culturales”.
Además de organizar exposiciones, Oroño invitó a otros integrantes del Taller Torres García a dejar obra en el liceo Manuel Rosé de Las Piedras. “Fue uno de los principales impulsores de la colección de arte, en la que se destaca la campaña de realización de murales, en la que participaron Augusto Torres, Manuel Pailós, Francisco Matto y el propio Dumas. Es uno de los pocos edificios que conserva in situ los murales, que son de una calidad excepcional”, agrega Suárez. “Hoy es Monumento Histórico Nacional, y además de valer como edificio diseñado por José Scheps, es una colección excepcional de arte en un liceo público”.
Como artista, Oroño tomó las enseñanzas de Torres García como punto de partida. “Sobre todo la idea de tener en cuenta la estructura compositiva de la obra. Pero desarrolló un lenguaje propio, capaz de hacer un paisaje, retratos o trabajos de taller con bodegones, naturalezas muertas donde se evidencia el dominio del claroscuro y la perspectiva, toda la tradición pictórica occidental. En los años 70 y 80 además desarrolla lo que él llamaba las ‘antipinturas’, una serie de obras con un lenguaje sumamente personal, más despojado, menos estructurado a primera vista, combinando técnicas y materiales que no eran habituales, incorporando, además del óleo, elementos texturados que le dan volumen a la obra”.
La muestra hace honor a la versatilidad del homenajeado. “Abarca esa diversidad de temas y de lenguajes pictóricos, que pasan por obras de estilo constructivo, obras con técnicas mixtas, ‘antipinturas’ y pinturas de carácter naturalista. Que son obras de estudio, pero muestran un virtuosismo técnico que sorprende, porque uno cree que Oroño era un pintor que tendía a las formas planas, y sin embargo cuando quería representar la tridimensionalidad lo hacía sin ningún problema y con el mismo virtuosismo con que podía hacer una obra más abstracta”.
Dumas al rescate
Oroño fue parte de una lenta operación de “rescate” de una pintura de Joaquín Torres García, que fue la primera que tuvo el liceo, con la que inició su colección. “En 1949, la comisión de padres resolvió comprar una pintura de Torres García llamada ‘Ponte Vecchio’, que en 1974 fue confiscada. Una inspectora consideró que el liceo no era seguro, y al día siguiente vino una camioneta y se la llevó con rumbo desconocido”, recordó Suárez.
Pasó casi una década sin que se supiera lo que había ocurrido con la pintura. “Dumas tuvo la suerte de descubrirla a través de una entrevista de televisión. Entrevistaron a un jerarca de lo que era el Conae [Consejo Nacional de Educación] y de fondo estaba el cuadro. Ahí empezó su militancia llamando a conocidos, haciendo gestiones ante las autoridades de la educación pública para recuperar el cuadro. Insistió muchísimo junto con colegas, y ahí entré yo como profesor joven, acompañando a otros profesores que habían sido sus alumnos o conocidos directos”.
“Se tardó 20 años más en recuperarlo; el cuadro estuvo 30 años fuera del liceo. En 2005 fue cuando finalmente el Codicen aceptó su devolución. Llegó al liceo en febrero, a poquitos días de haber fallecido Dumas. No pudo ver el retorno, estaba al tanto pero no pudo participar en una gestión que se inició con él”.
Hoy es siempre todavía. Exposición por el centenario de Dumas Oroño. Centro Cultural Miguel Ángel Pareja, Las Piedras. 1° de octubre al 30 de noviembre, con agenda.