En enero Montevideo se vacía y los balnearios de la costa se llenan de gente. Las rutinas cambian y todo lo relacionado con la playa y el aire libre conquista terreno. Aunque solemos identificar el verano exclusivamente como tiempo de descanso, hay propuestas para disfrutar de las vacaciones incluyendo la lectura y la creatividad. Además, la lectura es una actividad que suele relacionarse con las vacaciones y el ocio, cuando hay tiempo para zambullirse en un buen libro. Va acá un puñado de opciones –dos en Montevideo en febrero, una en la costa de Rocha que arranca ya– que combinan lectura, juego y disfrute.
Tres gatos locos
En La Pedrera, donde reside, Laura Lobov se tira al agua este año con una propuesta para niñas y niños de ocho años o más. “A partir de la lectura y el encuentro con diferentes textos y disparadores, nos dejaremos sorprender como gatos curiosos. Meteremos nuestras narices de lleno en la imaginación para jugar con las palabras y crear nuevas historias, poemas y aventuras”, anuncia.
Lobov es argentina y vive en el balneario rochense desde 2015, donde da talleres de escritura para niños y jóvenes, además de estar al frente del programa de fomento de lectura en escuelas públicas Nos Vamos Leyendo. Es poeta y una apasionada de los libros para niños y jóvenes, en los que se especializó e investiga.
Estos talleres de verano comenzarán la semana próxima y los encuentros serán los martes y jueves de 18.00 a 19.30 en El Puente Azul. El precio por encuentro es $ 250, con una cuponera de cuatro clases a $ 800.
“La idea es retomar el formato que uso durante el año. Hicimos muchas cosas: escritura colectiva, creación de personajes, creación de otros mundos, poemas, libros objeto, en un trabajo más a largo plazo porque teníamos la posibilidad de vernos todas las semanas. Pensé que estaba bueno ofrecer una actividad tranquila para la tarde, algo que no tuviera que ver con la playa y que conectara con que las vacaciones siempre son un lugar donde surgen historias, porque hay gente desconocida, amigos nuevos, aventuras, hay un tiempo de exploración que durante el año es más difícil de tener. La idea de hacerlo dos veces por semana en lugar de una tuvo que ver con ofrecer más opciones porque en vacaciones los tiempos son otros y no hay horarios tan fijos. También, si hay ganas, que haya posibilidad de continuidad: si alguien viene diez días a La Pedrera, que pueda venir varias veces. Está pensado para contemplar la posibilidad de hacer un taller solo, por eso van a ser unidades: cada vez va a haber un tema, una propuesta, y la idea es que sea un juego, que a partir de determinados materiales y propuestas sea bastante abierto”, cuenta Lobov.
Febrero en Ludosóficos
La siempre inquieta Vera Navrátil, directora de Ludosóficos, vuelve al formato veraniego de dos opciones que combinan verano con literatura: una dirigida a niños de seis a 13 años, la otra para adolescentes. La cita es en la casa ubicada en el barrio montevideano de Palermo (Maldonado 1760 esq. Gaboto). Por más información y reservas: 098 898 779.
Para los más chicos la propuesta es Camino verano: cuatro jornadas los lunes de febrero, de 14.00 a 18.30; se trata de encuentros independientes, con actividades distintas, a cargo de seis talleristas especializados. La idea es “ofrecer una experiencia memorable a todos los que quieran vivirla”, que incluirá momentos de juego físico, de conexión con la naturaleza, de contacto respetuoso con animales, juegos de agua en la piscina, juegos teatrales, narración de cuentos, juegos filosóficos y enigmas. El punto de salida es la casa de Ludosóficos, desde donde se trasladarán a la granja Agustina, en Peñarol. El costo por jornada es de $ 800 e incluye el transporte. Como la actividad tiene cupo limitado, es necesario reservar (y se abona previamente).
Por otra parte, Ludosóficos tiene una opción para adolescentes; la oferta para ese rango etario es una de sus fortalezas. “Es una invitación a todos aquellos que disfrutan de historias contadas en voz alta”, define Navrátil. Se eligió la novela La puerta de los pájaros, del español Gustavo Martín Garzo para desmenuzarla en la lectura compartida. “Disfrutamos de un cuento que nos lleva a otro tiempo, nos adentramos en un bosque y degustamos delicias que los propios participantes traen para compartir y otras que ofrecemos en el espacio. Lo demás hay que vivirlo”, cuenta.
La cita será los jueves de febrero, de 17.00 a 19.00. La actividad tiene cupo limitado y es necesario reservar.
Tu jardín ambulante
La escritora Virginia Mórtola, que acaba de publicar Jardín ambulante en el sello Criatura editora, ofrece un taller creación de herbarios y escritura de diario, que tendrá lugar en la librería Escaramuza (Pablo de María 1185) los miércoles de febrero, de 15.00 a 16.30. Está dirigido a niños de siete a 13 años y, con la flamante novela como excusa propiciatoria, la idea es que cada participante cree su propio herbario y lo convierta en su diario de investigación sobre la naturaleza.
“En estos cuatro encuentros vamos a conocer la historia de los herbarios y diferentes formas de crearlos, para que cada uno y cada una puedan elegir cómo será el suyo”, explica Mórtola. Así, el primer herbario del botánico Luca Ghini, de 1551, y el herbario poético de Emily Dickinson estarán entre las referencias y fuentes de inspiración. “Porque los herbarios, además de ayudarnos a reconocer las especies, pueden ser jardines llenos de belleza y poesía según el modo en que se elige combinar las flores”, argumenta Mórtola. La invitación es a crear, leer, escribir e imaginar, inspirándose en la naturaleza.
Es un taller presencial y los cupos son limitados, por lo que hay que reservar. El precio es $ 1.800. Por más información y reservas: actividades@escaramuza.com.uy, o por Whatsapp al 091 400 034.