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Caperucitas para leer

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Son innumerables las versiones de Caperucita Roja; seleccionamos cinco como para empezar a bucear.

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Editar

» La noche de la visita, de Benoît Jacques. Traducción de Grassa Toro. Abuenpaso, 2021. 110 páginas. $ 960. Distribuye Ludosóficos; envío gratis en Montevideo. En una edición cuidada, con ilustraciones a dos tintas en las que el rojo juega con la gama de grises, esta versión de Caperucita Roja se centra en el punto de vista de la abuelita. La apuesta es a una lectura libre del original con énfasis en el humor. La anciana no escucha al lobo y lo saca de quicio, en un crescendo de desconcierto y fastidio muy bien llevado mediante la rima y el juego con la tipografía. La sorpresa es la clave en esta versión sombría e hilarante en la que los roles se trastocan.

» Caperucita Roja. Texto de Beatrix Potter a partir del cuento de Charles Perrault, ilustraciones de Helen Oxenbury. Traducción de Carlos Mayor. Juventud, 2019. 44 páginas. $ 690. De las cuatro que elegí, esta es la que seguramente se parezca más a lo que cada uno tenga como idea de un cuento de Caperucita. El texto es bastante fiel al original y las hermosas ilustraciones, de paleta suave y tono bucólico, contrastan con el desarrollo de la historia y la lobreguez con que el lobo va tiñendo la escena. El texto mantiene el sonido de la oralidad –es imposible no tentarse de leerlo en voz alta imaginando un interlocutor– y la ilustración refiere a las de décadas atrás, todo lo cual contribuye a leerlo en clave de clásico.

» La Caperucita Roja, de Leicia Gotlibowski, texto original de Perrault. Libros del Eclipse, 2006. 32 páginas. $ 690. Distribuye Dinámica. Unas enormes fauces de lobo con ojos de luna devoran un bosque entero, de alfombra roja. Esa imagen potente en la tapa anticipa una Caperucita que se ciñe al texto de Perrault, al que cruza con la Revolución Francesa y María Antonieta ambientada en la Belle Époque. La ilustración es sublime y dialoga con el arte de las épocas aludidas, al tiempo que el texto no disimula la oscuridad del original y juega con la polisemia y alude a la guillotina. Hay moraleja –claro, es el texto de Perrault– y numerosas referencias que dan para lecturas e interpretaciones múltiples, para rumiar sin culpa.

» La verdadera historia de Caperucita, de AR Almodóvar y Marc Taeger. Kalandraka, 2009. 36 páginas. $ 825. Una Caperucita con gato y sin cazadores es, de pique, suficiente gancho para mí, pero el encanto de esta versión va mucho más allá. El juego con los diminutivos y aumentativos, la apuesta por el color y la ilustración de tono infantil, la picardía como elemento que comparten los personajes antagónicos, y el suspenso en la peripecia (con una resolución bien a tono con el humor infantil), son puntos altos de esta historia de una Caperucita que cruza el bosque de ida y de vuelta.

» La niña de rojo, historia e ilustraciones de Roberto Innocenti, escrito por Aaron Frisch. Traducción de Carlos Heras Martínez. 40 páginas. $ 1.290. Una versión terrible de Caperucita, que lleva los arquetipos del cuento tradicional a la actualidad. El bosque es la ciudad, con todas sus miserias, atractivos, contrastes y peligros. Una ilustración expresionista, sobrecargada, que apela al grafiti, al pop, a una paleta de colores que contrasta las sombras con la saturación, a la desmesura que agota y angustia, es el vehículo ideal para esta pequeña tragedia urbana que no ahorra oscuridad y que ofrece dos finales, como para que ese de carácter mágico de la última página nos devuelva la respiración.

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