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Fernando Santullo y Carlos Casacuberta en el Cosquín Rock, en la Rural del Prado (archivo, abril de 2024).

Foto: Ernesto Ryan

Peyote Asesino festeja 30 años de su disco debut con recital, libro y reedición en vinilo

4 minutos de lectura
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La banda se presenta este sábado en Sala del Museo.

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“Cazo el micrófono/ y empiezo a gritar/ un montón de macacadas/ que te van a molestar/ Te va a hacer sudar/ te va a hacer moquear/ El Peyote Asesino está acá”. Son los primeros versos que abren el disco debut de El Peyote Asesino, una canción homónima que era toda una carta de presentación

Fue hace tres décadas que el quinteto integrado, en aquel entonces, por Fernando Santullo, alias L Mental (voz), Juan Campodónico (guitarra), Carlos Casacuberta (guitarra y voz), Daniel Benia (bajo) y Pepe Canedo (batería) irrumpió en las bateas y en los escenarios con una mezcla de estilos y ritmos –hip hop y sus muchos derivados, amalgamados con metal, funk y afines– que resultaron más que novedosos, en la mitad exacta de una década en la que el rock uruguayo descansaba sobre una aburrida meseta, en la que faltaban cientos de compases de irreverencia.

La banda nunca tocó el disco completo y en orden; por eso, el festejo por los 30 años de aquel debut en las bateas, que tendrá lugar este sábado en Sala del Museo, será una oportunidad única. El Peyote Asesino se despachará con un show en el que tocará todas las canciones, y en el mismo orden, del primer disco, y la segunda mitad estará dedicada al material de sus siguientes dos álbumes, Terraja (1998) y Serial (2021).

El pulso funk de “Chupando la cuchara”, en plan Red Hot Chili Peppers criollos. La llevada punk de oscuridad ochentera de “Todos muertos”, con su llamado a sacar la rabia, que cambia el ritmo sin avisar, para dejar pasar un hilo hedonista: “Dame un beso, nena/ lo que quiero es tu saliva/ estamos todos muertos/ pero hay que bailar igual”. El hip hop más clásico de L Mental, la irreverencia de “H.K.”, que tira dardos humorísticos para los Hare Krishnas, pasando por la crítica para los charlatanes antisistema en “Tanta parla”.

Y ni que hablar de la corta pero directa, y casi candombera, “La concha”, con su endiablado bajo, que si bien es en plan chistoso no deja de ser la oda al cunnilingus más explícita de la música uruguaya –tampoco es que haya demasiado corpus de canciones para comparar, claro está–. Estas son algunas de las canciones de aquel disco, con una personalidad sonora que, 30 años después, hacen que al medio compás ya sepamos que El Peyote Asesino es eso que está ahí.

Libro y vinilo y librillo

Pero los festejos por los 30 años del primer disco del Peyote no se quedan allí, ya que, hace pocas semanas, la editorial Estuario publicó un nuevo libro de su colección Discos enfocado justamente en el álbum debut de Santullo, Campodónico y compañía. El libro está a cargo del periodista Pablo Izmirlian, que se hizo fan del grupo desde adolescente y llegó a crear una página web –no oficial– dedicada al grupo, cuando la World Wide Web aún estaba en pañales digitales.

Pero, a diferencia de otros libros de la colección, Izmirlian no dejó salir su yo –excepto por algunas pinceladas que vienen al caso– y se despachó con un trabajo periodístico de estilo directo, sin firuletes ni cosas raras, tomando como base entrevistas con todos los integrantes de la banda –también consultó a otras personas que tuvieron relación con el grupo–.

El libro está dividido en tres partes bien concretas y separables. En la primera tenemos la historia del germen del Peyote, incluido el derrotero de exilio y desexilio de varios de sus integrantes, y las primeras idas y vueltas, con músicos que finalmente no formarían parte de la banda. Un mero detalle de esas páginas es que hay visiones encontradas sobre el momento exacto en que decidieron formar el grupo.

La segunda parte es la más rica en lo que refiere a la música –que, al menos en un mundo ideal, debería ser lo más importante–, porque allí nos encontramos con un repaso del disco, canción por canción, como suele ser la regla de la colección, pero en la que el periodista casi no interviene: es la visión pura y dura de los cinco integrantes sobre cada canción. Obviamente, esa sección es ideal para leer mientras se escuchan las canciones, porque da como resultado una especie de visita guiada al disco a cargo de los protagonistas.

La tercera parte –más corta– cuenta lo sucedido con aquel primer disco en el tiempo más inmediato a su salida, que sentó las bases para que el productor argentino Gustavo Santaolalla parara el oído y les produjera su siguiente álbum. El libro es de lectura ágil –se liquida en un par de días como si nada– y te deja más que satisfecho con toda la información que despliega y, a su vez, con ganas de seguir leyendo lo que pasó durante y después de Terraja.

Como si todo esto fuera poco, el disco debut acaba de ser reeditado en vinilo por el sello Bizarro, con nuevo masterizado –de Julio Berta– y un librillo que incluye un fotorreportaje de la grabación del álbum –que también está en el libro– visto por el ojo de la cámara de Matilde Campodónico –hermana de Juan–. En resumen: hay toque, libro y vinilo. Para el que le gusta el Peyote, tres platos.

El Peyote Asesino este sábado a las 20.00 en Sala del Museo (Rambla 25 de Agosto y Maciel). Entradas $ 1.200 en Redtickets. El Peyote Asesino/El Peyote Asesino, de Pablo Izmirlian, con fotografías de Matilde Campodónico. 180 páginas. Estuario. 2025.


El Cuarteto de Nos en el Antel Arena

La banda comandada por Roberto Musso tocará este sábado desde las 21.00 en el Antel Arena para presentar su último disco, Puertas. Las entradas se consiguen por Tickantel a $ 1.850 y quedan pocas.

Lali en la rambla

La cantante argentina Mariana Espósito, conocida artísticamente como Lali, se presenta este sábado a las 20.00 en la rambla de Punta Carretas (frente al Club de Golf), en el marco de la gira de presentación de su último disco, No vayas a atender cuando el demonio llama (2025). Las entradas se consiguen por Redtickets y valen $ 1.900 y $ 3.500.

De Troilo a Piazzolla en la Zitarrosa

El domingo a las 20.00, en la sala Zitarrosa, la Orquesta Escuela de Tango Bien de Abajo, que está formada por jóvenes instrumentistas, tocará temas representativos del estilo de la orquesta del legendario Aníbal Troilo. A su vez, el Néstor Vaz Quinteto interpretará música de Astor Piazzolla. Además, Nelson Pino y Valeria Lima, “dos de las voces mayores del tango uruguayo, participarán con su talento interpretativo en ambas propuestas”, se consigna. Las entradas se consiguen por Tickantel a $ 400.

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