Creado hace 25 años en la ciudad de San Pablo, el grupo vocal y de percusión corporal Barbatuques no venía a Uruguay desde 2019. Su sonoridad mixtura estilos y estéticas que navegan por ritmos tradicionales y contemporáneos. Explora la fonética, aspectos rítmicos, armónicos y melódicos de la tradición popular brasileña al pop. “Tradición, vanguardia, polirritmia y pura energía escénica” sintetizan la propuesta de estos músicos que, “con su cuerpo como instrumento, crearon un lenguaje único que revolucionó la música vocal y rítmica”.
“Nuestras influencias son muchísimas y, afortunadamente, hemos tenido la suerte de tocar y colaborar con varios artistas que admiramos como referencias: Bobby McFerrin, Hermeto Pascoal, Naná Vasconcelos, Lenine, Chico César, Meredith Monk, etcétera. Al principio, cuando empieza Barbatuques no conocíamos a nadie que hiciera música corporal de esa manera. Sí que hay muchas formas de hacer música con el cuerpo desde siempre, pero la manera de organizar eso es bastante innovadora en Barbatuques. Al comienzo, nos inspiramos mucho en los grupos de música tradicional brasileña como los de Boi do Maranhão, Maracatu, Catira, Côco, Forró, Xote, etcétera”, cuentan a la diaria.
Aunque no es una propuesta específicamente dirigida al público infantil, el espectáculo que presentará el miércoles en la sala Zitarrosa incluye a ese segmento. Así explican el vínculo con los más chicos: “Desde el principio, en los espectáculos de Barbatuques siempre hubo la presencia muy fuerte de niñas y niños. La entrega siempre fue muy directa, verdadera y divertida. Fue por eso que, después de algunos años, decidimos empezar un proceso de trabajo a partir de los juegos y canciones de las infancias para componer las canciones de nuestro primer disco infantil, Tum pá. A partir de ese momento, nuestro público se diversificó aún más y la presencia de las familias es aún más fuerte en nuestros conciertos. Actualmente, además de los formatos de shows para familias y escuelas, tenemos publicaciones pensadas para que toda la familia pueda aprender y tocar música corporal. Y este lenguaje es cada más utilizado por educadoras y educadores. Ya estamos en el proceso de creación de nuestro nuevo proyecto para este público tan amado”.
El grupo tiene una extensa trayectoria desde su fundación en 1995, a partir de la investigación del fundador, Fernando Barba, quien exploró el cuerpo como instrumento musical, desarrollando técnicas de percusión corporal y vocal. “Al principio no estaba la idea de ser un grupo artístico, era un grupo que se reunía para investigar las posibilidades sonoras del cuerpo. Barbatuques creció y se consolidó como un grupo artístico musical, y el desarrollo de su técnica se convirtió en una referencia pedagógica. Lanzamos álbumes, hicimos giras nacionales e internacionales, participamos en bandas sonoras de películas y colaboramos con artistas de renombre, además de inspirar otros proyectos musicales y artistas”, cuentan.
El espectáculo que presentarán el miércoles, bajo el nombre Barbatuques: 25 años, es “una vibrante celebración de nuestra trayectoria y una mirada hacia el futuro, y es un profundo homenaje a nuestro fundador, Fernando Barba”, definieron. Celebrará la rica historia musical del grupo y también será ocasión para presentar las composiciones más recientes, entre ellas, nuevas colaboraciones: “Incluye canciones lanzadas en 2022, como ‘Eu vou cantar’, ‘Natureza’ y ‘26’, junto con clásicos consagrados de nuestros álbumes anteriores: escucharán ‘Barbapapa’s groove’, nuestra primera pieza de percusión corporal, compuesta por Barba, así como ‘Baião destemperado’ y ‘Baianá’, que ya son éxitos mundiales en todas las plataformas. La presentación es un viaje por nuestra discografía: desde los sonidos tribales y folclóricos de nuestro primer álbum, O corpo do som, hasta el experimentalismo vanguardista de O seguinte é esse y las elaboradas armonías y polirritmos de Ayú. Destacaron la interacción con el público como un elemento importante del espectáculo, que calificaron de “una celebración de la vida, la música y la conexión humana, que promete una experiencia inolvidable para todos”.
El hall
El hall es una obra interpretada por los performers Alexandra Galceran, Felix Marchand y por el músico Salvador García. Recomendada para niñas y niños de 6 años en adelante, se presentará el martes a las 14.00 en el Centro Cultural Ciudad de la Costa (Elías Regules esquina Viejo Pancho), en el marco del festival Pica! La entrada es libre y el cupo es limitado. Por más información: centroculturalciudaddelacosta@gmail.com o 092 255 780. Además, estará el miércoles a las 18.00 en la sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional Adela Reta (Mercedes esquina Andes), en Montevideo, como parte del Festival Internacional de Danza Contemporánea de Uruguay. Las entradas están a la venta por Tickantel y en la boletería del auditorio; hay descuentos para estudiantes y socios de la Asociación de Danza del Uruguay.
La acción transcurre en una típica entrada de edificio de clase media, donde surge un conflicto a partir de la propuesta de instalar un portero digital en lugar de mantener el antiguo, es decir, a una persona que se desempeña como tal, que está allí presente. Se establece, entonces, “una tensión entre lo nuevo y lo viejo, lo digital y lo analógico, lo tradicional y lo moderno”. “Esta creación hace referencia al teatro de danza de los años 90 en Alemania, Gran Bretaña y Bélgica. Una característica común de este tipo de obras es que se realizaban en un lugar concreto, por ejemplo, un apartamento (Allee der Kosmonauten, de Sasha Waltz), un bar (DV8 Physical Theater) o en unos autitos chocadores (Les Ballets C de la B)”, dicen sus responsables para poner en contexto.
“Una de las particularidades de la obra es que es apta para niñes. No fue inicialmente pensada para infancias, pero nos dimos cuenta de que los niños y niñas conectaban mucho con el formato. Así que es para un público familiar o apta para infancias. No exclusivamente”, comenta Alexandra Galceran, una de las directoras. “Aunque la obra plantea una temática contemporánea, el uso del lenguaje audiovisual, la apelación al humor y el ambiente escénico low-fi buscan acortar las distancias con el público, permitiendo la comprensión y el disfrute de la obra por parte de infancias y de adultos, sin la necesidad de una codificación compleja o una formación previa. La estructura laberíntica, híbrida y de múltiples capas permite atraer a un público amplio, desde 5 años en adelante”, desarrolla.
Barbatuques: 25 años. Miércoles 17 a las 21.00 en la sala Zitarrosa. Entradas $ 1550 Tickantel. 2 x 1 para la diaria.