El sol pegaba con comba en la botella de los que calentaban el pico en la esquina de Julián Laguna y Carlos María Ramírez. Emoción. Una familia caminó vestida para el partido. El veterano apretó el auricular y dijo “equipos confirmados”. Unos pocos, de querusa, medían los paredones con la intención de mirar de arriba. El olor a tortas fritas, el chorizo y la hamburguesa que cambian el aire. La pelota al medio, brillante el césped, el cemento pidiendo cuero, las cabinas con los ecos eternos, la panza del árbol dentro de la cancha, banderas que cuelgan, el viento que chifla, los pibes de siempre, las redes infladas. Hay veces que la vida se parece a lo que nos gusta. Se movió la pelota en Belvedere.
Adentro el fútbol. Liverpool y Plaza Colonia, que saben de eso, dos que son protagonistas del Uruguayo, sobre todo los patablancas, campeones del Torneo Apertura y serios candidatos al título grande del año.
En el primer tiempo se neutralizaron, esa fue la foto en el entretiempo. Hubo chances de goles y fueron pocas, no fue que no pasó nada. Pero, para lo prometido o por la expectativa de cómo vienen en el campeonato, ganó el fútbol trancado. No fluyó la pelota en la mitad de la cancha porque ganaron los hombres destinados a la marca. Primero quiso más Plaza Colonia con la intención del Flaco Álvaro Fernández, después intentó más el negriazul con Fabricio Díaz como creador, pero todo, siempre, a cada rato, murió como diluido en el aire. Los arqueros fueron palquistas de lujo, más allá de que alguna changa chica tuvieron que realizar. Protestas un montón, goles ninguno.
Más allá de dos tiros lejanos de Federico Martínez, en la libreta de apuntes hubo dos jugadas de gol en el segundo tiempo. Una para Liverpool: tiro libre ejecutado por el propio Fede Martínez donde la pelota se desvió en la barrera y pegó en el travesaño; una para Plaza Colonia que fue de Yvo Calleros, quien pateó al borde del área, entrando por la derecha, pero el disparo se fue haciéndole mimos a uno de los palos. El resto fue una tarde en donde las buenas intenciones fueron un montón, pero la concreción falló a la cita.
En el final las cosas que no están en los papeles, que no se apuntan, que surgen cuando tienen que ser, que están ahí para aprovecharlas, para hacerlas realidad, esas cosas que suenan en la hora, cuando los partidos se terminan, una de esas cosas que le gustan a la hinchada ganadora. Uno puede tener la agenda que quiera, ser celoso de que las cosas sean como uno desea, pero no es así la vida, y el fútbol se parece a la vida, entonces el Cebolla Rodríguez aprovechó la última pelota y ganó Plaza Colonia, el único asegurado en la definición del torneo, que además continúa siendo el primero de la Tabla Anual.
Detalles
Estadio: Belvedere
Árbitros: Daniel Fedorczuk, Richard Trinidad y Javier Irazoqui
Liverpool (0): Sebastián Lentinelly; Gastón Martirena, Emiliano García, Gonzalo Pérez, Mathías Pintos; Lucas Lemos (46’ Gabriel Chocobar), Fabricio Díaz, Santiago Viera (77’ Rodrigo Viega); Santiago Mederos (58’ Alan Medina), Federico Martínez, Sebastián Fernández (77’ Rodrigo Ferreyra). Entrenador: Jorge Bava.
Plaza Colonia (1): Nicolás Guirin; Haibrany Ruiz Díaz, Guilherme Café, Nicolás Olivera, Gonzalo Camargo; Leonai Souza, Elías Umeres (85’ Ezequías Redín), Álvaro Fernández (70’ Cristian Rodríguez), Yvo Calleros; Nicolás Dibble (70’ Leandro Suhr), Renzo López. Entrenador: Eduardo Espinel.
Gol: 93’ Cristian Rodríguez (PC), de tiro libre.