“No tengo permiso para hablar de ese tema”, respondió a Garra Óscar el Profe Ortega en diálogo con medios de prensa luego de ser consultado sobre la posibilidad de ser el preparador físico de la selección uruguaya en el Mundial de Catar. Al contrario de las últimas fechas de las Eliminatorias, el Atlético de Madrid no ve con buenos ojos que Ortega combine ambos trabajos, por lo tanto, su ida al Mundial no está tan clara. Aclaró que tiene contrato con el equipo español: “El 10 de julio comenzamos la pretemporada”, dijo.
El preparador físico fue el orador principal de la conferencia “Metodología integrada aplicada al fútbol”, que se realizó ayer en el auditorio Mario Benedetti en la Torre de las Telecomunicaciones. Al terminar la instancia, habló con la prensa y se refirió al papel que puede jugar Uruguay en la próxima Copa del Mundo: “Uruguay tiene un gran potencial, un equipo muy compensado y potente que mezcla salud física, compromiso y valores emocionales importantes”.
Además, señaló que el combinado uruguayo es una mezcla de “juventud, gente de mediana carrera y gente con mucha experiencia que están en posiciones muy importantes del juego”. Pero sobre todo, destacó que es un equipo con muchas herramientas para enfrentar “altas complejidades” y que otros equipos carecen de esa cualidad.
Comparado con los equipos europeos, Uruguay está en una posición estratégica por el potencial que tiene, planteó. “Es un equipazo, tiene velocidad, jugadores fuertes, jugadores que combinan muy bien, es una selección con gol. Defensiva y ofensivamente lo mostró en los últimos partidos, tiene un equilibrio muy grande, hizo 11 goles y sólo tomó uno”, argumentó.
Para él, el secreto del gen competitivo uruguayo es su idiosincrasia, hay una tendencia de responder al llegar a situaciones límite. “Cuando la complejidad es más alta es cuando más nos imponemos”, explicó. Planteó que ese optimismo surge de creerse más aunque se empiece en condiciones “un poco inferiores” a los demás por ser un país pequeño o por las limitaciones económicas.
Consultado sobre qué piensa sobre las particularidades del Mundial de Catar en términos de preparación física, contestó que “va a ser un Mundial hermoso, con un ritmo de juego altísimo por el momento en que llegan los jugadores. Se juega en 70 kilómetros, no hay viajes ni cansancio. Simplemente concentración, jugar, y todo en un espacio muy pequeño”. Consideró que la liga española es un ejemplo de lo que dice: “En la primera rueda, si ves las posiciones, todo el mundo está parejo porque las estructuras están todas fuertes, el primero pierde con el último. Cuando se hace largo se despegan, pero cuidado en esa franja de noviembre y diciembre, estamos todos juntos”.
Los futbolistas que asistirán al Mundial lo harán en un momento de la temporada en que su condición física es muy buena, a diferencia de los mundiales anteriores que se jugaban al terminar la temporada y en los que había que realizar largas horas de traslado para jugar los partidos.
Ortega contó a Garra sobre cómo prepararía este Mundial: “El preparador físico tiene que adaptarse, adecuarse al momento que está trabajando o está tomando el futbolista, en este caso, con una semana de preparación”.
Sostuvo que el objetivo principal es mantener la intensidad que se estaba trabajando en los equipos y que las cargas tenían que estar muy integradas a los comportamientos tácticos “para no perder tiempo y que sean lo más eficientes posible”. Explicó que priorizaría los trabajos de velocidad, pero que no hay que descuidar los valores de fuerza de los futbolistas y que habría que buscar transferir esa fuerza al juego. En cuanto a la capacidad de resistencia, la idea sería trabajar con “tareas integradas, posesiones, rondos y situaciones de espacios reducidos que comprenden todas las áreas” porque, con tan poco tiempo, “no se puede desarrollar la resistencia, pero hay que estimularla”.