Este martes la Dirección General Impositiva (DGI) difundió los datos de recaudación de julio, un indicador relevante para observar la evolución de la economía, en especial en comparación al año anterior de pandemia y la caída de la actividad —por ende, de lo embolsado por el Estado por tributos—. El neto de recaudación de la DGI creció 4,3% en junio respecto del mismo mes del 2020, esto en términos reales, es decir, descontado el efecto inflacionario. De igual forma, en el acumulado del año (enero-julio) muestra un crecimiento de 6,6% real contra igual período de 2020.
El economista Nicolás Cichevski, gerente del Área de Consultoría Económica de la consultora Grant Thornton, indicó que se trata de “datos optimistas” los que muestra el reporte de DGI. Apuntó que la recaudación bruta —todo lo embolsado por DGI, antes de devoluciones— creció 5,7% en julio frente a igual mes del año pasado, y 2% frente al mes previo, mientras que la recaudación del IVA —impuesto “vinculado al consumo”— creció 3,3% frente a junio, con lo que “alcanzó su máximo desde el comienzo de la pandemia”.
Datos optimistas. La recaudación bruta creció 5,7% frente a julio 2020 y 2% frente a junio 2021 (desestacionalizado)
— Nicolás Cichevski (@ncichevski) August 31, 2021
La recaudación de IVA (vinculada al consumo) creció 3,3% frente a junio y alcanzó su máximo desde el comienzo de la pandemia https://t.co/ov1nJfFgsR pic.twitter.com/jIwe4sQsQx
De todos los tributos que cobra la DGI, sólo uno muestra una evolución negativa, tanto al comparar julio con igual mes de 2020, como al ver el acumulado de cada año. Se trata del impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF) categoría II, es decir, el cobrado por los ingresos del trabajo. Este impuesto mostró una variación real de -5,4% en junio y de -1,3% en el acumulado del año.
Por el contrario, el IRPF categoría II, que se cobra sobre las rentas de capital —por ejemplo, intereses por depósitos u otras colocaciones— creció 21,2% su recaudación en el mes y 13,9% en el acumulado del año.
En el caso de los impuestos al consumo, el IVA aumentó 9,7% en el mes y 8,8% es la variación real en el año. En tanto, el Imesi creció 3,6% y 14%, respectivamente.
Los impuestos a la renta como categoría —incluyendo los dos IRPF, más el IRAE que pagan las empresas sobre utilidades, el IASS que pagan las jubilaciones elevadas, el impuesto a la renta de los no residentes (IRNR) y el impuesto a la enajenación de bienes agropecuarios (Imeba)— mejoraron su recaudación 1,4% en el mes y 2,4% en el acumulado del año.
Los tributos a la propiedad —impuesto al patrimonio, a las transmisiones patrimoniales y de primaria— crecieron 5,3% en julio y así muestran una suba de 6,7% en 2021.