El dato de febrero
Según los datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la inflación mensual se ubicó en 13,2% durante febrero, alejándose del pico registrado en diciembre (25,5%). De esta manera, el aumento acumulado de los precios al consumo en lo que va del año ya roza el 37%.
La categoría con mayor aumento en términos mensuales fue Comunicación (24,7%), impulsada por las subas de los servicios de telefonía e internet. En segundo lugar se situó la división Transporte (21,6%), dado el salto del precio del transporte público, y en tercer lugar quedó la categoría que comprende Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. En este último caso, el incremento frente a enero fue de 20,2%, jalonado por el alza en el servicio de electricidad.
En el caso de los alimentos y las bebidas no alcohólicas –rubro más sensible por su impacto en los hogares más pobres–, la variación mensual fue de 11,9%. Al interior destacaron los aumentos de carnes y derivados, pan y cereales, leche y otros productos lácteos.
Con relación al mismo mes del año anterior, la variación de los precios se ubicó en el entorno de 276%, trepando casi 65 puntos porcentuales respecto al registro de diciembre. Para los alimentos, el incremento interanual fue de 303,8%.
Perspectivas
Según el último relevamiento de expectativas del Banco Central de la República Argentina, que todavía no recoge el dato de febrero, los analistas encuestados anticipan que este año cerrará con una inflación anual próxima a 210%, aunque los registros mensuales de los próximos meses continuarán siendo de dos cifras. Esta moderación se extendería hacia 2025 y 2026, con registros que serían inferiores al 100%.
Del mismo documento se desprende que la economía se contraería 3,5% este año, lo que representa un deterioro de los pronósticos con relación al mes anterior. De acuerdo con los analistas, el escenario recesivo se revertiría hacia el próximo año, con un rebote esperado de 3,2%.
Medidas recientes
En este marco, el gobierno anunció que abrirá las importaciones para los productos de la canasta básica, incluyendo además los medicamentos. Según se desprende del comunicado oficial, la decisión se tomó “para mejorar la competencia” y apuntalar a la baja la dinámica de estos precios tan sensibles. Esta decisión fue comunicada luego de una reunión entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y los directivos de los supermercados.
Según trascendidos, Caputo les transmitió que “sus precios no revelan la nueva realidad de la economía”. En ese sentido, desde el gobierno entienden que se promovieron subas excesivas, “esperando un escenario de catástrofe que nunca existió”.
La Unión Industrial Argentina cuestionó esta medida, argumentando que “afecta seriamente la competitividad de las empresas que operan, producen y emplean en el país”, promoviendo un trato desigual. Ante estos comentarios, el vocero presidencial, Manuel Adorni, señaló que esto no va a ser un problema, dados “los amplios márgenes que tenían devenidos de precios excesivos en virtud de cubrirse de algo que no pasó”, haciendo referencia a las expectativas sobre una devaluación mucho más exacerbada de la que tuvo lugar.