La Universidad de la República (Udelar) definió en la noche del martes su pedido de cara a la próxima Rendición de Cuentas, por la que el Poder Ejecutivo y el Parlamento podrán otorgar partidas incrementales a las instituciones públicas. El Consejo Directivo Central (CDC) de la institución aprobó dos documentos: uno en el que rinde cuentas de lo actuado y explica las demandas para 2023 y el resto del quinquenio, y otro en el que hace una propuesta concreta de articulado, que implica que se otorguen más de 1.500 millones de pesos para el año que viene.
Según se fundamenta, desde 2005 la institución recibió incrementos presupuestales en términos reales, pero a partir de lo dispuesto en la Ley de Presupuesto del actual período sufrió una reducción de 5%. En ese sentido, la institución estima que, de no mediar partidas incrementales en las rendiciones de cuentas, al final del período sufrirá una caída de su presupuesto real de 7,6%.
Por lo tanto, de cara a la Rendición de Cuentas de 2021, la Universidad propone “revertir la pérdida presupuestal” y “hacer frente a la rebaja salarial” que sufrieron sus funcionarios. Respecto de la rebaja salarial, se aclara que la última Ley de Presupuesto cambió la forma de ajuste de las remuneraciones de funcionarios públicos, que antes recuperaban 100% de la inflación pasada, pero ahora en el caso de la Udelar implicó una pérdida de 5,4% entre enero de 2020 y el mismo mes de 2022.
La universidad pide recursos para revertir la pérdida salarial de docentes y funcionarios administrativos, técnicos y de servicio, ya que va en contra de “los esfuerzos de mejora del desempeño y profesionalización de las actividades universitarias”. Al respecto, se muestra que los docentes de la Udelar cobran menos en comparación con quienes tienen grado y carga horaria similar en otras universidades públicas nacionales y del extranjero, y también en la Administración Nacional de Educación Pública. En el caso de los funcionarios no docentes ocurre lo mismo, en comparación con otras dependencias del propio Estado uruguayo. En función de ello, se concluye que las retribuciones que ofrece la Udelar están “sumergidas” y son poco competitivas para el nivel de formación y responsabilidad que se requiere.
En números
En el articulado propuesto, la universidad pide una partida de 570 millones de pesos para 2023 con el objetivo de fortalecer su cuerpo docente y los equipos técnicos, administrativos y de servicio, para atender el crecimiento de estudiantes que la institución registró en los últimos años. En suma, se solicitan 120 millones de pesos para el desarrollo en el interior, concretamente para el financiamiento de nuevas carreras y la expansión y el fortalecimiento de la oferta académica.
Por su parte, la institución pide 100 millones de pesos para la inserción de jóvenes investigadores en proyectos de investigación y desarrollo, y otros 100 millones para becas de posgrado y doctorado, área en la que hay “una demanda insatisfecha creciente” en el país. Por ejemplo, se señala que en 2021 la universidad recibió 376 postulaciones a becas de maestría y doctorado, pero quedaron 166 sin otorgar por falta de financiamiento, ya que la mayoría fueron evaluadas como excelentes o muy buenas.
En materia de becas, también se solicitan 60 millones de pesos para el apoyo económico a la población estudiantil, a la que se le da un monto cercano a 10.000 pesos por persona durante diez meses. Al respecto, la Udelar señala que dicho apoyo pudo mejorarse gracias a partidas incrementales votadas por el Parlamento, que, por ejemplo, este año permitirán otorgar 380 becas más que en 2020. No obstante, la institución calcula que en 2022 quedarán “cerca de 600 estudiantes en situación de vulnerabilidad socioeconómica” sin poder ser atendidos.
Otro ítem para el que la Udelar pide recursos incrementales es el desarrollo de obras de magnitud, como la construcción de una nueva sede de la Facultad de Química y para un nuevo local de la universidad en Paysandú, para los que la institución pide 300 y 200 millones de pesos en 2023, respectivamente.
La principal institución universitaria del país también realiza varias solicitudes de actualización de partidas y gastos. Por ejemplo, pide la actualización de los salarios por la inflación y de la alimentación estudiantil y de pacientes del Hospital de Clínicas en función del índice de precios de los productos. Además, solicita que el monto de las becas para estudiantes se actualice de acuerdo a la evolución del valor de la base de prestaciones y contribuciones y que los montos disponibles para obras se hagan a partir del índice de precios de la construcción. Por su parte, la Udelar reclama que el centro de estudios sea contemplado en la reducción de aportes patronales de 19,5% a 7,5%, al igual que ocurre con los entes autónomos y servicios descentralizados del dominio comercial e industrial.
Hospital universitario
La Udelar está atenta a la propuesta del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, de generar un nuevo edificio para el Hospital de Clínicas (HC). Al respecto, el rector de la universidad, Rodrigo Arim, planteó en la anterior sesión del CDC que la Udelar debe insistir ante el sistema político para que se genere una instancia que discuta el tema y genere un acuerdo de largo plazo, ya que no es una obra de un único período de gobierno.
De todas formas, la Udelar plantea algunos pedidos concretos para el hospital universitario en la próxima Rendición de Cuentas de cara a 2023. En concreto, pide 37 millones de pesos para la creación de un centro de referencia de medicina materno fetal de alta complejidad y 12 millones para mejorar la atención en salud. Si bien en un momento iba a pedir 49 millones para un proyecto de atención del cáncer de próstata, en los últimos días se definió solicitar 33 millones más para dicho proyecto. Según explicó al CDC el docente del HC Martín Esteche, con ese dinero se financiaría la utilización de un robot para intervenciones para dicha enfermedad. Al respecto, señaló que esa tecnología en Uruguay sólo está disponible en la mutualista Hospital Británico y que hay que pagar miles de dólares para acceder a ese tipo de operación, que implica que haya menos riesgo de complicaciones, como la disfunción eréctil o la incontinencia.
De esa forma, el HC podría formar a profesionales de la medicina en el uso de esa tecnología, al mismo tiempo que democratizaría su uso, que sería gratuito para el sector público. Al mismo tiempo, Esteche habló de que puede rentarse para otras instituciones del sistema mutual y que los usuarios paguen en función de los ingresos de su núcleo familiar. Según dijo, de esa forma se incorporaría tecnología en el sistema de salud que de otra forma no sería posible, ya que hacer una inversión de este tipo no es rentable para la mayoría de las instituciones privadas de Uruguay.