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Rambla de Solymar, el 6 de enero.

Foto: Camilo dos Santos

Docentes de Solymar denunciaron que Secundaria negó solicitud de suspensión de un turno tras anuncio de corte de agua

2 minutos de lectura
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El corte fue comunicado por OSE el martes 29; ante la negativa de los docentes a trabajar en esas condiciones, se terminó autorizando la suspensión de clases.

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Docentes del liceo Solymar 1 denunciaron que Inspección negó un pedido de la dirección del liceo de suspender el turno matutino y vespertino de este miércoles con motivo de un corte de agua anunciado por OSE entre las 8.00 y las 16.00.

Según un comunicado de la Sala Docente del liceo, al que tuvo acceso la diaria, la Comisión de Salud Laboral de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) se comunicó con las autoridades de la DGES, y estas “manifestaron su posición a favor del cierre de la institución”; aun así, “el mismo continuó sin ser autorizado”.

Los docentes señalan que el liceo cuenta con un tanque de agua, por lo tanto, para que los turnos funcionen este miércoles se propuso que el equipo docente y no docente utilizara el baño que “habitualmente usa el equipo multidisciplinario”, lo que “reduce los baños de cuatro cubículos con inodoro que usamos habitualmente a uno solo”.

En segundo lugar, que el estudiantado contara con “una de las dos baterías de baños de las que dispone el liceo, es decir, funcionaría con la mitad de los baños con los que se cuenta diariamente”.

Según afirman, esta propuesta va en contra de dos artículos del Decreto 406/88 de prevención de accidentes de trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Ministerio de Salud Pública, que establece en su artículo 77 que “cuando el establecimiento emplee personal de ambos sexos en número total superior a cinco, deberá disponer de servicios higiénicos separados para cada uno”.

El artículo 78 dispone que “el número de gabinetes higiénicos, conteniendo inodoro pedestal o taza sanitaria, estará de acuerdo al número de trabajadores por turno y sexo, en la siguiente forma: hasta 100 trabajadores, 1 cada 15 trabajadores o fracción; de 101 hasta 200, 1 cada 20 trabajadores o fracción, 201 hasta 300: 1 cada 30 trabajadores o fracción, para más de 300: 1 cada 30 trabajadores por fracción.

En ese sentido, expresan que la decisión de Inspección de no haber autorizado la suspensión de las clases “generó que la jornada del día de hoy se desarrollara de manera caótica, tanto para estudiantes como para docentes”, y apuntan que “resulta llamativo que en un tiempo donde se ha hablado tanto de la autonomía de los centros, sea justamente eso lo que no se habilita, de forma que el centro, a través de su Dirección, pueda tomar este tipo de decisiones”.

Sin embargo, finalmente, informan que en las primeras horas de la mañana de este miércoles, “ante la organización en sala del cuerpo docente del liceo y la negativa a trabajar en estas condiciones paupérrimas”, Inspección autorizó a cortar el turno a partir de las 10.00.

En tanto, resaltan que “teniendo en cuenta que estamos hablando de un corte programado y debidamente comunicado, resulta fundamental denunciar esta manera de proceder, que repercute directamente en el vínculo docentes-estudiantes y en el desarrollo de las dinámicas de la vida de todas las personas involucradas”.

Destacan que las problemáticas sanitarias del liceo de Solymar “no empiezan ni terminan en ese evento puntual”, ya que “día a día docentes y estudiantes trabajamos y estudiamos en un centro educativo cuyos baños tienen grandes carencias”.

“El estudiantado no cuenta con la cantidad de gabinetes estipulados por la normativa ni con insumos de higiene a disposición”, detallan, y continúan: “En el caso de docentes, no existe un espacio para la preparación e higiene alimentaria (tanto de los utensilios como de los propios alimentos), de manera que se utilizan las piletas de los baños”.

Asimismo, remarcan que son las y los docentes quienes se encargan de gestionar “algunas condiciones mínimas para funcionar en este escenario precario, haciendo que haya jabón y esponja para lavar los platos”. En ese marco, subrayan que han tenido “visitas de prevencionistas, que realizaron observaciones de estos aspectos y otros”, y que aun así “los mismos siguen sin ser atendidos por las autoridades”.

“Garantizar las condiciones mínimas de trabajo y estudio es el deber de las autoridades educativas”, concluyen”.

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