Educación Ingresá
Educación

Cecilia de la Paz, directora general de E.dúcate Uruguay, el 9 de diciembre en la Universidad Católica.

Foto: Alessandro Maradei

Investigación aborda desvinculación estudiantil en la educación rural y propone aplicar un sistema híbrido de enseñanza

4 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

La organización E.dúcate Uruguay presentó investigación que plantea necesidad de “abordajes alternativos a la cultura escolar, especialmente con alianzas con el mundo laboral y la comunidad en un sentido más amplio”

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

En el auditorio Semprún de la Universidad Católica del Uruguay, este lunes la asociación civil E.dúcate Uruguay presentó los resultados de la investigación-acción “La continuidad educativa en clave de ecosistema híbrido productivo”, que realizaron con el apoyo del Fondo Sectorial de Educación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y Fundación Ceibal.

Uno de los principales motivos por los que desarrollaron la investigación fue entender las causas de desmotivación de los jóvenes para poder crear soluciones que hagan que los estudiantes quieran aprender.

El estudio se basó en más de 150 entrevistas y encuestas a directivos, estudiantes y docentes de centros educativos rurales del país. Según la convocatoria a la presentación de la investigación, hay algunos “hallazgos clave” del proceso que se vinculan con ciertas demandas: “Mejora del clima escolar, fomentando relaciones positivas”, “uso estratégico de tecnología para superar barreras geográficas y facilitar aprendizajes relevantes” y la “creación de expectativas visibles y motivadoras, conectando contenidos académicos con el entorno productivo”.

En una rueda de prensa, Cecilia de la Paz, directora general de E.dúcate Uruguay, explicó que una de las causas de la investigación fue intentar “buscar soluciones a la deserción estudiantil” y “principalmente a la falta de acceso”, ya que “en Uruguay existen aproximadamente 1.000 escuelas rurales”. Eso quiere decir que constituyen “42% de las escuelas públicas”.

En ese marco, también especificó que en Uruguay existen 24 liceos rurales y 52 escuelas con ciclo básico completo, contexto que generó en la asociación “la obligación y la responsabilidad de empezar a buscar alternativas para poder ampliar el acceso”. Uno de los puntos que pensaron fue “qué rol podría cumplir la tecnología”, por ejemplo, con la semipresencialidad.

Así, resumió que las principales conclusiones que se desprenden del estudio plantean que “hay una desconexión entre la oferta y la demanda: los intereses de los jóvenes y los intereses del sector productivo parecieran ir por un carril un poco diferente a lo que se está ofreciendo y hay oportunidades de poder dar espacio a eso”.

Para De la Paz, a partir de la transformación educativa “hay algunas asignaturas que son optativas; sin embargo, los centros no necesariamente tienen una agenda definida de qué hacer con esos espacios”. Por tanto, desde E.dúcate decidieron dialogar con las distintas partes para identificar cuáles son los intereses de los jóvenes y el lugar que eso puede tener en el sistema educativo.

Resultados

A través de “técnicas cuantitativas y cualitativas que buscaban conocer intereses y necesidades” de los actores, la investigación puso en evidencia que en el sector empresarial se considera que “al ingresar al mercado laboral no se requieren habilidades de pensamiento crítico”, ya que “se adquieren dentro de las empresas”.

En tanto, señalaron que “las habilidades de los jóvenes más valoradas son: comunicación efectiva, capacidad de comprender instrucciones verbales o escritas y dar respuestas precisas a preguntas concretas, habilidades socioemocionales, compromiso, cumplimiento de horarios, honestidad, capacidad de adaptarse a cambios”.

Justamente, a más de 60% de los estudiantes les interesa “tener vínculos de aprendizaje con las empresas durante su escolaridad”. Sin embargo, 72% de los adolescentes entrevistados expresó que “tiene dificultades o tiene que mejorar su exposición en público”; “76% expresa que no sabe presentarse en público o que tiene que mejorarlo y el 60% no sabe o tiene que mejorar cómo llevar sus ideas a la realidad”. Asimismo, los alumnos manifestaron la necesidad de “mejorar más la comunicación oral y escrita y la comprensión de los problemas planteados”.

Por otro lado, identificaron que las temáticas de mayor interés para los jóvenes son “el campo, la sustentabilidad ambiental, la tecnología, la salud y el bienestar”.

Asimismo, la investigación arrojó que hay “una discrepancia en la percepción del clima escolar entre docentes y estudiantes, especialmente en términos de tolerancia, cooperación y accesibilidad”. Mientras que “73% de los docentes y directivos cree que existen espacios de intercambio”, sólo 30% de los estudiantes está de acuerdo con esa afirmación.

Otro de los puntos principales es que si bien “los docentes piden más formación para un uso adecuado de la tecnología”, la mayoría ve la virtualidad como “algo que afecta a la convivencia y los vínculos”.

Consultados sobre “si los docentes proponen contenidos motivantes”, 56% de los estudiantes respondió que “sólo ‘a veces’” y 14% “pensó en abandonar la institución”. “Las razones son diversas, pero destacan que prefieren trabajar a estudiar, que se aburren o que no quieren madrugar”, sostiene el estudio. A su vez, la asociación aseguró que “dejar el centro educativo muestra una desmotivación con el sistema que se puede extender a otros aspectos de la vida” y, por esa razón, buscan “abordajes alternativos a la cultura escolar, especialmente con alianzas con el mundo laboral y la comunidad en un sentido más amplio”.

Conclusiones

Mediante el relevamiento, E.dúcate hizo un “diseño del ecosistema de aprendizaje basado en expectativas de logros, objetivos y estrategias didácticas”.

En primer lugar, señalan la importancia de “mejorar el clima escolar”. Según aseguró la asociación, luego de realizar un taller con estudiantes y docentes, “90% consideraba importante que los docentes tuvieran en cuenta sus intereses y motivaciones” y, “al finalizar el taller, 79% cree que eso se cumplió”.

A su vez, destacaron que “los/as estudiantes denuncian problemas de convivencia en sus instituciones y, no por casualidad, un 20% de las temáticas presentadas se relacionan con bullying y violencia verbal”.

En segundo lugar, visualizaron la importancia de “abordar temáticas relevantes para alumnos, docentes y comunidad productiva”. La estrategia que desarrolló E.dúcate fue “realizar un taller híbrido de comunicación” y, luego de la experiencia piloto, aseguraron que 60% de los estudiantes cree que logró mejorar su comunicación, mientras que 20% no. En el caso de los docentes, “62,5% cree que después del taller sus estudiantes sienten que han vencido el obstáculo de comunicarse, mientras que el 37,5% cree que sigue estando”.

En tercer lugar, presentaron la integración de la tecnología “con propósitos específicos” como parte indispensable para aplicar su diseño y, por último, “alcanzar expectativas de éxito visibles, valorables e intrínsecamente motivadoras”.

Para cerrar la investigación, la asociación civil manifestó que “el sistema híbrido ha permitido a escuelas en contextos rurales bastante aislados contactar con otros actores y poner en valor su propia realidad”.

Durante el proceso de intervención también observaron que “a medida que los alumnos han ganado en confianza y han sentido que podían comunicar con sus propias estrategias”, también pudieron “elaborar productos más creativos y genuinos, enfrentando mayores desafíos”.

Para que el ecosistema que plantean funcione, E.dúcate esbozó “la necesidad de ofrecer mayor formación a las docentes que ellas mismas han solicitado, no sólo en los contenidos sino, sobre todo, en estrategias de tutoría”.

Aun así, subrayan que “no cualquier perfil docente puede acompañar este tipo de procesos híbridos”, sino que se precisan “docentes con un alto compromiso, atentos a las necesidades de sus estudiantes para buscar continuamente soluciones a los problemas y generar espacios de interacción entre los estudiantes y la tutora virtual, pero también entre pares”. “Teniendo en cuenta estos aprendizajes, creemos que el ecosistema de enseñanza-aprendizaje híbrido vocacional diseñado es posible de replicar”, finalizaron.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la educación?
Suscribite y recibí la newsletter de Educación en tu email.
Suscribite
¿Te interesa la educación?
Recibí la newsletter de Educación en tu email todos los jueves.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura