Ernesto Talvi, el ganador de la interna del Partido Colorado, afirmó ayer que comenzó un “proceso introspectivo” para definir quién lo acompañará en la fórmula presidencial de cara a las elecciones nacionales de octubre. En una entrevista con Desayunos Informales, de Canal 12, contó que tuvo una lista larga de nombres para el puesto, pero que ya se quedó “con una lista corta. Hoy hay cinco nombres: tres mujeres, dos hombres”, afirmó. Esta semana trascendió que Talvi maneja como opciones a Luis Alberto Ney Castillo, director de la Fundación Pérez Scremini, que atiende a niños con cáncer, y Carmen Sanguinetti, magíster en Políticas Públicas, ambos integrantes del equipo técnico de Ciudadanos. Él no quiso manejar públicamente nombres, y dijo incluso que quienes integran la lista corta “no lo saben”.
“Nos vamos a tomar nuestro tiempo, serenos, tranquilos”, aseguró el candidato, que reiteró cuáles serán las cualidades que evaluará para definirse: “Primero, debe ser una persona de gran integridad, una persona enormemente capacitada para un cargo que no es estar en el banco de suplentes por si el presidente viaja”. Opinó que no necesariamente tiene que tener trayectoria legislativa “pero sí capacidad de articular, de negociar, porque es el primer senador, el presidente del Senado”. Agregó que el candidato a vicepresidente “tiene que potenciar la fórmula. Nosotros vamos a octubre a tratar de conseguir un lugar en el balotaje, por ende vamos a ir con una fórmula potente”. Por último, afirmó que tiene que ser una persona con la “que las otras corrientes, que hasta el domingo fueron competidores pero a partir de ahora son compañeros de ruta, se sientan cómodas, sientan que pueden trabajar por esa fórmula con alegría y empeño”. De todas formas, aseguró que tanto Julio María Sanguinetti como José Amorín, sus competidores en la interna, “prácticamente me dieron la derecha para que elija”.
Talvi insistió en que para octubre buscará llegar a presentar “un proyecto que ilusione y que genere confianza” con el Partido Nacional (PN) y el Partido Independiente (PI), los dos partidos de la oposición que “tienen trayectoria, representación parlamentaria, proyecto de país, programa de gobierno, propuesta y equipo”. Dijo que trabajará para llegar a acuerdos programáticos con el PN y el PI en “cuatro o cinco desafíos fundamentales”: economía, seguridad, reforma educativa y “los 136 liceos que no los negocio con nadie” y medidas ante la “crisis medioambiental en ciernes”. Sobre esa base, dijo, “que la gente elija entre los tres, quien quiere que lidere ese proyecto alternativo, casi como una ley de lemas de facto: elegí al que querés, pero acá hay un proyecto”.