(Hoy es 24 de setiembre. Faltan 33 días para las elecciones nacionales)
Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
En el tramo final de la campaña, unos juegan al ataque, y otros (a veces dentro del mismo partido) a presentar una imagen pacificadora, sin que falte una tercera opción, en la modalidad de conducta que se denomina “pasivo-agresiva”.
El candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi, reiteró ayer sus quejas por el debate entre Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez que se llevará a cabo el martes 1º de octubre. Talvi sostiene que los participantes “prohibieron” su participación en esa instancia, que así se beneficiarán con una “ventaja injustificable”, y que los canales de televisión “no pueden hacerse socios” de esa alteración “del juego limpio”.
Como quizá recuerden los lectores, Lacalle Pou alega que debatir con Talvi no favorecería la construcción posterior de un gobierno de coalición, y Martínez no quiere debatir con varios opositores a la vez. De todos modos, los organizadores del debate señalaron que es viable realizar, antes de las elecciones de octubre, otro entre Talvi y Martínez, si ellos “se ponen de acuerdo”.
Mientras tanto, continuó el fuego cruzado entre el Frente Amplio (FA) y el Partido Nacional (PN) sobre propuestas en materia de seguridad pública. Lo que está causando ásperas polémicas entre los dos partidos que, según todas las encuestas, tienen mayores probabilidades de pasar al balotaje, es la práctica policial de pedirle a cualquier persona, en la vía pública, que se identifique mostrando su cédula de identidad. Pero lo que se discute con vehemencia no es si esa práctica respeta o no los derechos de la ciudadanía, o si ayuda mucho o poco a evitar la criminalidad.
Lacalle Pou reivindicó la conveniencia de que se le pidan documentos a la gente; Gustavo Leal, portavoz de Martínez sobre convivencia y seguridad, le contestó que eso ya se hace “todos los días”; y el crescendo posterior incluyó algunos comentarios realmente llamativos. Álvaro Garcé, asesor sobre seguridad del candidato del PN, sostuvo que en todo caso esa medida de prevención del delito se está haciendo mal, y que la prueba es que “los diferentes delitos han aumentado exponencialmente”. A su vez, el senador frenteamplista Charles Carrera interpretó que quizá Lacalle Pou quiere que”quienes salgan a pedir la cédula sean los militares”, y que eso llevaría al país a “tiempos muy tristes que creemos superados”.
A todo esto, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, continuó su serie de intervenciones públicas con reivindicaciones de lo actuado por los gobiernos del FA y críticas a las propuestas de los candidatos opositores, mientras que Martínez presentó a su equipo de asesores sobre derechos humanos, con el buen criterio de no acotar esa área a las cuestiones relacionadas con el terrorismo de Estado.
Y Guido Manini Ríos presentó un pequeño libro, en el que afirma que el “mal mayor” causante de la crisis nacional fue la legislación que “desnaturalizó los hondos lazos de la unidad y la confianza en el seno familiar”.
Hasta mañana.