En sus últimos dos minutos en el debate presidencial, cuando tuvo que dar un mensaje final a la audiencia, el candidato del Partido Nacional (PN), Álvaro Delgado, apeló indirectamente a su gestión como secretario de Presidencia durante los años de pandemia y planteó una pregunta: “Si mañana al Uruguay le pasa, lo que ojalá nunca le pase, que aparezca una nueva crisis, ¿a quién le gustaría usted que estuviera al frente del timón, gobernando y dirigiendo al Uruguay?, ¿quién le da más tranquilidad?, ¿quién le da más certezas?”.
A continuación, Delgado dijo: “Yo quiero ofrecer la experiencia, estoy preparado, estoy probado y, humildemente, estoy pronto para ser ese capitán del timón del barco del país, de la bandera nacional y de la unidad nacional”, expresó. Un capitán, sostuvo, con la capacidad de navegar en “aguas tormentosas”, pero también en “aguas calmas”.
“Yo quiero llevar al Uruguay al desarrollo, yo les quiero garantizar a los uruguayos que entendí el mensaje y la responsabilidad de la elección del 27 de octubre”, afirmó Delgado, y sostuvo que en un eventual gobierno suyo optará por “un camino de concordia”, para “gobernar para todos y que Uruguay en cinco años sea el país más desarrollado de América Latina”.
Asimismo, Delgado celebró la realización del debate presidencial, el primero desde 2019, que definió como “la entrevista de trabajo” de los candidatos a la presidencia, que sirve para que “la gente compare quién está preparado, quién tiene programa, quién tiene ideas, y que la gente elija con información”. “Acá la gente puede comparar dos modelos de país y dos liderazgos”, expresó.
Del lado de la coalición de gobierno, “un modelo de certeza, con crecimiento económico, con seguridad, con garantías y con libertad”, afirmó el candidato del PN. Y del lado del Frente Amplio, “el otro modelo, que es volver al pasado, con mucha ideología, con más incertidumbre, seguramente con más impuestos, pero seguramente con menos libertad y con mucho más riesgos, con mucho más riesgos”, recalcó.