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Yamandú Orsi (archivo, octubre de 2024).

Foto: Gianni Schiaffarino

Tono confrontativo de Delgado hacia el FA complica la imagen de negociador que quiere proyectar, según politólogos

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En cambio, valoran que la vocación de Orsi por el diálogo “no es una impostación” y refleja “su principal virtud como político”, que fue destacada incluso por sus adversarios.

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Leído por Mathías Buela.
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El resultado de la primera vuelta electoral dejó un mensaje claro: ni la coalición ni el Frente Amplio (FA) tienen la mayoría absoluta ni el triunfo asegurado. Por lo tanto, deberán buscar respaldos fuera de sus partidos si quieren ganar el balotaje. Es por eso que los equipos de campaña de Álvaro Delgado y Yamandú Orsi se esfuerzan por mostrar una imagen dialoguista y articuladora de sus candidatos y abrir las puertas a otros sectores.

Pero ¿quién tiene más méritos en ese terreno? Los oficialistas destacan el rol que el exsecretario de Presidencia mostró a lo largo de su trayectoria política y especialmente durante la pandemia, mientras que el frenteamplismo remarca la capacidad negociadora de Orsi al frente de la Intendencia de Canelones, donde supo articular con el gobierno nacional y ganarse el respeto, e incluso la amistad, de algunos intendentes blancos.

Desde el comando político del Partido Nacional (PN) aseguran que la capacidad de Álvaro Delgado como articulador está más que probada en crisis y en el impulso de los proyectos del gobierno. Sin embargo, politólogos consultados por la diaria recalcaron que si bien el candidato blanco cumplió un rol negociador y estratégico hacia dentro de la coalición, su discurso hacia el FA estuvo siempre marcado por un tono negativo y de confrontación.

“Si bien había prometido una campaña propositiva, Delgado ha tenido [...] un mensaje muy negativo contra el FA, lo que se vio en la realidad fue mucha crítica a la gestión de la izquierda. [...] Esa actitud contra el adversario no es propia de alguien que se postula como dialoguista y acuerdista”, dijo a la diaria Antonio Cardarello, investigador y doctor en Ciencia Política.

En la misma sintonía, Mauro Casa, politólogo y magíster en Políticas Públicas por la Universidad de Londres, dijo a la diaria que fue notorio que Delgado “no le tendió la mano al FA en este período”. “Incluso, en ocasiones concretas, intentó obstaculizar la gestión de los gobiernos del FA a nivel departamental. Recuerdo episodios como la votación del fideicomiso en Canelones, en el que Delgado hizo mucha fuerza para que ningún edil departamental del PN acompañara el pedido. Hizo fuerza en momentos en que había dirigentes nacionalistas que estaban dispuestos a acompañar a Orsi para que pudiera llevar adelante importantes obras de infraestructura en el departamento”, agregó.

Casa hace referencia a la aprobación de un fideicomiso para obras por 44 millones de dólares, que primero había sido rechazado por la Junta Departamental en 2021, pero que en 2022 consiguió aprobarse. En esa ocasión, la gestión frenteamplista encabezada por Orsi logró la aprobación del financiamiento de obras, con la mayoría especial necesaria, gracias al voto de un edil nacionalista que fue duramente cuestionado y acusado de “traidor” por sus pares.

Esto desató una tormenta política, ya que los blancos cuestionaron la forma de operar de Orsi y lo acusaron de ir a buscar el voto que le faltaba sin negociar con el PN. Lo que nadie imaginaba era que de las propias filas blancas saliera un inesperado respaldo para el intendente de Canelones.

Carmelo Vidalín, intendente de Durazno, puso paños fríos en la contienda y expresó: “Yo soy un hombre sin pelos en la lengua y, aunque me puedan pegar algún tirón de oreja, voy a decirlo. Lo que hizo Orsi lo hemos hecho todos; la política implica diálogo, negociación. Acá no hablamos de que se compró o se vendió un voto”, subrayó, cuestionando que su partido haya hecho una “gran hoguera” de una “pequeña ceniza”.

El perfil estratégico de Delgado

El entorno de Delgado se fijó como estrategia apostar al “perfil negociador” del candidato y puso en el centro su rol como secretario de Presidencia, su trabajo gremial como estudiante universitario y como diputado, cuando fue el coordinador de la bancada nacionalista en el período 2010-2015.

Casa reconoció que a lo largo de su trayectoria política Delgado tuvo momentos en los que actuó como articulador, y citó como ejemplo su paso por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que “lo volvió un actor de buen diálogo con la central sindical”. “Durante muchos años era uno de los pocos políticos del PN que iba a los actos del Primero de Mayo y se sentaba a escuchar los reclamos y las reivindicaciones del PIT-CNT. Eso es un gesto de diálogo que es valorable, y en su trayectoria como legislador también se recuerda momentos en los que participó en conversaciones importantes. Ahora, creo que a lo largo de este período la vocación dialoguista de Delgado se circunscribió mucho a la interna de la coalición”, afirmó.

“Luego, me parece que a lo largo de la campaña ha radicalizado mucho su crítica al FA [...] En setiembre, octubre, lo que vimos fue a Delgado ocupando una posición furibunda anti FA, sobre todo con el tema del plebiscito de la seguridad social, en lo que no dudó en responsabilizar al FA directamente por una iniciativa popular en la que la izquierda no fue protagonista, por lo menos no en la mayoría de sus sectores, y mucho menos la fórmula presidencial. Delgado ahí no tuvo piedad en castigar constantemente a Orsi ni en atribuirle cualquier responsabilidad en caso de que ese plebiscito se aprobara. Creo que en ese sentido hemos conocido una versión de Delgado bastante poco dispuesta a tender puentes”, expresó Casa.

En sus declaraciones más críticas a la oposición, Delgado afirmó en una rueda de prensa en Cerro Largo que “este es el peor Frente Amplio, el Frente Amplio más radical” y acusó a la oposición de criticar todo sin proponer nada y de no tener programa. “Retroceder implica volver a la peor versión de la izquierda”, aseguró.

Después, volvió a decir que la oposición “no tiene cortafuegos”, “no tiene quién mande” y es dominada por “los radicales”. “Este Frente Amplio está condicionado por los sectores radicales todo el tiempo, y ya no tiene a [Tabaré] Vázquez, a [Liber] Seregni ni a Danilo Astori. No tiene cortafuegos, no tiene quién mande. O, mejor dicho, mandan los radicales. Se trata de un Frente Amplio despechado, contestatario y radical. Son los reyes de las manijas de las crisis”, disparó Delgado, y acotó que el PIT-CNT también tiene poder y mando en las decisiones y las acciones de la fuerza política.

La “vocación por el diálogo” de Orsi

Desde el FA se destaca la cautela y la vocación por el diálogo de Orsi, lo que le valió incluso algunas críticas desde la propia interna frenteamplista por bajarles el tono a las críticas de la izquierda a la gestión del presidente Luis Lacalle Pou.

Ese cuestionamiento hizo que el propio Orsi saliera a explicar su posición: “El país está dividido en dos mitades y yo debo entender que vivo en una comunidad en la que tengo que articular entre ellas. Hay un equilibrio, y en ese mundo de articulación debés saber navegar para poder llevar adelante las políticas. Lo mejor siempre es que haya puentes e instancias de diálogo”, recalcó el candidato, saliendo al cruce de las críticas internas.

Para Mauro Casa, queda demostrado que “la vocación de Orsi por el diálogo no es una impostación”. “Es una posición bastante auténtica y refleja lo que es su principal virtud o cualidad como político. Es algo que las encuestas de opinión pública reflejan cuando se le pide a la gente, en estudios cualitativos y cuantitativos, que opine sobre Orsi. Es algo que emerge constantemente. Lo ven como una persona de diálogo, abierta, conciliadora, y creo que a lo largo de su gestión en la Intendencia de Canelones lo ha demostrado con hechos concretos”, agregó.

El politólogo puso como ejemplo la aprobación del fideicomiso, proceso en el que “siempre tuvo la apertura de dialogar” con los ediles blancos y colorados para conseguir votos. También señaló que hubo figuras departamentales del PN y del Partido Colorado que han sido parte de la gestión de la Intendencia de Canelones.

“Alcaldes y otros políticos lo reconocen como una persona de puertas abiertas, de diálogo. Creo que es justo reconocerlo, sobre todo porque, de cara a la elección interna, fue algo de lo que muchos frenteamplistas le pasaron factura diciendo que Orsi era demasiado tibio con el gobierno, que se medía mucho en su crítica”, afirmó. A lo largo del período de gobierno, Orsi se “cuidó mucho” en sus críticas al Poder Ejecutivo y al presidente, indicó.

Álvaro Delgado (archivo, octubre de 2024).

Foto: Mara Quintero

“Creo que sobran los ejemplos de esa vocación de Orsi por el diálogo. Es un momento de la campaña en el que necesita capitalizarlo ya mismo, porque al Frente Amplio no le queda tiempo para medias tintas y tiene que poder posicionar a su candidato justamente con una de las cualidades que lo han hecho fuerte y que le han valido críticas en su momento”, reflexionó.

En la misma línea, Cardarello destacó que el exintendente tiene una “experiencia bastante grande” como articulador, tanto como jefe comunal como durante los diez años en que fue secretario de la comuna canaria.

“Canelones era uno de los departamentos más complicados en el momento de atender la emergencia sanitaria, porque es el que tiene más municipios. A causa de ello hubo algunos problemas con el gobierno nacional en el momento en que llegaron las vacunas, cómo se distribuían, etcétera, y Orsi fue capaz de negociar y articular con el gobierno nacional de una forma bastante eficiente”, agregó.

Orsi y el Congreso de Intendentes

Fuentes del Congreso de Intendentes señalaron a la diaria que la relación entre Orsi y el resto de los intendentes era tan buena que incluso el líder de la comuna de Durazno, Carmelo Vidalín, le dirigió una “emotiva despedida” en su última participación en el organismo, antes de que renunciara al gobierno canario para volcarse a la campaña.

En aquella oportunidad, Vidalín le dedicó “sentidas palabras”, en las que destacó la importancia de que la confrontación política se lleve adelante “con un nivel alto”, donde primen “las ideas y no los agravios”: “Quiero decirte que durante todos estos años hemos aprendido a valorarte y a quererte como un gran ser humano”, manifestó, y explicó que “en más de una ocasión” acudió al intendente canario cuando había que buscar diálogo político con el FA. “Eso hizo que muchos de nosotros experimentemos afecto y cariño hacia tu persona. Y conociendo tu calidad y calidez, estoy seguro de que ese va a ser el camino por el cual vas a transcurrir”, agregó.

Esta actitud del intendente de Durazno volvió a quedar en evidencia en plena campaña cuando, el 28 de setiembre, cuestionó el uso en un acto de un muñeco de Tribilín, el personaje de Disney con que el senador blanco Sebastián da Silva suele burlarse de Orsi. El intendente de Durazno reaccionó diciendo que ese no debe ser el “estilo del Partido Nacional” y aseguró que la ciudadanía no quiere “ofensas ni agravios”. Afirmó que Orsi es su amigo, que siente “gran afecto” por él y que le merece todo su respeto y consideración.

Apoyo al gobierno nacional

El buen relacionamiento de Orsi con el gobierno nacional generó un vínculo cercano con el presidente Lacalle Pou, con quien compartió algunos actos y llegó a intercambiar algunas bromas, como cuando el mandatario visitó el stand de la Intendencia de Canelones en la Expo Prado 2023 y bromeó al sacarse una foto con un gorro de la comuna canaria. “Para la campaña de Orsi, bo”, dijo entre risas a los fotógrafos.

El propio Orsi ha reiterado la importancia del diálogo y el entendimiento entre el gobierno y la oposición en diversas oportunidades. Lo hizo incluso en el contexto de la pandemia al remarcar que el FA debe reconocer los aciertos del gobierno, ya que “la democracia se fortalece mediante la cooperación entre actores políticos”.

El 27 de junio de 2020, Orsi consideró, en una entrevista con Montevideo Portal, que tanto el gobierno como su fuerza política deben “entender que vale la pena dialogar con la otra mitad”. “El Frente Amplio tiene que entender que no todo lo que viene del gobierno es negativo”, sostuvo Orsi, y señaló que el manejo de la pandemia ha sido “acertado”. “La estrategia comunicacional fue inteligente, con mucho despliegue, infraestructura, recursos humanos, donde hay un claro director de orquesta que es el presidente”, indicó.

Un año después, llamó a ampliar los espacios de diálogo y tender puentes para resolver los problemas de la gente. “Un sistema democrático sano se nutre también del diálogo entre rivales políticos, de una construcción pública que, respetando plenamente los roles de gobierno y de oposición, frente a ciertos desafíos, pocos pero centrales, puede y debe ser compartida. Para eso siempre hay que tender puentes, un concepto que no debe ser subestimado o banalizado nunca, sobre todo cuando hablamos desde una sociedad democrática como la uruguaya. Ese mismo diálogo práctico que muchas veces, cuando es franco y abierto, es el que facilita avanzar hacia las soluciones”, afirmó.

“No somos lo mismo”

Desde la vereda del frente, Álvaro Delgado se mostró de acuerdo con la estrategia de “buscar entendimientos, y en algunos temas, con luces largas, pensar en grande”, pero dejó una clara advertencia.

“Hay que impedir que los radicales vuelvan a gobernar el Uruguay, porque es un Frente Amplio radicalizado. No quiero retroceder, no quiero volver a que al Uruguay lo gobierne el Frente Amplio. Por eso, más que nunca, tenemos que comprometernos a que no pasarán”, afirmó el candidato de la Coalición Republicana en Tacuarembó al presentar el programa común de gobierno de la coalición republicana, y a modo de cierre recalcó: “No somos lo mismo”.

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