Varios dirigentes de la Lista 71 (puntal del herrerismo) tenían caras largas. Álvaro Delgado, recién proclamado como candidato único del Partido Nacional (PN), con cerca del 75% de los votos de la interna blanca, estaba pletórico, exultante, parado sobre el escenario montado en la plaza Matriz, frente a la sede del PN. Estaba por anunciar que la exsecretaria general de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales y exmilitante del Partido Comunista Valeria Ripoll será su compañera de fórmula, es decir, la candidata a vicepresidenta del PN.
La precandidata Laura Raffo quedó lejos del primer lugar: apenas arañó el 20% de las preferencias nacionalistas, y el senador Jorge Gandini quedó tercero, con cerca del 5%. Ya a mediados de mayo, desde el entorno de Delgado señalaban que Raffo tenía que conseguir al menos 30% para completar la fórmula, y como eso no se dio, la incertidumbre reinó por varias horas dentro de la sede de Delgado, en Bulevar Artigas y Chaná.
En el comando de Delgado todo era tranquilidad, desde que empezaron a llegar sus dirigentes, en la tardecita, hasta bien entrada la noche, cuando se supieron los primeros datos. “Nunca se dio una interna blanca con tanta diferencia”, señaló a la diaria uno de los dirigentes más cercanos a Delgado. La idea de que Ripoll fuera la compañera de fórmula venía circulando dentro del PN desde hace unos días, pero como un rumor más. Cuando Delgado lo confirmó en público, algunos de los militantes blancos hicieron saber su descontento a viva voz, gritándole a Ripoll cosas como “traidora” y “panqueque”, entre insultos varios.
En ese momento, Delgado sostenía la bandera de Uruguay y estaba recorriendo el final de su discurso, que, básicamente, fue un compendio de lo que dijo en sus actos de campaña, subrayando que quiere ser el presidente “que una a todos los uruguayos”, porque “se acabó la división, se acabó la manija, se acabó la mentira”.
Delgado terminó su discurso con tres anuncios. El primero fue pedirle al economista Agustín Iturralde, el coordinador de sus equipos técnicos, que el martes convoque a los coordinadores de los equipos técnicos de todos los precandidatos del PN “para consolidar un programa que va a ser muy fácil, porque está lleno de coincidencias”.
El segundo anuncio fue el de la fórmula. Delgado dijo que estamos en un “momento histórico”, porque en la elección que viene “avanzamos o retrocedemos”. “Nos va a tocar, como PN, liderar una coalición de gobierno en la que nos necesitamos entre todos. [Estamos] en un momento histórico donde el partido tiene que cambiar de paradigma, porque está en juego no sólo que no nos derrumben las reformas, sino también los valores esenciales como la libertad y las instituciones”, sostuvo.
Delgado subrayó que dijo eso porque el “PN va a cambiar de paradigma, y obviamente es un acto de fe, pero va a cambiar de paradigma tratando de ser un partido bien abierto, cambiando muchas veces la forma de mirar: un partido que genere puentes hacia la sociedad y no genere muros”.
Fue entonces cuando Delgado informó que eligió “a una mujer, una compañera que no hace tanto que vino al PN”, para acompañarlo en la carrera hacia la presidencia. “Le voy a proponer a la compañera, con valentía, compromiso, que siga peleando por esas causas sociales: le voy a pedir a Valeria Ripoll que me acompañe en la fórmula presidencial”, anunció.
“¡Era Laura, Álvaro!”, le gritó un militante, encolerizado, en ese momento, y Delgado siguió con su discurso, para hacer el tercer y último anuncio de la noche. Dijo que acababa de hablar con el presidente Luis Lacalle Pou, a quien le pidió “en este momento especial, donde todos los blancos” necesitan poner “todo el alma en la cancha, poner toda la carne en el asador”. “Le pedí al presidente de la República que sea parte del equipo e integre nuestras listas al Senado, y Luis se comprometió a acompañar este proceso”, dijo, y se ganó varios aplausos.
Por último, Delgado señaló que ahora empieza “la más linda tarea”: “No permitamos que nos arrebaten el futuro, vamos a volver a poner al ciudadano como centro y su libertad, que el que venga al partido se sienta libre, y, sobre todo, que confirmemos entre todos el rumbo, este rumbo, que es un rumbo de desarrollo positivo, que tenemos que seguir hacia adelante, sólo hacia adelante, con todos los blancos”, finalizó.
Ripoll: “Sorprendida y orgullosa”
La decisión de que Ripoll integre la fórmula tuvo repercusiones al instante en ámbitos políticos, más allá de los primeros gritos de los militantes. Un dirigente del herrerismo dijo a la diaria que le hubiera gustado que Raffo fuera la candidata a vicepresidenta; de todos modos, sostuvo que Delgado-Ripoll es “una gran fórmula” porque “trae votos desde afuera”. En tanto, el diputado de Cabildo Abierto Álvaro Perrone escribió en su cuenta de X un escueto pero contundente mensaje: “Qué bravo ir al balotaje con una detractora contumaz de Cabildo”.
“Estoy, obviamente, sorprendida y orgullosa”, fueron las primeras palabras de Ripoll en rueda de prensa, minutos después de que terminara el evento en la plaza Matriz. Subrayó el hecho de que un partido “con la historia que tiene el PN” haya pensado en ella para completar la fórmula, “alguien que no hace tanto tiempo que llegó”. “Dejé todo lo que era mi vida para dedicarme a esto. Yo estoy convencida de que la política le puede cambiar la vida a la gente que lo necesita, es la herramienta. En esta campaña dejé mi corazón, mi alma, todo, la gente me recibió con muchísimo cariño, me contuvieron en lo que fue un cambio difícil, una decisión difícil en mi vida, soy una agradecida a los militantes del PN”, sostuvo.
Por último, Ripoll dijo que no tiene muchos años en el PN, pero está en el PN “por convicción”, porque es el lugar donde quiere estar y donde “nadie” le dice lo que tiene que hacer. “Voy a dejarlo todo, porque merecemos volver a ser gobierno, estoy convencida de que las cosas se hicieron bien”, finalizó.
En el directorio, antes de anunciar la fórmula, habló Macarena Rubio, presidenta del organismo. Tomó la palabra para agradecer a los militantes que los han impulsado en estas elecciones internas y que han trabajado como delegados en los circuitos. Rubio insistió en que se debe “cuidar la unidad” que “nos ha costado tiempo construir”, destacó el trabajo hecho por los cinco precandidatos del PN y pidió que juntos apoyen a Delgado para construir “un segundo piso de transformaciones”.
En el directorio, Delgado se tomó un tiempo para seguir agradeciendo a la militancia de un partido que “va a cumplir 188 años, nada más y nada menos. Nos pesa positivamente la historia, nos da una gran responsabilidad. Hoy quiero hablar brevemente en el directorio, quiero agradecer la confianza que a través de las urnas los blancos expresaron”.
Delgado recordó que es militante nacionalista desde los 16 años y que no viene de una familia política, pero para él es uno de los mayores honores subir “la escalera del directorio” como candidato único a presidente y que será un honor “aún mayor” ser presidente de los uruguayos.
“Sepan que este blanco sabe que le toca ser abanderado, pero que lo más importante es la bandera. Gracias de corazón, gracias por la confianza, obviamente el resultado nos condiciona, nos empuja, pero nos da mucho respaldo para plantearle a la gente, a los blancos y los que no son blancos, que ahora pueden comparar, que me den el honor de ser presidente en nombre del PN, presidente de todos los uruguayos. Hacia eso vamos”, finalizó.