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Sofia Saunier en su casa en Capurro.

Foto: Mariana Greif

Historias de vida trans en primera persona

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Transur, el proyecto de Sofía Saunier para cambiar la forma de narrar trayectorias vitales.

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Sofía Saunier es una creadora polifacética que dice que nunca pudo vivir del arte. Además de dibujar, pintar y hacer performances, es la creadora de Transur, un proyecto audiovisual que registra historias de personas transgénero, tanto de Uruguay como de otras partes del mundo. “Transur significa 'trans uruguayas', pero también 'trans del sur' ”, cuenta.

Actualmente, Sofía cuida a una señora mayor que tiene 85 años y vive al lado de su casa. Cuando tenía 10 años se fue a vivir con su madre a Buenos Aires. “Mi mamá no me aceptó, a los 15 años quedé expuesta a la calle”. Cuenta que “la calle está llena de peligros”. “Más cuando sos joven, que no estás preparada para enfrentar muchas cosas. Algunas sobreviven, otras se suicidan o mueren en el camino”. Volvió a Uruguay con 25 años, en el año 2000.

Dice no ser “la típica mujer transgénero femenina” porque tiene “un estilo diferente, más varonil”. La gente piensa que las trans son todas iguales, pero dentro de las personas trans hay distintas identidades. Sofía dice que es trans porque “transgrede el género”. “No me considero mujer porque no nací mujer, pero tampoco me considero un hombre. Si hay que encasillarse, sería una identidad genderqueer”.

Creó Transur porque cree que la sociedad no llega a las historias de vida de las personas trans y que solo se conoce lo que se muestra en la prensa, “que es siempre lo mismo: prostitución, bulevar, homicidios”.

“Me daba cuenta de que las personas trans no estaban visibilizadas”. Entonces pensó en empezar a registrar historias de personas trans, que ellas mismas puedan contar sus vidas y mostrarle a la gente que “somos como cualquier otra persona: tenemos sueños y tristezas, como todos los demás”.

A la fecha, este proyecto que inició en 2014 tiene un archivo compuesto por 52 historias de vida, que representa a poco más del 6% del total de personas trans que viven en Uruguay (850 personas). Según el Censo Nacional de Personas Trans, realizado por el Ministerio de Desarrollo Social y la Universidad de la República, la población trans habita en su mayoría (62%) en las zonas costeras y de frontera. Canelones, Maldonado, Cerro Largo, Salto, Paysandú y Artigas son los departamentos con mayor población trans. El restante 38% reside en Montevideo.

Algunas de las historias que forman parte del archivo de Transur son de mujeres que viven en el interior del país. Sofía comenta que si bien Montevideo “no es una gran ciudad”, la vida en el interior es diferente. “Una persona trans llama más la atención en el interior, en Montevideo quizás se disimula un poco más. Allá, al verte más, te expones más. La gente te señala más”.

Sofía entrevistando a Florencia para Transur.

Foto: Mariana Greif

Las historias contadas en primera persona en Transur tienen mucho en común. “Son historias tristes. Si bien no todos los capítulos son trágicos, tienen en común el abandono, el rechazo de la sociedad y la decadencia”. Al respecto, la hipótesis de Sofía es que la mayoría de las personas entrevistadas no son jóvenes, aunque la esperanza de vida de esta población sea de 35 años. “Las trans mayores han pasado por muchas cosas feas, como el rechazo de su familia, la discriminación del Estado y la época de los militares. Muchas de ellas se dedicaron a la prostitución desde muy jóvenes”. Las historias de las mujeres trans más jóvenes “no son así de trágicas, porque hoy vivimos en otra época histórica”.

Sofía relata que sufrió la violencia del Estado “en plena democracia”. Un día, mientras iba caminando por la calle Agraciada camino al supermercado, frenó una camioneta blanca y la detuvo la Policía.

“Me pidieron mi nombre y mis documentos. No los tenía porque iba al supermercado. Me subieron a la camioneta. Me quisieron pegar. No había vivido algo así. Parecía un matadero, encerrada con gente que nunca había visto”. La camioneta siguió su camino deteniendo a otras personas. “Fue por Carlos María Ramírez, agarró Garzón y terminó en Bulevar. Subieron hasta que quedó todo lleno”. Éramos todas mujeres trans”.

Transmotoqueras

Expuso su arte en todas las ediciones de la Semana de Arte Trans. En la segunda edición presentó un video sobre Transmotoqueras, otro de sus proyectos.

“Somos tres chicas trans muy diversas que salimos a recorrer las rutas y filmamos lo que hacemos. Agarramos nuestras motos y nos fuimos hasta la Fortaleza de Santa Teresa para visibilizarnos. Para que nos vean en las rutas, en las playas. La idea es esa: mostrarnos. Así la gente puede ver que podemos hacer una vida como cualquier persona”.

Las llevaron a la Jefatura de Policía de Montevideo. “Nos encerraron en un calabozo. Estábamos todas tiradas en el piso sobre el hormigón, nos amontonamos entre todas para darnos calor”. Si bien fue hace más de quince años, dice que quedó con miedo y que durante mucho tiempo “no quería salir a la calle”.

Si bien la discriminación sigue existiendo y hace que las personas trans sean la población más vulnerada del país, hay cosas que están cambiando. “El cambio es impresionante. Antes salía a la calle y me insultaban, me gritaban todo el tiempo, era algo muy común. Ahora me siento más tranquila, más segura. No ando con miedo ni con vergüenza”.

El rechazo para esta población es fatal, en sentido literal. “A las personas trans no se las integra a la sociedad. Por estar expuestas a la vulnerabilidad y a las calles, se van muriendo”. Para cambiar esta realidad, cree que la ley integral para personas trans es una herramienta fundamental.

Considera también que el acceso a la información es otro diferencial de esta época. “Cuando era joven no sabía qué era un homosexual o qué era una trans. Solo sabía que me sentía así. Pero nadie me dio información, ni en la escuela ni en mi familia. Ahora cualquier persona que está explorando su sexualidad puede buscar información en internet sobre qué le está pasando y charlarlo con sus padres. Para adelante, las familias van a aceptar mucho más a sus hijas e hijos. Todo eso es gracias a la información”.

Sofía dice que el cambio también va en que las personas trans dejen de tener miedo y puedan mostrarse. “Tenemos que ser sociables, poder vivir de día, no solo de noche. Salir, mostrarnos, charlar con el vecino, con la almacenera. No tenemos que ocultarnos porque no somos monstruos, somos como cualquier persona”.

Transur #52

Florencia Borthagaray es la protagonista del capítulo 52 de Transur. Vive con su mamá y trabaja como camillera en el Hospital Pereira Rossell. Cuenta que le gustaría estudiar enfermería.

Es un capítulo especial porque es el primer Transur en el que está presente la mamá de una persona trans. Florencia cuenta que “al principio fue muy difícil” con su mamá. “Le llevó años aceptarlo, pero hoy es mi compañera de vida. Siempre me apoyó. Mi papá no me aceptó nunca. Pero no guardo rencor, una tiene que salir adelante como sea en la vida”.

Coincide en que los tiempos están cambiando. “No es como antes, no te juzgan tanto. Antes nos insultaban, nos tiraban piedras, era mucha la violencia. Nosotras sentimos en carne propia la diferencia”. Cuenta que sintió la violencia desde siempre. “Cuando iba a la escuela me insultaban todo el tiempo, ahí empezó el rechazo. En ese momento no entendía mucho lo que me pasaba. En esa época no se hablaba de nada, a través de los insultos me fui dando cuenta de que algo pasaba”.

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