“Voy a mandar una ley que termine con la penalización del aborto y que permita la atención de cualquier aborto en los centros de salud pública”, dijo este miércoles el presidente argentino, Alberto Fernández, durante una conferencia con estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París, en el marco de su gira por Europa. Confirmó así, por primera vez desde que asumió la presidencia, que su gobierno trabaja en la creación de una propuesta propia para que el Congreso despenalice y legalice la interrupción voluntaria del embarazo. Según adelantó, el proyecto sería presentado en marzo.
El mandatario dijo que “todos saben” que el aborto existe en Argentina, porque se practica de forma clandestina, y que se tiene que legalizar porque “en la clandestinidad el riesgo de vida y de salud de la mujer aumenta”. En este contexto, aseguró que las más perjudicadas son las mujeres con menos recursos. “El problema es más agudo de acuerdo a la clase social de la persona a la que se le practica el aborto. Si es de clase alta, lo hará en un centro de salud adecuado, en condiciones adecuadas y el certificado médico dirá que tuvo una aborto espontáneo y su salud estará garantizada”, aseguró. Y agregó: “No vivo en paz con mi consciencia sabiendo que una mujer tiene que realizarse un aborto, no tiene la posibilidad económica y termina en manos de un curandero que con una aguja la termina lastimando o matando”.
También le dedicó algunas palabras a quienes se oponen al aborto legal: “Hay quien siente que legalizar el aborto lo vuelve obligatorio. No es obligatorio para nadie. Es un tema que debemos resolver desde el mundo de la salud pública. No podemos poner en riesgo la salud de la mujer que decide abortar”.
Fernández ya había manifestado su compromiso con la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en noviembre, un mes antes de asumir la presidencia, en una entrevista con el diario Página 12 en la que dijo que no se trataba de “una disputa entre progresistas y conservadores, entre revolucionarios y retrógrados” sino “de un problema de salud pública” que había que resolver.
Un breve repaso
La discusión sobre la legalización del aborto en Argentina se instaló con fuerza durante el gobierno de Mauricio Macri. En 2018, con el impulso del movimiento feminista y la "marea verde" que alcanzó a gran parte de la sociedad, llegó al Congreso una iniciativa para despenalizar la práctica que fue rechazada por el Senado entrada la noche del 8 de agosto.
Los intentos no quedaron ahí. En 2019 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, protagonista de las movilizaciones de 2018, presentó un nuevo proyecto de ley. Finalmente, antes de que terminara su mandato y mientras Fernández ya anunciaba que impulsaría la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, Macri anuló un protocolo de aborto no punible que había sido publicado en el Boletín Oficial por el Ministerio de Salud, al parecer, sin el aval del mandatario.