Cada 9 de agosto, distintos países de América Latina conmemoran el Día de Solidaridad con Víctimas y Sobrevivientes de Violencia Sexual. La fecha está inspirada en la boliviana Brisa de Angulo, víctima de violencia sexual y activista por los derechos de las y los sobrevivientes en su país, cuyo nombre trascendió el año pasado cuando consiguió con su caso una sentencia histórica de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ella impulsó en 2006 la organización de una caminata por las calles de la ciudad de Cochabamba para mostrar a las víctimas que no están solas. Con el tiempo, la iniciativa se empezó a replicar todos los 9 de agosto en otros países de la región para visibilizar los impactos de la violencia sexual y exigir a los estados medidas para la prevención y reparación.
La jornada nunca había sido conmemorada en Uruguay, pero eso cambiará este año porque, por primera vez, hay distintas actividades organizadas en el marco de la fecha gracias al impulso del colectivo Proyecto Ikove, fundado el pasado abril por sobrevivientes de violencia sexual y personas aliadas sensibles a la temática.
En concreto, el colectivo organiza este viernes el conversatorio “Violencia sexual desde una perspectiva de derechos humanos y sensible al trauma: derecho al tiempo, justicia y reparación”, que comenzará a las 18.30 en la sala de eventos especiales del Palacio Legislativo. Dividida en tres bloques, la actividad contará con la participación y el análisis de distintas activistas y especialistas de diversas áreas, y cerrará con la exposición de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y las senadoras Carmen Sanguinetti (Partido Colorado), Amanda Della Ventura y Silvia Nane (Frente Amplio).
El evento estará centrado en la promoción del proyecto de ley sobre imprescriptibilidad de los delitos sexuales hacia niñas, niños y adolescentes, que constituye una de las principales líneas de trabajo del Proyecto Ikove.
Una caminata por prevención, reparación y justicia
Una vez que termine el conversatorio, el colectivo convoca a concentrar a las 20.00 en los alrededores del Palacio Legislativo, específicamente frente a la avenida Libertador, para unirse así a la caminata regional que impulsó Brisa de Angulo hace casi dos décadas. Cuando la marcha llegue a destino, se hará una performance artística y las integrantes de Proyecto Ikove leerán una proclama en la que plantearán reivindicaciones en torno a tres ejes: prevención, reparación y justicia.
En materia de prevención, el colectivo exige “la garantía de la educación sexual integral para brindarles a niños, niñas y adolescentes la posibilidad de identificar posibles situaciones de violencia, pero además también para prevenir que ejerzan situaciones de violencia en el futuro”, explicó a la diaria Victoria Marichal, psicóloga especializada en violencia sexual y una de las integrantes de Proyecto Ikove. “También para que no quede en las familias la responsabilidad de brindar educación sexual integral, porque sabemos que la gran mayoría de las situaciones de violencia sexual hacia niños, niñas y adolescentes ocurren en el ámbito familiar”, agregó.
Otra de las acciones que exige el colectivo para la prevención es la creación de campañas de sensibilización “para poder entender y visualizar lo que vivimos como violencia sexual, porque entendemos que la información que nos ha sido históricamente negada nos aleja de poder identificar lo que vivimos y de ponerle nombre”, puntualizó la activista.
Respecto del segundo eje, Marichal señaló la necesidad de una “reparación digna y restitución de derechos a víctimas y sobrevivientes”, que tiene que priorizar “la garantía en el acceso a tratamientos de salud mental, con profesionales formados específicamente en la temática, que hoy para la gran mayoría no está garantizado”.
En cuanto a la justicia, aseguró que en este momento el foco está en el proyecto de ley de imprescriptibilidad de los delitos sexuales, aunque desde el colectivo “también está la exigencia de que el personal de todas las áreas de Fiscalía, comisarías, jueces, etcétera, tengan formación específica en perspectiva de género sensible del trauma para no revictimizar, y que los tiempos acompañen el proceso de las víctimas”.