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Boceto judicial creado el 17 de setiembre del acusado Dominique Pélicot durante su juicio.

Foto: AFP

Caso Pélicot: las primeras declaraciones del hombre que drogó, abusó y entregó a su esposa a otros violadores durante nueve años

3 minutos de lectura
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“Soy un violador, como los que están en esta sala”, admitió Dominique Pélicot, a la vez que aseguró que los otros 50 acusados “sabían todo” y pidió perdón por lo que calificó de “imperdonable”.

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Dos semanas después del inicio del juicio y tras varios días de que quedaran suspendidas las audiencias por sus problemas de salud, el hombre de 71 años acusado de drogar, violar y someter a su esposa a las violaciones de decenas de desconocidos, Dominique Pélicot, declaró por primera vez ante la Justicia de Francia. A metros de su ahora exesposa, Gisèle, el agresor reconoció su responsabilidad en todos los delitos que se le atribuyen y aseguró que los 50 hombres que lo acompañan en el banquillo de acusados sabían bien lo que estaban haciendo.

“Hoy sostengo que soy un violador, como los que están involucrados en esta sala. Todos conocían el estado [de Gisèle] antes de venir [a mi casa]; lo sabían todo, no pueden decir lo contrario”, afirmó Pélicot este martes, sin titubear. Entre 2011 y 2020 el hombre administró somníferos a su esposa durante la cena para que se durmiera hasta perder la conciencia y pudiera ser violada por hombres a los que él contactaba a través de internet. Además, grababa los abusos que se sucedieron en su propia casa, ubicada en el pueblo de Mazan, departamento de Vaucluse, a unos kilómetros de la ciudad de Aviñón.

“Soy culpable de lo que hice. Pido a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos, a la señora M. [violada por su marido con el mismo procedimiento y con la participación de Pélicot] que tengan la amabilidad de aceptar mis disculpas. Lamento lo que hice, pido perdón, aunque no sea perdonable”, dijo el septuagenario, que la semana pasada fue hospitalizado por problemas renales y en la próstata. “Ella era maravillosa y yo estaba equivocado”, declaró en referencia a Gisèle, que lo miraba fijamente. Agregó: “La amé bien durante 40 años y la amé mal durante diez. Nunca debí haber hecho eso. Lo arruiné todo, lo perdí todo; tengo que pagar”.

Dominique: “Estoy arrastrando demasiadas cosas detrás de mí”

Cuando le preguntaron por qué había recopilado los videos y fotografías de las violaciones contra su esposa –material reunido en una carpeta llamada “Abuso” que los investigadores encontraron en su computadora–, Pélicot respondió: “Al principio, había un elemento de placer, pero también era una medida de seguridad. Hoy, gracias a eso, podemos encontrar a quienes participaron”. La investigación logró diferenciar a 83 abusadores, aunque sólo se pudo identificar a los 51 que están imputados desde 2020 y ahora enfrentan el juicio.

Más adelante, el abogado de Gisèle, Stéphane Babonneau, le preguntó –y aclaró que lo hacía en nombre de su representada– por qué no había dejado de ejercer violencia durante todos esos años. Él contestó: “Yo también sufrí al verla así, pero la adicción era más fuerte. Traicioné su confianza. Debería haber parado mucho antes, no haber comenzado. Pero estoy arrastrando demasiadas cosas detrás de mí: no pude parar, lamentablemente”.

Otro de los abogados presentes le preguntó qué siente respecto de “haber embarcado a decenas de desconocidos” en los abusos. El hombre respondió con firmeza: “No embarqué a nadie, ellos mismos vinieron a buscarme. Me preguntaron, dije que sí. Aceptaron, vinieron. No esposé a nadie para que viniera a mi casa”.

Según la investigación, en su computadora también se encontraron fotografías de su hija, tomadas sin su conocimiento y en las que, en algunos casos, se veía dormida y desnuda. Interrogado al respecto, Pélicot negó haber sido el autor de esas imágenes. La hija, que hoy tiene 45 años y estaba sentada al lado de su madre, gritó en ese momento: “Estás mintiendo”, de acuerdo a lo que consignó Le Monde. Él se dirigió a ella y, elevando la voz, apuntó: “Nunca te toqué, nunca te drogué, ni te violé, nunca hice eso”.

Un rato antes, Pélicot había sido consultado sobre detalles de su infancia y destacó dos hechos traumáticos durante esa etapa: dijo que sufrió una agresión sexual por parte de un enfermero cuando estuvo internado en un hospital a los nueve años, y que luego, a los 14, fue obligado a participar en una violación grupal cuando trabajaba como aprendiz en una obra de la construcción. “De mi juventud sólo recuerdo shocks y traumas. En 1971 hubo este hermoso encuentro”, señaló, esto último en referencia al año en que conoció a Gisèle.

Gisèle: “Él era consciente de que cometió estos actos de barbarie”

Después de escuchar a su principal agresor, Gisèle tuvo la oportunidad de subir al estrado, donde hizo una breve declaración. “No imaginé ni por un solo segundo que él podría haber cometido estos actos de violación”, dijo la mujer, que el fin de semana recibió el apoyo de miles de personas que se manifestaron en distintas ciudades de Francia contra la violencia sexual. “Es muy difícil para mí escuchar incluso hoy que él era consciente de que había cometido estos actos de violación y barbarie contra mí”, agregó.

Este miércoles, en una nueva audiencia en la que declaró el esposo de la señora M., el presidente del tribunal le preguntó a Gisèle si dio su consentimiento en alguna de las ocasiones y si en algún momento pudo oponerse a las agresiones de su esposo. La mujer, visiblemente enojada de acuerdo a lo que reportó France Info, dijo que no pudo consentir y oponerse porque no estaba al tanto de lo que estaba padeciendo; “estaba en estado de coma”, enfatizó.

“Desde que llegué a esta sala me he sentido humillada”, dijo, y aseguró que llegaron a tratarla de “alcohólica” por “no haberse dado cuenta” de que estaba siendo violada. “Hay que tener un nivel de mucha paciencia para aguantar todo lo que he oído”, agregó la mujer, antes de cuestionar que por momentos pareciera que ella es la culpable.

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