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Cooperativa de trabajo Entrebichitos, en Pando.

Foto: Diego Vila

Cooperativa premiada en bioeconomía circular desafía al modelo tradicional de saneamiento y pide más oportunidades

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Entrebichitos, nacida a partir de un descubrimiento realizado por un grupo de alumnos de una escuela pública en Casavalle, encontró una tecnología que logra sanear el agua sin obras ni caños y hoy es el primer consorcio microbiano de América Latina.

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La cooperativa uruguaya Entrebichitos, surgida en la escuela pública N° 319 de Casavalle y que ganó hace unos días el primer premio de bioeconomía circular, pretende desafiar al modelo tradicional de saneamiento y reclama que el Estado brinde mayores oportunidades a determinados sectores “estratégicos” que hacen ciencia y promueven el conocimiento.

El coordinador general de la cooperativa, Federico Mesa, sostuvo, en diálogo con la diaria que el trabajo que lleva adelante Entrebichitos ha demostrado que a partir del uso de microorganismos eficientes nativos (MEN) se puede realizar un saneamiento “rápido, eficiente y amigable” con el medioambiente sin obras ni caños.

“Lo que tenemos para ofrecer es un saneamiento rápido, eficiente y muy amigable con el medioambiente. No hay que romper nada, no hay que levantar, poner caños, ni nada. Es muy simple y rápido. Estamos hablando de una solución al saneamiento”, recalcó.

La cooperativa ha logrado publicar trabajos en revistas científicas arbitradas y ha logrado demostrar cómo estos microorganismos funcionan, por ejemplo, en el tratamiento de pozos sépticos. “Se puede aplicar una vez al mes una pastilla de MEN y un litro del producto líquido por semana, y el agua puede quedar apta para riego a partir del octavo día”, explicó.

De esta manera, la cantidad de coliformes fecales del pozo séptico desciende entre un 92% y un 96%. “Esto quedó demostrado en una investigación que llevó más de cinco años, donde se midió en laboratorio y en pozos sépticos reales de familias uruguayas que viven en asentamientos”, agregó. También se trabajó en la cárcel de Colonia, midiendo el impacto de la aplicación de la tecnología en el pozo séptico de dicho lugar.

“Lo que estamos proponiendo va en contra de la lógica de nuestra sociedad, que tira la materia fecal al agua, no importa si es una cañada, un arroyo o el mar. Puede ir por caños, pero termina siempre en un curso de agua. La lógica que proponemos es que cada casa con pozo séptico tenga una planta de tratamiento de agua residual doméstica, en vez de llamar al camión barométrico”, remarcó.

Con ello, se cierra un circuito de economía circular con una propuesta “sencilla, económica, rápida y fácil y es la única en Uruguay registrada por Salud Pública como alternativa de saneamiento”, añadió.

La semana pasada, Entrebichitos recibió el primer premio en la categoría Bioeconomía Circular del Premio Uruguay Circular que organizó el Ministerio de Industria, Energía y Minería. El reconocimiento fue entregado por el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño.

Origen

La cooperativa nació como un emprendimiento de base comunitaria a partir de los descubrimientos que alcanzaron un grupo de niños de la escuela 319 de Casavalle. Mesa, que por aquel entonces era maestro, tenía como objetivo desplegar la maya curricular como docente, pero, conforme los alumnos fueron avanzando en la investigación, se produjeron ciertas “rupturas a nivel pedagógico”.

“Cuando los chiquilines descubrieron la tecnología de microorganismos eficientes, nosotros no sabíamos nada de biología ni de microbiología. Y empezamos a generar conocimiento con ellos también. Se abrió un camino de investigación, que la escuela participó en proyectos con la Facultad de Agronomía, con el Instituto de Investigación Clemente Estable [...] Incluso tuvimos una financiación de la ANII [Agencia Nacional de Investigación e Innovación] para desarrollar conocimientos sobre esta tecnología, donde los chiquilines de la escuela impulsaban justamente el dispositivo de investigación en los barrios para comprobar que la tecnología funcionaba”, afirmó.

En ese camino, se descubrieron formas de captura y selección de microorganismos que fueron analizadas para ser patentadas, pero los niños de ese grupo escolar decidieron no hacerlo. “Los alumnos decidieron publicar el procedimiento de captura de microorganismos para que quedara abierto y público y que nadie lo pudiera patentar. Así empezó todo. Luego, ese camino de investigación se siguió profundizando, y hoy en día somos una cooperativa de trabajo que está instalada en el Polo de Economía Circular de Pando. [...] Tenemos el orgullo de que aquella hipótesis de trabajo que nació en una escuela pública se legitimó científicamente primero y ahora está legitimada normativamente, siendo que es el primer consorcio microbiano registrado en América Latina para uso domisanitario”, afirmó.

Mesa señaló que esta situación posiciona al país frente a la región debido a que no existían antecedentes de un consorcio microbiano y a nivel normativo implicó que el Ministerio de Salud Pública tuviera que adecuar su normativa.

Iniciativas actuales

Actualmente, Entrebichitos pretende impulsar una investigación con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) durante este año sobre el uso de bioinsumos para la producción orgánica de alimentos así como también otra línea sobre probióticos en animales.

Asimismo, la cooperativa tiene otra línea de trabajo basada en la aplicación de un producto para la biorremediación de cursos superficiales de agua. Con este emprendimiento trabajó en Punta Colorada durante tres meses, junto con la comisión de vecinos, la Universidad de la República, el Centro Universitario Regional Este y la Intendencia de Maldonado para monitorear la aplicación del producto en el arroyo Juncal, que divide el balneario de San Francisco del de Punta Colorado y que a su vez llega a la playa.

“Se trata de un curso de agua que tiene un alto índice de contaminación por coliformes fecales, porque toda esa zona no tiene saneamiento, y a su vez termina contaminando también el agua de la playa. Allí aplicamos el producto y [...] los niveles de contaminación de la playa bajaron hasta diez veces, llegando hasta su mínimo histórico”, comentó.

Entrebichitos también está trabajando con 82 productores rurales de la zona de Canelones, Colonia y Soriano para realizar biofertilizantes y microorganismos que contribuyan a mejorar el suelo, compostar materia orgánica y tratar los efluentes industriales.

“Las industrias, principalmente la alimenticia, necesita muchos litros de agua para producir [...] Aplicando nuestro producto en esas aguas, dejan de emitir malos olores y los parámetros de contaminación descienden notoriamente. Creemos que lo que brinda esto hacia el futuro es una herramienta muy accesible, fácilmente escalable, de producción local, y de esa manera se genera soberanía, independencia, y un considerable ahorro de costos económicos y ambientales”.

Desafíos

Mesa resaltó que el premio que recibieron en materia de bioeconomía circular es un reconocimiento importante que los deja muy contentos, pero consideró que “el Estado debería cuidar mucho más a determinados sectores estratégicos que hacen ciencia y promueven el conocimiento”. “El arroyo Juncal en Punta Colorada es la realidad de todos los arroyos desde Chuy, el departamento de Colonia, hasta el arroyo de Las Vacas en Carmelo. Esta realidad debería ser expandida para cuidar nuestras costas, que es el patrimonio más rico que tiene el país”, observó.

Por este motivo consideró que debería haber otras políticas de Estado que permitieran consolidar emprendimientos como el de Entrebichitos y “otras experiencias muy buenas del país que generan conocimiento y brindan soluciones para la calidad de vida de las personas”.

Generación de empleo

Asimismo, sostuvo que mientras los asentamientos siguen creciendo en el país, es “imposible” que tengan todos el saneamiento tradicional, por lo que deberían contemplarse propuestas como esta, “donde en tres o cuatro años el 100% del territorio nacional terminaría con saneamiento, generando trabajo y oportunidades, de desarrollo local, y a su vez también cuidando un patrimonio fundamental”.

El líder de la cooperativa consideró que el Estado debería cuidar este tipo de iniciativas para que el “conocimiento quede en Uruguay”. “Nosotros hemos tenido apoyo del Estado para el desarrollo del conocimiento, pero no para la consolidación del emprendimiento como tal”.

“Uruguay hoy es pionero como productor de biotecnología basada en microorganismos nativos. Entrebichitos, que es una cooperativa de trabajo muy humilde y muy pequeña, forma parte de la Escuela Latinoamericana de Agroecología y comparte conocimientos con poblaciones rurales de la Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Paraguay. Normativa y científicamente estamos muy avanzados en eso porque es el único país que logró justamente reglamentar y comprobar dicha tecnología”, expresó.

La cooperativa desarrolló el análisis de secuenciación masiva de ADN y el producto se encuentra sistematizado para producirlo. “Es un capital que debería cuidarse y que yo creo que debería consolidarse. A nivel específicamente de los MEN, Uruguay tiene toda la posibilidad de en dos o tres años tener el 100% del territorio nacional con saneamiento. Existe la posibilidad de biorremediar cursos de agua de forma eficiente y rápida”.

“A diferencia de otros casos en los que se necesitaron años para lograr mejorar los cursos de agua, nosotros hablamos de seis meses, un año. En el caso del arroyo Juncal en Punta Colorada, fueron tres meses. Rápidamente se podría generar dispositivos de investigación sobre eso y comprobar que funcionan, mejorarlos y replicarlos a nivel nacional”, concluyó.

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