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Habitantes de asentamientos coinciden en que ahora se sienten mucho más libres porque el Estado no se mete en la vida de la gente

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“La pesadilla orwelliana de la vida híper controlada y la intromisión en las finanzas de los actores económicos llegó a su fin”, afirma un informe del Mides.

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“Si al final del período los uruguayos son más libres, habremos hecho bien las cosas”, había dicho el presidente Luis Lacalle Pou durante su discurso de asunción ante el Parlamento el 1° de marzo del año pasado. A poco más de un año de aquella frase, este objetivo parecería estar en camino de concretarse. Según un estudio del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), los habitantes de los asentamientos de Montevideo y del interior se sienten “mucho más libres” que durante los 15 años en los que gobernó el Frente Amplio. “Está claro que la gran diferencia entre los gobiernos anteriores y el gobierno de Lacalle Pou es que ahora el Estado ya no se mete tanto en la vida de las personas. Acá, sin ir más lejos, hace un año que no entra nadie que tenga algo mínimamente parecido a un empleo público o un contrato de trabajo con el Estado. La libertad que se respira es increíble”, aseguró uno de los entrevistados para el informe del Mides.

Los autores del trabajo consideran que “es claro que la pesadilla orwelliana de la vida híper controlada y la intromisión en las finanzas de los actores económicos llegó a su fin”. “Donde antes había asfixia por exceso de regulaciones, hoy hay bocanadas de aire descontaminado del intervencionismo. Donde antes había miedo a la vigilancia por parte de los poderes públicos, hoy hay alegría ante la certeza de que el gobierno confía en la capacidad de los habitantes de los asentamientos de administrar el dinero que ganan, en caso de que lo ganen”.

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