Tras negar el viernes en el Parlamento que las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China estuvieran “estancadas”, el canciller Francisco Bustillo reconoció ayer que la situación “se complicó”, aunque aclaró que esto se debió a un “evento desafortunado ocurrido el sábado”. Según explicó el jefe de la diplomacia uruguaya, “los intercambios con Pekín eran un poco lentos debido a que ellos nos mandaban sus mensajes mediante una paloma mensajera. Un animal muy bien entrenado y, además, muy simpático. Esta paloma partió el jueves desde China con una respuesta a una consulta que habíamos hecho, y el sábado de noche fue abatida mientras sobrevolaba cielo ucraniano. Lógicamente estamos muy compungidos por el hecho, porque era un ave realmente muy eficiente y muy cálida en el trato con los seres humanos”.
Bustillo explicó que “indudablemente esto va a retrasar el proceso, pero ya enviamos un chasque a Pekín solicitando que nos reenvíen el mensaje”. Hasta ahora Uruguay también recurría a palomas mensajeras, pero debido a este incidente decidió apelar a mensajeros que recorrerán toda América hasta Alaska, de ahí cruzarán nadando a Asia por el estrecho de Bering y desde allí correrán en dirección sur hacia China.
La heroína: Kang Qi se llamaba la paloma caída en cumplimento de su deber.