Ayer se registró un cuarto caso de una elefanta marina que llegó hasta las costas uruguayas. La particularidad en esta ocasión es que el ejemplar no se instaló en una playa de Canelones o Maldonado, como las tres anteriores, sino en Montevideo. Pero la elefanta marina llegada a la playa Ramírez aseguró que este hecho la tiene “sin cuidado”. “Nunca entendí esa obsesión por irse a las playas del Este como si Montevideo fuera una ciudad metida en el medio del campo. Tenemos unas playas preciosas. ¿Qué necesidad de ir a Piriápolis, Atlántida o La Pedrera?”, se preguntó el mamífero pinnípedo.
Pero las otras elefantas marinas que llegaron a las costas uruguayas en los últimos días pusieron en duda el supuesto desinterés por ir al Este. “Ella dice que no le interesa ir a Canelones, Maldonado o Rocha, pero en realidad lo que pasa es que no puede, porque no es como nosotras. ¿Quién va a preferir tirarse al sol en una playa repleta de personas, que a veces hasta son pobres y todo, en lugar de venir a un balneario de clase media o de clase alta? Te digo que no se conforma la que no quiere, ¿eh?”, declaró el ejemplar de Mirounga leonina que se instaló en José Ignacio.
La observación: “Qué necesidad de venir acá. Yo, si tuviera vacaciones, me iría a Brasil, que está mucho más barato”. Paseador de rambla.