Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se han transformado en uno de los temas más álgidos del panorama geopolítico. El presidente estadounidense, Donald Trump, reveló ayer que la semana pasada mantuvo una conversación telefónica con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, durante la que le dio un ultimátum. “Le dejé bien en claro que si quiere evitar medidas de fuerza debe convertirse a la ultraderecha. Si no lo hace, va a enfrentar toda nuestra fuerza. Tiene una semana para despedir al 90% de los empleados públicos, aumentar las penas para los abortos y empezar a expulsar inmigrantes. Sabemos que hoy en día no hay muchos inmigrantes en Venezuela, es cierto, pero le propusimos que en todo caso eligiera otro grupo como chivo expiatorio. Quizás pueden ser los indígenas, a quienes puede despojar de sus tierras. Le estamos dando muchas opciones. Esperemos que sepa apreciarlas”, declaró el mandatario en una conferencia de prensa.
El plazo para que Maduro acepte esta oferta vence el lunes de la semana que viene. “La decisión está en sus manos. Si acepta mi propuesta, no sólo se va a mantener en el poder, sino que además va a recibir préstamos gigantescos, apoyo para ganar elecciones e indultos en procesos por narcotráfico. Si la rechaza, será tratado como un comunista más”.
La respuesta: “Le digo al señor Trump que yo no acepto ultimátums de ningún presidente que esté vivo. Si tiene algo que decirme, que me lo diga a través de algún pajarito poseído”. Nicolás Maduro, presidente loco por la ornitología.