Tres hombres fueron condenados por resistencia al arresto, tras protagonizar un incidente con la Policía en la madrugada del sábado, en la explanada de la Intendencia.
Sobre la 01.30, los dos integrantes de la Armada llegaron a la explanada en un Chevrolet Celta blanco escuchando música a alto volumen. Cuando dos policías que controlan la explanada les pidieron que bajaran la música, lo hicieron, pero volvieron a subirla a los pocos minutos.
Los policías permanecieron a pocos metros del vehículo a la espera del cumplimiento de la orden y unos minutos después llegó un patrullero en respuesta a una denuncia por ruidos molestos, realizada por un vecino. Los efectivos se acercaron al vehículo y volvieron a exigirles que bajaran la música, pero los jóvenes se identificaron como militares y se negaron a cumplir la orden.
Ante la negativa, una de las policías que estaban en el operativo les pidió que salieran del coche y cerraran la puerta. “Vos milica no me vas a decir lo que tenemos que hacer, nosotros somos militares, vos no nos vas a tocar milica de mierda, no voy a cerrar nada la puerta”, respondieron, según señala la acusación fiscal.
Cuando los iban a arrestar, los hombres comenzaron a forcejear con la policía. Uno de ellos propinó un golpe en la cara de uno de los efectivos y trató de quitarle el arma de reglamento, mientras el otro intentaba obstaculizar el avance de los otros policías. En ese momento, un joven de 22 años, que no conocía a los ocupantes de la camioneta y que se encontraba en la otra punta de la Explanada, corrió hasta el lugar del incidente para impedir el arresto.
“Los vamos a hundir, están grabados (...) yo soy sobrino y ustedes no saben de quién”, gritó el joven que se identificó como cabo del Ejército y terminó junto a los otros dos reducido y siendo conducido a la seccional segunda.
El fiscal Rodrigo Morosoli llegó a un acuerdo abreviado con los tres imputados, que reconocieron el delito de resistencia al arresto, creado por el artículo 4 de la Ley de Urgente Consideración, y a uno de ellos se lo condenó también por lesiones personales.
Morosoli explicó a la diaria que si no estuviese la LUC vigente, los hechos podrían haber entrado en las figuras clásicas de atentado o desacato, con lesiones personales. “Ahora hay una norma mucho más específica”, señaló el fiscal. Morosoli tomó en consideración, además de la admisión de los hechos por parte de los imputados, las filmaciones del lugar que corroboran la actuación correcta de la policía y los testimonios dados por los participantes del hecho.
El integrante de la Armada de iniciales D.G.F de 32 años fue condenado por dos delitos de lesiones personales especialmente agravadas y un delito de resistencia al arresto especialmente agravado”, dice el comunicado. El acuerdo alcanzado implica una condena de ocho meses bajo régimen de libertad a prueba con la obligación de presentarse semanalmente a la seccional más cercana a su domicilio y prestar servicios comunitarios por dos horas semanales durante tres meses. Además se dispuso la obligación de participar en un programa de tratamiento de la violencia.
El otro integrante de la Armada, de iniciales M.P.G, de 24 años fue condenado por un delito de resistencia al arresto especialmente agravado. Se dispuso una pena de seis meses en régimen de libertad a prueba, también con la obligación de presentarse en seccional, participar de un programa de tratamiento de la violencia y realizar trabajos comunitarios de dos horas semanales durante dos meses.
Al tercer condenado, un joven aspirante al Ejército de 22 años, se le dispuso seis meses de régimen de libertad a prueba por un delito de resistencia al arresto especialmente agravado, con la obligación de presentarse ante la seccional, realizar tareas comunitarias de dos horas semanales durante dos meses y participar de un programa formativo laboral.