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Unidad 5 Femenino, cárcel de mujeres en Colón (archivo, mayo de 2018).

Foto: Mariana Greif

Una mujer privada de libertad vendía drogas en la Unidad 5 y tres familiares fueron imputados por recibir los pagos fuera de la cárcel

3 minutos de lectura
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La mujer ingresaba los estupefacientes en sus salidas transitorias, los distribuía en la cárcel y sus familiares, imputados por asistencia al narcotráfico, recibían el dinero a través de redes de cobranza; la investigación se desató luego de que se viralizara un video en el que torturaban a una mujer para que pagara por una deuda de drogas que tenía con ella.

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Semanas atrás se viralizó un video en la Unidad 5 Femenino, cárcel de mujeres de Montevideo, en la que se observa a una mujer privada de libertad siendo torturada por otra. Según se pudo saber, filmaron el video con fines extorsivos para que la familia de la víctima concretara un giro.

La Fiscalía de Estupefacientes de 3° turno, a cargo del fiscal Rodrigo Morosoli, investiga el caso. Se encontró que había una organización delictiva familiar que distribuía drogas en la cárcel de mujeres. Tenían un sistema montado a través de una mujer privada de libertad, de iniciales RAC, que está presa desde 2014 y tiene una condena de 24 años de penitenciaría por un homicidio muy especialmente agravado. La mujer tenía salidas transitorias educativas y cuando retornaba a la cárcel ingresaba droga para vender. Entraba varias drogas: marihuana, cocaína y pasta base.

Tres personas, que son familiares de la mujer, recibían los pagos por la venta de esta droga a través de giros en redes de cobranza. Los tres fueron imputados como autores de un delito continuado de asistencia a las actividades del narcotráfico. Dos de los imputados son hombres: uno de ellos, de iniciales NGAC, tiene 27 años y es hermano de la mujer, y el otro, de iniciales RAAS, tiene 65 años y es el tío de la mujer. Para ambos se dispuso la prisión preventiva mientras continúa la investigación. La tercera imputada es la hermana de RAC, de 35 años, y de iniciales VAC. En su caso se dispuso la prisión domiciliaria total.

En la solicitud de formalización a la que accedió la diaria se plantea que los familiares aceptaron participar de la maniobra brindando sus datos personales y acudiendo a los locales de cobranza para retirar los giros efectuados por los familiares de las mujeres privadas de libertad que compraban los estupefacientes.

Hasta el momento, de la investigación surge que el hermano de la mujer cobró 47 giros entre mayo de 2022 y enero de 2023 por un valor de un millón y medio de pesos y la hermana recibió 17 giros entre octubre de 2022 y enero de 2023 por 52 mil pesos. Mientras, el tío cobró 139 giros entre enero y mayo de 2023 por un monto de 275 mil pesos.

Según resalta el fiscal, los familiares tenían “pleno conocimiento de su situación personal y judicial”, y estaban al tanto de que la mujer “no posee ingresos lícitos y que únicamente estaba autorizada a estudiar en el marco de las salidas transitorias que le fueron otorgadas (y luego revocadas a partir de la incautación de un ladrillo de marihuana y su posterior imputación)”. Se detalla que el tío la visitó 108 veces desde el año 2015, la hermana 14 veces y en la casa del hermano estuvo viviendo el hijo de la mujer, siendo esa vivienda donde se incautó un ladrillo de marihuana de casi medio kilo, lo que resultó en la formalización de la mujer que ya estaba presa por posesión de sustancias estupefacientes.

Como evidencias se tomó en cuenta la declaración de una mujer privada de libertad en setiembre 2022 que asumió que tenía una deuda de 30 mil pesos, de la que su pareja había pagado 19 mil. Esto fue ratificado por su pareja, que aportó diez recibos de giros realizados a través de Red Pagos al hermano de la mujer que vendía dentro de la cárcel. Otra mujer también declaró en la misma fecha que mantenía una deuda de diez mil pesos con ella y que pagaba a través de depósitos en la tarjeta Mi Dinero del hermano de RAC.

De las incautaciones que se hicieron dentro de la cárcel, se mencionan una de octubre de 2019 a RAC de 140 gramos de marihuana y 10 de pasta base, y otra a su novia, de iniciales KA, que fue de 16 gramos de pasta base. También se aporta que RAC fue encontrada varias veces junto al tejido perimetral de la cárcel, donde recogió ambas veces paquetes que tenían marihuana, pasta base y un chip de celular.

También se consideraron como evidencias registros policiales en los que se indica que RAC fue “sorprendida” en al menos tres oportunidades entregando marihuana a otras mujeres que estaban presas en la Unidad 5. Hay registros de que esto pasó en noviembre de 2020, en marzo de 2021 y en agosto de 2021. En el último caso se comprobó que la pareja de la mujer desde afuera de la cárcel se hizo cargo del pago a través de la tarjeta Mi Dinero.

Además, se hicieron “intervenciones telefónicas” que “dan cuenta de las continuas conversaciones de RAC con otras reclusas, ofreciendo y vendiendo sustancia estupefaciente, recibiendo pedidos, reclamando deudas, indicando los medios de pago y demás detalles”. “A través de estas escuchas se pudo establecer las cédulas de identidad que RAC le aportaba a las consumidoras para girar o transferir el dinero, siendo éstas las correspondientes a los hoy imputados”: su hermano, su tío y su hermana.

Se detalla que en las escuchas RAC le indicaba a sus familiares dónde levantar los giros y también se tiene como evidencia informes de Red Pagos y de Abitab en los que se detallan los giros, transferencias y depósitos recibidos por los imputados. Del celular del hermano de la mujer surge que ella le ordenó pagarle 13.000 pesos a una persona que le había vendido un kilo de marihuana.

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