El Tribunal de lo Contencioso Administrativo tomó declaración a representantes de la empresa Fronteras Seguras de América, integrado por Dafiway y Vilnago, quien reclama la nulidad de la licitación convocada por el Ministerio del Interior en agosto de 2022 y otorgada a la empresa mexicana Veridos en enero de 2023.
El proceso licitatorio, que tenía como objeto la implementación de un sistema de control fronterizo para el registro de movimientos migratorios, la identificación de personas y el control de documentos de viajes, fue observado por el Tribunal de Cuentas por varias irregularidades, entre ellas, la de no haber cumplido en los plazos establecidos con la presentación de la garantía de mantenimiento de la oferta por 200.000 dólares. En febrero de 2025, durante la gestión de Nicolás Martinelli, se aprobó la implementación del sistema y ahora el MI evalúa la rescisión del contrato por incumplimiento.
Los denunciantes plantearon otras irregularidades vinculadas con la ejecución del contrato, en las condiciones de seguridad para la migración de los datos históricos, la instalación de un módulo de gestión de tripulantes, la implementación de un sistema de verificación de identidad mediante el uso de biometría, la gestión de visas electrónicas, la operatividad de un sistema de búsqueda automática contra listas negras nacionales e internacionales en tiempo real al momento del registro del movimiento migratorio y el envío de alertas ante coincidencias.
También denuncian incumplimientos en la implementación de un sistema de detección de riesgos para la seguridad pública, deficiencia en el sistema de estadísticas y en la integración del sistema a otros sistemas de datos estatales, en varios casos por aspectos pendientes por parte de los organismos públicos.
“Es constante la intermitencia en el funcionamiento del SIGMU de manera integral, lo que retrasa la operativa cotidiana de control migratorio”, señala un informe de julio de 2025 sobre el funcionamiento del sistema.
Además, señala que en el Puerto de Montevideo y Colonia, donde se instalaron egates, sistemas automatizados de control fronterizo, “su funcionamiento fue muy intermitente”, y pone como ejemplo el retraso de una hora en la salida de un barco “por las fallas permanentes del sistema” y otras fallas que impidieron el reconocimiento facial y dactiloscópico y demoras en la carga de las listas negras.
El informe da cuenta de “cierres espontáneos” del sistema y problemas en el reconocimiento de pasaportes estadounidenses, británicos, brasileños, alemanes, peruanos y argentinos. Además, señala que aún está pendiente la coordinación con el área TIC del Ministerio del Interior para el intercambio de información con el Aeropuerto de Montevideo.