Este martes, el presidente, Yamandú Orsi, convocó por segunda vez al Consejo de Ministros. Al término del encuentro, en una conferencia de prensa, el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, comunicó los principales puntos tratados en el encuentro.
Díaz anunció que la ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo, y el subsecretario, Joel Rodríguez, no asistieron al consejo debido a que se encontraban en el predio del Comando General de la Armada en el puerto de Montevideo, donde se cauteló una zona a partir de la existencia de información, entendida como “verosímil”, “de que allí podrían encontrarse restos de personas desaparecidas relacionados con el pasado reciente”.
“La importancia que tiene este tema, la importancia en sí mismo y la importancia que tiene para este gobierno, hizo que tanto la ministra como el subsecretario decidieran estar presentes en el momento en que se ejecutaba la medida cautelar dispuesta por la Justicia y que ha llevado adelante la Institución Nacional de Derechos Humanos”, señaló el prosecretario.
Díaz señaló que el gobierno no está en condiciones “de compartir más información” porque está en marcha una investigación judicial. Si bien dijo que las autoridades que recibieron la información entendieron que no se trata de una “cáscara de banana o información que no tiene ningún grado de verosimilitud”, por el contrario, tiene “rasgos de verosimilitud y, por ende, se disparó todo el procedimiento, con la intervención de la Justicia, a los efectos de cautelar ese predio”.
“Para nosotros, para la izquierda, el tema de los derechos humanos y el tema del pasado reciente, el tema de los desaparecidos, es un eje central, es un eje vertebral, forma parte de nuestro ADN y, por ende, este tema nos moviliza profundamente y estamos dispuestos a poner toda la carne en el asador hasta encontrar al último de nuestros desaparecidos”, manifestó.
Cautela
Según dijo a la diaria el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, la Fiscalía tuvo conocimiento de la información hace algunos días, cuando la antropóloga que lídera el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), Alicia Lusiardo, llevó la información al ministerio público. Allí se activó el protocolo de actuación definido por la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) y comenzó el proceso judicial, que terminó con la decisión de cautelar el predio. El fiscal señaló que la información indica que habría varios cuerpos en la zona de un subsuelo de ese predio de la Armada, que no estarían enterrados, como sucedió con todos los hallazgos hasta el momento, sino que se habría construido sobre ellos. Esto podría implicar, si así se define, destruir parte de la pared del subsuelo, dado que el recinto “tiene lugares escondidos”, que son los espacios señalados por la información.
La ministra de Defensa, Sandra Lazo, indicó a la diaria que el lugar que figura en la información fue hallado en esta primera “inspección ocular” que se hizo este martes. Lazo dijo que la INDDHH convocó a la cartera a observar el inicio del “procedimiento de rutina” para “acompañar”. La jerarca dijo que todavía no se ingresó a trabajar y que ahora será el momento del trabajo del GIAF.
Lazo dijo que hay que tener “mucha cautela” a la hora de “generar expectativas”, pero marcó que un eventual hallazgo implicaría “sentimientos encontrados”. “Deseamos éxitos en el trabajo, pero sabemos que ese éxito implica confirmar cosas muy dolorosas”, dijo. “Hay que dejar que trabajen tranquilos, [con] total confianza”, señaló, y aseguró que hubo “total disponibilidad” del encargado de despacho del Comando de permitir el acceso.
La investigación
Consultado por la diaria, el director de la INDDHH Wilder Tayler, que lidera los trabajos de búsqueda de desaparecidos en ese organismo, aclaró que se trata de una investigación “preliminar” y que se resolvió cautelar la zona como se hace “siempre en predios militares”, a partir de “testimonios recientes” y “elementos desencadenantes” pero “no definitivos” que surgieron en los últimos días. “Hay que desdramatizar”, enfatizó Tayler, que seguirá en el cargo hasta el 31 de mayo, mientras se resuelve quién lo sucederá en la institución, a la que decidió renunciar semanas atrás.
“No queremos generar demasiadas expectativas”, insistió el director de la INDDHH, y explicó que se resolvió invitar a la ministra de Defensa por tratarse del primer ingreso a un predio de la Armada desde 2020. Ese año, la INDDHH ingresó a la Escuela Naval, pero la investigación se dejó en suspenso porque se entendió, luego de una inspección ocular, que no ameritaba seguir excavando.
Sobre el predio de la Armada que ahora se cauteló, Tayler recordó que allí funcionó el Cuerpo de Fusileros Navales de Uruguay y que hubo lugares de detención clandestinos. Sin embargo, afirmó que en la inspección que se hizo este martes no se vieron calabozos. No obstante, apuntó que “probablemente” los investigadores vuelvan al lugar, porque “hay toda una zona muy grande que no está siendo utilizada” y que es objeto de la investigación.
Tanto Perciballe como integrantes de Familiares de Detenidos Desaparecidos y el Ministerio de Defensa indicaron a este medio que nunca habían recibido información sobre que en este predio de la Armada pudiera haber restos de personas desaparecidas durante la última dictadura. De todos modos, Perciballe indicó que son datos que tienen “cierta relevancia”, teniendo en cuenta, además, que nunca se llevó a cabo una acción cautelar en un predio del Comando de la Armada, pero insistió en tener “cautela”, ya que el trabajo recién comienza.
Ignacio Errandonea, de Familiares, indicó a la diaria que en la reunión que mantuvieron el lunes con Orsi, en la que le solicitaron que dé una orden a las Fuerzas Armadas para que entreguen información sobre el paradero de los desaparecidos, no se les informó sobre esta novedad.
La investigación en la rambla de Buceo está cerrada
Consultado sobre el hallazgo de restos óseos en la rambla del Buceo, en noviembre del año pasado, Tayler apuntó que esa investigación se cerró porque a partir de una serie de pruebas “quedó clarísimo que las piezas óseas habían pasado por autopsias clínicas”, lo que evidenció que, tal como se sospechaba, “eran restos óseos de un cementerio”. “No eran de interés nuestro” y “no se compadecían con ninguno de los modelos anteriores”, explicó.