Como sabrán, hace dos años decidimos abrir los contenidos de la revista hacia temas regionales. Publicamos notas sobre problemas candentes de Argentina, Brasil, México, Puerto Rico, y también otras sobre asuntos de Paraguay, Colombia, Perú, Bolivia. Había un hueco evidente en ese mapa: Venezuela.
Las razones de esa ausencia no serán extrañas: nos costaba conseguir material en el lugar, y que además pudiera moverse entre la creciente propaganda. A eso hay que sumar las resonancias que el conflicto reproduce en el resto de las comunidades latinoamericanas, y, especialmente, en el debate entre las izquierdas que en algún momento se entusiasmaron con los logros el primer chavismo y las que desde hace tiempo denuncian las condiciones en que vive la población venezolana.
Por eso, cuando se nos presentó la posibilidad de publicar el testimonio de un fotorreportero con el que ya habíamos trabajado —Ronnie Palleiro—, no dudamos en hacerle un lugar en este número. No es un análisis ni una opinión, ni tampoco un repaso de lo ocurrido en los últimos años, sino un registro de lo que ocurre en estos días en la capital venezolana.
No es la única cobertura regional. Como de costumbre, seguimos “traduciendo” a Brasil, esta vez con dos artículos muy distintos (sobre la TFP y respecto de los límites de la política), y también nos ocupamos de Estados Unidos (en el reportaje de Kosovo y en la entrevista con los creadores de Means TV).
El panorama lo completan un ensayo sobre la cultura del meme, una crónica de los últimos Fabulosos Cadillacs, cuentos, cómics y humor.
Lo urgente, claro está, fue a la tapa.