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Ana Fornaro

Foto principal del artículo 'Un descuido' · Ilustración: Diana Carmenate
Ficción Contenido exclusivo para suscripciones de pago

Un descuido

Como en el primer número de Lento, un texto de Ana Fornaro. Pasaron diez años desde el perfil del Hombre Araña uruguayo que fue portada de aquel número 1 de la revista. En el medio emprendió varios proyectos, como su labor de editora para Infojus, la edición del libro sobre su abuela, la escritora Elina Berro (Mónica), y la dirección de la Agencia Presentes. Con este texto inédito celebramos también una década de colaboraciones exitosas.
Foto principal del artículo 'Fiesta de disfraces' · Ilustración: Luciana Peinado
Crónica Contenido exclusivo para suscripciones de pago

Fiesta de disfraces

Periodista, cronista, poeta y autora de Lento desde el primer número, Ana Fornaro ya había publicado ficción en antologías en el suplemento Verano 12 del diario Página 12 y en la revista de Casa de las Américas.
Ignacio Algorta, Andrés Coutinho, Martín Iglesias, Bárbara Jorcin, Ernesto Tabárez e Iván Krisman, de  ET y los problems. · Foto: .
Música

Rock del siglo XIX

Eté y Los Problems prepara un espectáculo con orquesta bajo la dirección de Nacho Algorta
Foto principal del artículo 'Los muertos' · Ilustración: Luciana Peinado
Ensayo Contenido exclusivo para suscripciones de pago

Los muertos

El pasado familiar que envuelve a la historia reciente, la relación entre madres e hijas, una biografía siempre inconclusa: Ana Fornaro retorna a la figura de su abuela Elina Berro,
Foto principal del artículo 'Las chicas de Nordelta'
Reportaje Contenido exclusivo para suscripciones de pago

Las chicas de Nordelta

La chispa la encendió el destrato por un lugar en el bus, pero no ocurrió hace 60 años ni se trata de Rosa Parks, sino de un grupo de trabajadoras domésticas de un megabarrio privado en Buenos Aires.
Integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo en la movilización por los 40 años del golpe de Estado,
el jueves en Buenos Aires. Foto: Santiago Mazzarovich
Política internacional

Presentes

Cientos de miles de personas en todo el país salieron a la calle con familiares y amigos, asociaciones civiles, partidarias, organizaciones de derechos humanos, con banderas y carteles, títeres e instalaciones, folletos y publicaciones, pegándose al pecho las fotos de los desaparecidos. Mientras tanto, dos presidentes, Mauricio Macri y Barack Obama, conmemoraban en privado los 40 años del día más terrible de la historia argentina reciente.
Foto: Eitan Abramovich, Afp
Fuera de sección

Miedo al medio

Pensé que ya había hecho el duelo. Cuando el 10 de diciembre, día de la asunción de Mauricio Macri, llegaron cuatro desconocidos a la redacción de Infojus Noticias (la Agencia Nacional de Noticias Jurídicas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos), exigieron las claves de acceso al administrador y a las redes sociales, sacaron de su escritorio al director, a la subdirectora y al jefe de redacción y pidieron bajar de la página dos notas (una del último discurso de Cristina Kirchner, otra sobre delitos económicos en la dictadura), yo estaba vomitando en mi casa. Mientras Macri leía torpemente el discurso en el Congreso, yo iba y venía del baño con la tele prendida. Mientras el nuevo presidente bailaba Gilda en el balcón de la Casa Rosada, yo seguía haciendo arcadas. Mi literalidad puede ser pasmosa.
Centro de Buenos Aires. Foto: David Fernández, Efe
Fuera de sección

El fantasma de los 90

Desde que me mudé a Buenos Aires estoy tratando de entender algo que para una uruguaya es casi imposible. No hablo de peronismo -mentira: siempre voy a estar hablando de peronismo-, sino del nivel de intensidad con el que se vive la política en este país. A pesar de estar bastante inmersa en el tema, sigo tratando de comprender gestualidades. Para eso necesito caer en las comparaciones. Esas que son odiosas y todo lo demás.