Periodista, cronista, poeta y autora de Lento desde el primer número, Ana Fornaro ya había publicado ficción en antologías en el suplemento Verano 12 del diario Página 12 y en la revista de Casa de las Américas.
El pasado familiar que envuelve a la historia reciente, la relación entre madres e hijas, una biografía siempre inconclusa: Ana Fornaro retorna a la figura de su abuela Elina Berro,
La chispa la encendió el destrato por un lugar en el bus, pero no ocurrió hace 60 años ni se trata de Rosa Parks, sino de un grupo de trabajadoras domésticas de un megabarrio privado en Buenos Aires.
Cientos de miles de personas en todo el país salieron a la calle con familiares y amigos, asociaciones civiles, partidarias, organizaciones de derechos humanos, con banderas y carteles, títeres e instalaciones, folletos y publicaciones, pegándose al pecho las fotos de los desaparecidos. Mientras tanto, dos presidentes, Mauricio Macri y Barack Obama, conmemoraban en privado los 40 años del día más terrible de la historia argentina reciente.
Pensé que ya había hecho el duelo. Cuando el 10 de diciembre, día de la asunción de Mauricio Macri, llegaron cuatro desconocidos a la redacción de Infojus Noticias (la Agencia Nacional de Noticias Jurídicas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos), exigieron las claves de acceso al administrador y a las redes sociales, sacaron de su escritorio al director, a la subdirectora y al jefe de redacción y pidieron bajar de la página dos notas (una del último discurso de Cristina Kirchner, otra sobre delitos económicos en la dictadura), yo estaba vomitando en mi casa. Mientras Macri leía torpemente el discurso en el Congreso, yo iba y venía del baño con la tele prendida. Mientras el nuevo presidente bailaba Gilda en el balcón de la Casa Rosada, yo seguía haciendo arcadas. Mi literalidad puede ser pasmosa.
Desde que me mudé a Buenos Aires estoy tratando de entender algo que para una uruguaya es casi imposible. No hablo de peronismo -mentira: siempre voy a estar hablando de peronismo-, sino del nivel de intensidad con el que se vive la política en este país. A pesar de estar bastante inmersa en el tema, sigo tratando de comprender gestualidades. Para eso necesito caer en las comparaciones. Esas que son odiosas y todo lo demás.
Cerquillo caoba de canecalón, nariz ancha tucumana y labios rubí, abanico en una mano, caja bagualera en la otra, Susy Shock aparece primero proyectada en videoclip mientras suena la música del primer corte de su disco "Buena vida y poca vergüenza", la receta de la abuela para atravesar la vida desde el goce, con el deseo como brújula.
Una temporada de prestado en una casa con piano adentro y trenes afuera, una lectura fundacional de "Las uvas de la ira", una extraña fascinación por la migración de campesinos chinos, una separación, la necesidad de generar un sonido que diga la verdad, y la voluntad de darle un sentido a todo lo anterior. Así, de a fragmentos y con la certeza de que el único absoluto -por ahora- es el desplazamiento, se fue armando "El éxodo", el tercer disco de Eté & Los Problems, la banda-cantautor encabezada por Ernesto Tabárez.
Cristian Alarcón (1970) es uno de los referentes del periodismo narrativo en América Latina. Chileno de nacimiento y argentino por adopción, es maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y coordinador de la revista online Cosecha Roja, que reúne a más de 250 cronistas judiciales y policiales. Actualmente su energía está puesta en la flamante Anfibia, otra publicación en internet hecha por periodistas y académicos con el fin de generar un “periodismo perenne” en formato de crónicas.