La investigación de Eduardo Delgado sobre el desalojo de los conventillos Ansina y Mediomundo, en el Barrio Sur montevideano, revela aspectos poco conocidos, pero no menos brutales que los más difundidos de la dictadura militar. El realojo forzado y militarizado de decenas de familias afrodescendientes constituyó una clara vulneración de derechos humanos contra una comunidad específica.
Eduardo ya había trabajado sobre el tema cuando las víctimas y sus familiares presentaron su reclamo de justicia al Parlamento, y en esta edición amplía ese trabajo mayormente a partir de los testimonios directos de quienes fueron arrancados de sus hogares para ser confinados en una fábrica abandonada y vigilada, y luego en una zona de la ciudad en la que eran percibidos (y se percibían) como extraños.
De un modo lateral, esa investigación dialoga con nuestra nota de tapa. Aunque la entrevista a Tato López abarca muchísimos temas —no se podía esperar menos de alguien que lleva una vida tan intensa—, uno de ellos es la historia de un joven exitoso y desconforme durante la dictadura militar. Aparecen ahí también otros aspectos, más sutiles y civilizados, de la represión a la que durante casi una década y media se sometió a la población uruguaya.
Hasta la próxima.