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Impresión de una dedicatoria que el escritor Jonas Jonasson firma a distancia una de sus obras. Foto: Quique García, EFE

Isabel Allende y otros escritores firmaron libros a distancia con un brazo robot

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La máquina reproduce en simultáneo sus dedicatorias y autógrafos sobre el papel.

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La nueva normalidad exige encontrar nuevas formas para que los escritores interactúen con su público, y en Barcelona lo lograron gracias a las nuevas tecnologías. Seis autores de la editorial Penguin Random House dedicaron y autografiaron libros desde sus domicilios, a miles de kilómetros de distancia, gracias a un brazo robótico.

Este brazo reprodujo las firmas de manera inmediata, a miles de kilómetros de distancia, para un puñado de afortunados lectores que se acercaron hasta el Espacio Abacus.

“Se trata de una experiencia única”, dijo a Efe el jefe de marketing digital de Abacus, Jordi Gabarró. “A los autores les ha hecho mucha ilusión poder participar de esta acción innovadora”.

Los autores “presentes” en la primera jornada fueron Isabel Allende desde California, Jonas Jonasson desde Estocolmo y Alex Michaelides desde Londres, mientras que el día siguiente lo harían el israelí Yuval Noah Harari, el sueco Niklas Natt och Dag y el francés Pierre Lemaitre.

Antes de cada firma, los autores intercambiaron palabras con sus fans por videoconferencia, y luego escribieron su dedicatoria en una tablet. Todos sus movimientos fueron reproducidos a la perfección por cada uno de los tres brazos robots.

“Es absolutamente mágico, estoy muy contenta porque es un paso más. La próxima vez habrá un holograma mío allí y ya podré hasta abrazar a los lectores, eso está próximo”, dijo Allende, según recoge La Vanguardia.

Mientras una de las seguidoras de la escritora chilena nacida en Perú le llevó una torta de regalo, que obviamente no pudo probar, otra se sacó una selfie frente al monitor en donde podía verse a su famosa interlocutora.

“Le hemos dado un uso cultural a esta tecnología para poder acercar la experiencia de un Sant Jordi tan excepcional a la que vivíamos cada año”, agregó Gabarró en relación a las festividades de San Jorge, en las que los libros son un ingrediente esencial.

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