La versión de que este año no habría convocatoria a los premios Onetti de literatura, difundida por el semanario Búsqueda a comienzos de este mes, causó revuelo en el ambiente literario y disparó una andanada de intercambios entre escritores en las redes sociales. La directora de Cultura de la Intendencia de Montevideo, María Inés Obaldía, no confirmó a Búsqueda esa información, pero durante la mañana del sábado 10 de julio, en conversación con Leopoldo Martínez Risso, conductor del programa La conspiración de los porteros, emitido por Ciudadela FM 88.7, Obaldía aseguró que “habrá Onetti”, aunque también admitió que no será este año. “Habrá Onetti, tranquilidad. Habrá Onetti”, dijo la directora de Cultura, y explicó: “Nosotros queremos mejorar el premio Onetti, pero este año no vamos a tener el tiempo real ‒todos hemos sido víctimas de la pandemia‒ para generar los cambios que nos gustaría discutir, así que los discutiremos el año que viene y veremos cómo lo podemos potenciar”.
Así las cosas, sin comunicación oficial pero con declaraciones en la radio, la idea de que este año no habrá convocatoria se instaló como un hecho entre diversas organizaciones vinculadas a la actividad literaria, que se expresaron mediante comunicados.
La Casa de los Escritores del Uruguay, en un documento fechado el 12 de julio, manifiesta su preocupación por la restricción de los fondos destinados a la literatura y la escritura, su sorpresa por haber sabido de la postergación justo en la época en que correspondería que se abriera la convocatoria, y recuerda que los escritores no están comprendidos en la Ley 18.384 (Estatuto del Artista y Oficios Conexos) y por esa razón fueron justamente la Casa y la Fundación Mario Benedetti las que se encargaron de ofrecer, con fondos propios, ayudas económicas para escritores que hubieran visto afectados sus ingresos por la pandemia.
Como recordarán los lectores de la diaria, ambas organizaciones se unieron para crear el Fondo Mario Benedetti, que en su primera edición ofreció una partida de 5.000 pesos por única vez a 38 escritores y luego, en una segunda edición, ofreció tres salarios básicos de 15.000 pesos durante tres meses. La Casa de los Escritores asegura en su comunicado que esa ayuda no fue suficiente para alcanzar a todos los que la necesitaban, “situación que pone en evidencia el estado de fragilidad y precariedad de escritores/as que vieron recortados o desaparecidos sus ingresos”.
La institución reclama “1) Una comunicación oficial del organismo que informe sobre el Premio Onetti, edición 2021; 2) La reconsideración de la decisión de suspensión de la convocatoria del Premio si esta hubiese sido efectivamente adoptada; 3) Promoción de un diálogo con las instituciones y colectivos involucrados a los efectos de generar insumos que contribuyan a introducir eventuales cambios y mejoras”.
También se expresó sobre esta situación la Fundación Mario Benedetti, que en un comunicado fechado este miércoles manifiesta que “la demora de una comunicación oficial” sobre el tema “parece confirmar la invisibilización del sector desde las políticas públicas”. El texto destaca la importancia de los premios Onetti en la tradición de las letras nacionales y afirma que, aunque sean mejorables, tanto desde el punto de vista de la dotación económica como del apoyo a la visibilidad de los autores y de sus obras, “esto debe realizarse escuchando a todos los actores del quehacer literario, sin necesidad de suspender o retrasar de ninguna manera su convocatoria”. El comunicado recoge además el guante lanzado por Obaldía en la radio ‒cuando se preguntó cuánta gente sabe quién ha ganado los últimos Onetti‒ trazando un paralelismo entre el desconocimiento que la población en general pueda tener de los nombres de los autores premiados y el que tenía de “la comunidad científica de primer nivel internacional [...] antes de la irrupción de la pandemia”. Finalmente, invita a “generar diálogos con todos los actores vinculados al tema, para invitarlos a reflexionar con escritores y escritoras. Pensar juntos para superar, desde las políticas públicas participativas, la paradoja de un país genuinamente orgulloso de su literatura pero que no apoya de manera suficiente a sus creadores y creadoras”.
Y con Cuba también
Además de expedirse sobre el asunto de los premios, la Fundación Mario Benedetti emitió otro comunicado en el que fija su posición frente a la situación cubana. “La relación de Mario Benedetti con Cuba fue larga y profunda. Vivió en La Habana durante diversos períodos, el más extenso cuando la isla lo refugió en momentos en que su vida estuvo en peligro. Fue fundador del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas, cultivó amistades entrañables, y creó parte de su obra poética, narrativa y crítica”, dice el texto. Pero por si eso no fuera suficiente, recuerda la “permanente solidaridad de Cuba con los sectores más desfavorecidos de cualquier parte del mundo, solidaridad que se ha materializado ‒aunque no solamente‒ en las brigadas médicas que atienden situaciones estructurales y de emergencia”. En ese marco, la Fundación reclama la “necesidad urgente de que finalice el bloqueo económico, comercial y financiero” que pesa sobre Cuba, tal como lo exigió la Asamblea General de Naciones Unidas en junio de este año; expresa su “preocupación por la injerencia de Estados Unidos y sectores de la derecha supremacista” que pretenden aprovechar las protestas para propiciar un cambio de régimen “violando los principios internacionales de no intervención”, y expresa su confianza “en que las autoridades cubanas respetarán el derecho a la protesta pacífica y la libre expresión de las ideas, derecho humano que debe ser amparado por todos los gobiernos”.