Durante el concierto La última noche mágica, que duró unas dos horas y tuvo intermitentes lluvias de confeti y juegos de rayos láser, no faltaron las alusiones y reflexiones que remitieron a los conflictos que atravesó el líder del cuarteto, Chano Moreno Charpentier, y que desarticularon a la banda durante siete años. Sin embargo, a estar por la energía del espectáculo ofrecido en Punta del Este y por una sorpresiva promesa, el drama parece haber quedado atrás.
La introducción con Seven Nation Army, de The White Stripes, clásica en la apertura de los shows ofrecidos por el cuarteto en los estadios que este año abarrotó en Argentina, levantó la temperatura de una noche más bien fría y desató la euforia de un público de uruguayos y argentinos de todas las edades que ya están en Punta del Este para veranear. La última noche mágica empezó con “¡Hola, mi vida!” y “Beatiful”, ya bajo las luces de miles de celulares.
“Todos los días del mundo existe una forma de resucitar”, cantó Chano en “Música”, la tercera de la veintena de canciones que alimentaron la fiesta. “¡Claro que sí!”, soltó su hermano Bambi, cómplice con el público que aclamó la ocurrencia. Después, Chano se sentó al piano para interpretar “Loca”.
El destino y otro Antel Arena
En la primera parte del show no faltaron “Víctimas”, “Tus horas mágicas”, “Lunita de Tucumán”, “El duelo”, “Ella”, “Vidas perfectas” y “Pastillitas del olvido” –cantada por Bambi–, además de “Las cosas que pasan”.
“La vida es ese lugar donde la mayoría del tiempo nos la pasamos esperando algo. La vida, que está llena de colectivos que no llegan, de trenes que se equivocan de estación. Pero, tarde o temprano, la vida nos demuestra el verdadero valor de las cosas. A fin de cuentas, lo único que resiste a los efectos del tiempo son los recuerdos y los momentos que nos llevamos”, reflexionó el líder.
“La vida es una adivinanza, Uruguay, de aquello que todavía no hicimos. No hay nada escrito para nosotros, somos lo que escribimos. De eso se trata esa aventura loca de andar nuestro camino; esta conexión de maravillas y sueños, para nosotros, se llama destino. Las cosas pasan porque pasan”, cerró el momento poético, interrumpido por el aliento de los fanáticos que lo vitorearon durante largos minutos.
Con “Obsesionario en La Mayor” culminó la primera parte. Por si no alcanzara la pasarela que atravesaba el campo, y que permitió a los músicos tener un contacto todavía más directo con su delirante público, en la segunda parte del espectáculo eligieron acompañar “El asunto” con aires de candombe y cantar unas líneas de “Uruguay nomás”, de Jorge Drexler, esa suerte de abrazo a la identidad nacional.
La hora acústica, además de “El asunto”, tuvo “Claramente”, “Poema de los cielos” y “Momentos de mi vida”. Luego, un coro incansable bajo “Ciudad mágica” y “Mis noches de enero”. De yapa, “Arruinarse” y “La melodía de Dios”. El público pareció perdonar algunos desperfectos en el sonido, sobre todo cuando Chano hizo el anuncio de la noche para los uruguayos.
Aseguró que van a “lanzar otra fecha, con precio modificado” en el Antel Arena. “Estén atentos porque sabemos que la fecha salió muy cara para los que van a ir al campo. No fue nuestra culpa, pero sépanlo”, prometió. Aún se desconoce cuál será la nueva fecha y los nuevos precios de los accesos, pero habrá que estar atentos a otra noche mágica además de la prevista para el 13 de abril en Montevideo.