El 12 de enero el coche 540 de la empresa Copsa Este protagonizó un vuelco en la ruta Interbalnearia, en el que falleció una adolescente de 15 años y varios pasajeros resultaron heridos. Los datos primarios de la pericia determinaron que el coche despistó y volcó, ya que circulaba a una velocidad superior a la permitida.
Este lunes varios testigos concurrieron a la Fiscalía de 2º turno para declarar ante la fiscal a cargo del caso, Jessica Pereira. Los testigos convocados en esta instancia fueron los pasajeros del viaje anterior al accidente y el chofer titular de la unidad 540, ya que quien manejaba el día del siniestro de tránsito era su suplente, consignó El País.
Según el citado medio, “todos” dijeron que el ómnibus se movía “de un lado a otro”, algo que concuerda con lo que dijeron los pasajeros que protagonizaron el accidente.
Además, el chofer titular del coche agregó que “cuando se lo llevaba al mecánico no le hacían los arreglos necesarios” y que “no tenía estabilidad”.
Por otra parte, el abogado Rafael Silva, quien representa a 11 pasajeros lesionados y a la familia de la adolescente fallecida, dijo en el programa Frecuencia sbierta, de Aspen FM, que tenía “distintas” versiones de lo que ocurrió esa tarde, según lo que pudo “percibir” cada pasajero; no obstante, coincidían en que se trataba de un “desperfecto mecánico que tenía la unidad de transporte”.
Por este motivo, Silva y el abogado del chofer solicitan que se haga otro peritaje a la unidad, debido a la “incongruencia” que existe entre los testimonios y el informe oficial, que no alerta de ninguna falla mecánica.