Hacía unos dos años que el doctor Juan Gómez, fiscal de Corte y antiguo fiscal de Maldonado, no participaba en las mesas de seguridad ciudadana convocadas por el Municipio de Punta del Este. Este martes, tras regresar a la fiscalía después de una licencia por motivos de salud y anunciar su retiro para el 30 de este mes, Gómez volvió a la mesa para tratar asuntos del balneario junto a otros jerarcas institucionales del departamento y representantes de las organizaciones vecinales locales.
La instancia fue propicia para que los presentes reconocieran y elogiaran su gestión tanto durante su pasaje como fiscal del departamento como en su desempeño como máximo jerarca del Ministerio Público. El fiscal de Corte agradeció el gesto, respondió algunas consultas en materia legal con respecto a las personas en situación de calle -cuestión central entre las preguntas de los asistentes- y luego dijo que, tras su retiro, se radicará en Punta del Este.
“Seré un vecino de Punta del Este”, aseguró el fiscal, que tiene numerosos y apreciados amigos del sistema judicial en el balneario. Luego pidió a los presentes “tranquilidad y confianza” en la gestión de la Fiscalía General de la Nación. Informó que se reunió con candidatos presidenciales de diferentes partidos y transmitió al auditorio su “confianza” en que “se están haciendo las cosas bien”.
Gómez fue invitado por el alcalde del Municipio de Punta del Este, el nacionalista Javier Carballal, que encabezó la mesa también integrada por el jefe departamental de Policía Erode Ruiz, la directora departamental del Ministerio de Desarrollo Social Magdalena Zumarán, Miguel Abella en representación de la Intendencia de Maldonado y autoridades del puerto de Punta del Este.
Erode Ruiz: “Gómez es una gran persona que no merece que le den palo”
Erode Ruiz manifestó a la diaria su gran afecto por Gómez, a quien dijo conocer desde hace 40 años, cuando ambos se desempeñaban en diferentes ámbitos en Montevideo. Y con quien, a lo largo de los años, ha mantenido estrecho contacto a través de cenas o encuentros de camaradería organizados mensualmente en Punta del Este. “Ahí participa gente de diferentes ámbitos, de todos los partidos políticos, de todos los equipos de fútbol, no se habla de política y somos una barra fenomenal”, dijo el jefe de Policía.
Describió a Gómez como “un hombre de perfil bajo, que no molesta a nadie, que nunca dice nada hiriente o irrespetuoso, un caballero fuera de serie”. En su opinión, el fiscal de Corte es “una gran persona, un tipo que se merece que hablen bien y al que, injustamente, se le ha dado palo”.
Temas que preocupan
En cuanto a los temas tratados en la mesa, las agrupaciones presentes manifestaron, mayormente, su preocupación por las personas en situación de calle en el balneario, situación que en su opinión se agravó durante la zafra de la corvina en el puerto de Punta del Este.
Las autoridades remarcaron que la reclamada ley de vagancia fue derogada, por lo cual no es aplicable para “expulsar” a personas que no puedan probar que están como trabajadores o turistas. En ese punto, Gómez señaló que se debe actuar en base a las leyes que existen -para el caso, la ley de faltas- y recomendó a los presentes que dialoguen con los diputados del departamento si pretenden una legislación diferente.
Tanto Zumarán como Ruiz señalaron a la diaria que fue un encuentro ordenado, donde cada institución supo transmitir cómo aborda y coordina la temática. La directora del Mides explicó cómo se coordinó la tarea con la Policía y la Prefectura para atender a las personas que quedaron pernoctando en la vía pública durante la zafra de la pesca, y puso énfasis en que la llegada a los refugios siempre depende de “la voluntad de las personas”, a menos que su vida esté en peligro.
Carballal remarcó que existe un acuerdo con empresas de transporte para llevar a su lugar de origen a las personas que voluntariamente quieran regresar. También respondió a otros reclamos vinculados con el estado del balneario, en asuntos directamente vinculados con el municipio.
Desde Prefectura se explicaron los controles realizados con la cantidad de personas que vinieron a trabajar al puerto durante la zafra, en coordinación con la seccional 10ª del balneario, y las disposiciones para las decenas de camiones que, en esos días, llegaron desde otros puntos del país a recoger toneladas de pescado ofrecidas por los pescadores artesanales. “Salvo algunas quejas, no hubo grandes discrepancias”, aseguró Ruiz.