“Seremos protagonistas de nuestra propia historia”, aseguró el nacionalista Miguel Abella durante el breve discurso que dio al asumir la Intendencia de Maldonado, este jueves, tras dos gobiernos consecutivos de Enrique Antía y un tercero, entre 2000 y 2005.
“Comparar no está bien, no soy de mirar para atrás, pero quiero marcar una historia para que, cuando abandone el cargo en 2030, pueda salir de una manera tranquila, mirando a los vecinos y viendo la obra hecha en los barrios”, diría más tarde, en una rueda de prensa, consultado sobre qué diferenciará su gestión de las ejecutadas por Antía.
Un gran galpón de la Dirección General de Obras y Talleres de la comuna, acondicionado con dos pantallas gigantes y múltiples estufas para recibir a cientos de personas, fue el lugar elegido para el traspaso de mando. “Es el corazón de los talleres de la ex Cylsa, auténtico motor de las obras que han hecho crecer a Maldonado”, explicó el nuevo jerarca departamental.
“Es también un homenaje a todos los municipales”, había dicho antes Antía, quien se robó el protagonismo del acto tanto por la extensión de su discurso como por la presentación de un audiovisual de 17 minutos sobre sus tres períodos de gobierno y la distribución de un “librillo” de 110 páginas con un repaso de sus “diez años construyendo futuro”.
Antía también recibió “la sorpresa” de sus nietos, que subieron al escenario a despedirlo. La mayor, Elena Rapetti, de 19 años, leyó un inesperado discurso de corte político en el que resaltó el legado de su abuelo y habló “por los jóvenes que no estuvieron cuando había que pelearla contra aquellos que no querían el cambio”.
Abella, sin embargo, fue presentado por la maestra de ceremonias con la lectura de una biografía que lo resaltó como nacido y criado en el corazón de la capital departamental, y de su currículum como administrador y mano derecha de Antía en los cargos que este ocupó en la comuna, en el Parlamento y en el directorio de UTE durante los últimos 25 años.
Enrique Antía y Miguel Abella.
Foto: Virginia Martínez Díaz
“Sensibilidad social, responsabilidad fiscal y diálogo”
De conocido bajo perfil y poco afecto a los grandes discursos, el nuevo intendente habló no más de diez minutos para exponer sus “emociones, agradecimientos, reflexiones y principales políticas públicas” a desarrollar en los próximos cinco años.
Conmovido por la presencia de sus familiares en el público –en particular, de sus padres–, agradeció por el soporte que le ofrecieron durante “el embarque político” que inició hace un año y medio.
También opinó que Antía “dejó la vara muy alta” y que eso implica “un gran desafío”, aunque se mostró confiado en gobernar con “sensibilidad social, responsabilidad fiscal y diálogo” tanto con los partidos políticos como con el gobierno nacional y las organizaciones sociales.
Abella dijo que trabajará por la “inclusión social” y que promoverá “la igualdad de todos los sectores sociales” como ejes de su gestión. Mencionó, además, “el desarrollo económico y el turismo sostenible” y “la protección del ambiente”, y puso énfasis en su objetivo de ejecutar obras sociales en los barrios.
El vínculo con el gobierno nacional
Liberado de la maraña de gente que quiso felicitarlo, el nuevo intendente atravesó medio galpón hasta llegar a la zona asignada para la cobertura periodística; aunque todo el recinto estuvo colmado de micrófonos y cámaras que transmitieron la instancia en vivo por pantallas gigantes y plataformas virtuales, y de periodistas locales y nacionales atraídos por la presencia del invitado más importante.
En la primera fila estuvo el presidente de la República, Yamandú Orsi, quien fue acompañado por la ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, y por el diputado frenteamplista Joaquín Garlo. Inevitablemente, Abella fue consultado sobre “el simbolismo” de la presencia del mandatario y sobre su vínculo con el gobierno nacional.
“Tenemos que abrir puertas y colaborar. Dejar que nos ayuden y ayudar nosotros. Las señales fueron claras en la campaña y en todo momento y no nos queda otra, como corresponde, que trabajar con el gobierno nacional”, respondió.
Luego recordó que el presidente fue “intendente durante diez años y secretario general durante diez años”, por lo cual, “conoce muy bien las intendencias y, seguramente, va a colaborar por el bien de la gente”.
Miguel Abella, y Álvaro Villegas.
Foto: Virginia Martínez Díaz
Al cabo de casi tres horas de fiesta nacionalista, Orsi salió flanqueado por un cuerpo de seguridad liderado por una mujer que se abría paso, a trompicones, entre las personas que le pedían fotos y lo saludaban, más cientos de invitados que se disipaban entre un caos de sillas de madera.
El presidente subió al auto y se retiró sin hablar con los periodistas, mientras adentro del galpón Antía daba la última nota y el olor a gasoil de la maquinaria municipal ganaba el aire, copado, circunstancialmente, por perfumes de varias gamas.
La IDM pedirá un nuevo préstamo al BROU
El intendente Miguel Abella anunció, en rueda de prensa, que solicitará “una línea de crédito dentro del gobierno”, con el Banco de la República, para empezar a trabajar “sin tener que esperar” a que se apruebe el presupuesto quinquenal.
“Es la misma realidad que tienen todas las intendencias cuando hay un cambio de gobierno, el déficit acumulado está ordenado, financieramente se puede cubrir, y no hay que dramatizar en ese sentido”, agregó.
Para el intendente “no hay nada del otro mundo” en torno al nuevo préstamo, cuyo monto aún no está definido. “Estamos trabajando en eso, lo primero que haremos es conversar con los partidos políticos antes de enviar el pedido de anuencia a la Junta Departamental”, acotó.