La Intendencia de Maldonado (IDM) firmó este lunes el contrato con la empresa Aborgama (Dulcelit SA) para la “valorización y disposición final de los residuos sólidos urbanos en forma de relleno sanitario, captación de biogás, producción de energía eléctrica y gestión de estaciones de transferencia”.
Para las autoridades departamentales, se trata de una de las mayores licitaciones de los últimos años: el proyecto implica una inversión “superior a los 30 millones de dólares” y promete el empleo de “tecnología de punta de nivel internacional” durante las próximas dos décadas.
El intendente Enrique Antía destacó que el proyecto es el resultado de “tres años de trabajo y planificación” y recordó que Maldonado ha sido pionero en la materia desde 2002, cuando, mediante convenio con la Organización de las Naciones Unidas, Aborgama comenzó a tratar la basura de forma centralizada generando energía a partir de biogás.
El ministro Edgardo Ortuño señaló que, de esta forma, “Maldonado se consolida como una referencia nacional en gestión de residuos” y opinó que el contrato representa “un paso clave hacia el nuevo modelo que el Ministerio de Ambiente promueve para todo el país”. Añadió que la cartera seguirá “colaborando, cerrando vertederos a cielo abierto y apoyando plantas de transferencia”, como La Alameda en San Carlos y La Juanita y El Tesoro al este del arroyo Maldonado.
El vicepresidente de Aborgama, Ronel Garmendia, aseguró que la empresa implementará “tecnologías de vanguardia, muchas utilizadas en Europa, así como innovaciones propias”. Según adelantó el director general de Gestión Ambiental, Jorge Píriz, “en breve” comenzará la llegada de los equipos del exterior y la implementación del sistema que incluirá también el manejo del vertedero de Cerro Pelado.
Planes hacia 2045
El acuerdo contempla la creación de un relleno sanitario con captación de biogás, producción de energía eléctrica y construcción de estaciones de transferencia, “lo que permitirá un tratamiento integral y sustentable de los residuos del departamento durante los próximos 40 años”, destacó Antía durante la firma del contrato, en el que también participó Ortuño.
El contrato prevé reducir al 30% la cantidad de residuos que actualmente se depositan en cada célula del relleno sanitario de Las Rosas. Desde el punto de vista técnico, se explicó que la planta tendrá como eje una unidad de recuperación con lector óptico que permitirá separar residuos por categoría y facilitar su valorización.
Se prevé un tratamiento especializado de los residuos orgánicos, que representan el 50% del total y son los principales generadores de gases de efecto invernadero. Estos residuos serán biosecados y transformados en carbón vegetal. Además, se “implementará una planta para la producción de biocombustible, lo que permitirá obtener un diésel comercial sustentable que beneficiará tanto a la intendencia como a la sociedad en general”.
En cuanto al “costo-beneficio” para la IDM, Aborgama indicó que generará unos 41 empleos, aportará “hasta ocho hectáreas” de terreno para ampliar el sitio de disposición final de residuos actual, y que se podrá aprovechar materiales que de otro modo se descartarían. La empresa también propuso seguir los estándares internacionales para ingresar al mercado de créditos de carbono, hecho que sería una fuente de ingresos adicional por venta de bonos.
Objeciones del FA e interesados por el camino
La autorización para el llamado a licitación en régimen de iniciativa privada se concretó en octubre de 2024 con votos oficialistas de la Junta Departamental de Maldonado.
Los ediles blancos argumentaron entonces que el proyecto evitará “el colapso” de un sistema que recibe cada día más residuos –con un incremento de 4% mensual en baja temporada–, producto del “crecimiento demográfico y la mayor capacidad de consumo de los habitantes”.
En el expediente del caso, al que accedió la diaria, técnicos de la IDM señalaron que en la propuesta de la empresa había “varias incógnitas”, por ejemplo, con respecto a la generación de biogás o a la carga consumida por el total de las operaciones, que podrían determinar “con mayor grado de certidumbre la generación de energía en un horizonte de 20 años”.
El Frente Amplio, sin embargo, se opuso a la licitación por iniciativa privada. En principio, consideró que el plazo de la propuesta no debía superar los diez años y advirtió que la propuesta presentaba “inconsistencias”, sobre todo en cuanto a la ecuación económica.
Los ediles opositores también cuestionaron que se diera ventaja a Aborgama para esta licitación, teniendo en cuenta que “no realizó las inversiones comprometidas” en la licitación vigente hasta ahora.
Joaquín Garlo, quien hoy es diputado, sostuvo que la empresa utilizaba maquinaria vetusta y que los trabajadores no contaban con condiciones laborales adecuadas para la tarea de riesgo que desempeñan. “Eso pone en cuestión la gestión y abre dudas sobre lo que pasaría de obtener una concesión por 20 años”, dijo.
Otros ediles cuestionaron por qué, si el sistema estaba al borde del colapso, la IDM dio ventajas a la empresa adjudicataria y “armó” la licitación unos meses antes de finalizar el gobierno departamental.
Aborgama fue la única oferente en la licitación pública 10/2024, en régimen de iniciativa privada, para gestionar los residuos en el departamento de Maldonado hasta 2045. Sin embargo, no era la única interesada: en febrero pasado algunos operadores del sector cuestionaron tanto los plazos para presentar ofertas como algunos de los requisitos.